Las universidades privadas gradúan a más de seis de cada diez nuevos profesionales con títulos de bachillerato o licenciatura en Costa Rica. Sin embargo, este es un sector variopinto, con 47 centros de enseñanza activos en el mercado y cuyas capacidades no siempre les permiten ofrecer múltiples carreras, que son más costosas de impartir.
Si se revisan los datos de graduación de 2022, es posible determinar que hasta seis de cada 10 alumnos que salieron de centros privados lo hicieron en carreras de ciencias económicas o educación. La proporción no alcanzó el 10% en áreas como ingeniería, computación o ciencias básicas.
¿Se apareja la oferta académica de las universidades privadas con las necesidades del mercado laboral?, EF revisó los datos de graduación más recientes y los contrastó con algunos de los principales indicadores de empleo que se han elaborado en años recientes. Estas son algunas de las conclusiones.
¿Cómo es la graduación?
La graduación en las universidades privadas se concentra mayoritariamente en carreras de ciencias económicas y educación. Estos dos grupos de profesiones representaron el 59% de los nuevos títulos de bachillerato y licenciatura que entregaron estas entidades en 2022.
En contraposición, los títulos entregados por el sector privado en carreras de ciencias básicas, recursos naturales, computación e ingeniería apenas representaron uno de cada decena, en conjunto, en el mismo período.
Estos datos siguen la tendencia de años recientes. Así se desprende de las bases de datos históricas del Consejo Nacional de Rectores (Conare), que EF ha analizado en los últimos tres años.
Las proporciones mencionadas son distintas a las de las casas de las universidades públicas. Las cinco instituciones estatales entregaron, en promedio, menos títulos en educación y ciencias económicas (cinco de cada diez títulos que entregaron) y, además, dieron tres veces más títulos en carreras de ciencias básicas, recursos naturales, computación e ingeniería (tres de cada decena que emitieron).
En otras palabras, los centros privados muestran un rezago en la graduación de estudiantes de carreras de Ciencias, Tecnologías, Ingenierías y Matemáticas (conocidas como carreras STEM, por sus siglas en inglés).
Los graduados de carreras STEM fueron un 24,4% del total en universidades privadas; mientras que el número alcanzó hasta un 32,4% en las públicas.
Los datos de los centros privados; sin embargo, serían todavía menores si no se contemplan los graduados de ciencias de la salud. Estas asignaturas —además de las ya mencionadas carreras de ciencias básicas, recursos naturales, computación e ingeniería—crecen en los indicadores de las universidades privadas, pero responden a la labor de centros específicos de gran tamaño que se enfocan justo en esa materia.
Tal es el caso de la Universidad Latina (el centro privado más grande del país) o las universidades Santa Lucía, de Ciencias Médicas (Ucimed), Iberoamericana y Santa Paula; las cuales acumulan —ellas cinco en conjunto— más del 70% de los títulos otorgados por las 47 universidades privadas para estudiantes de la salud.
La realidad de la mayoría de ‘u’ privadas es otra. Hasta 31 de las 47 universidades privadas que otorgaron títulos de grado en 2022 no graduaron a más de 100 alumnos de carreras STEM en todo ese año; mientras que otras 16 ni siquiera a uno solo.
¿Coinciden estos datos con el mercado laboral?
Según la evidencia disponible, podemos decir que algunas de estas tendencias en las universidades privadas van en consonancia con las dinámicas del mercado laboral, pero otras no.
En consonancia con el mercado:
- El segundo sector académico con una mayor graduación por parte de las casas privadas de educación superior es el de la educación: un campo con niveles de desempleo similares al promedio general entre profesionales graduados, con un alto nivel de puestos disponibles en el mercado y varios de ellos vacantes.
- Los sectores académicos con menores índices de graduación en los centros privados, además, son los de artes y letras, ciencias básicas y recursos naturales. Estas son tres áreas con altos niveles de desempleo y con pocas vacantes en el mercado.
- La graduación en carreras de ciencias sociales es limitada. Este grupo de profesiones es en el que más personas graduadas dicen estar empleados, pero tener que trabajar en labores ajenas a sus estudios.
En disonancia con el mercado:
- El área de conocimiento con una mayor graduación por parte de las universidades privadas en 2022 fue el de las ciencias económicas. Tres de cada 10 nuevos títulos otorgados por los centros privados se entregaron a estudiantes de Economía, Administración y disciplinas similares. Este es un sector que ofrece muchos puestos de empleo en el mercado laboral; pero, según los estudios disponibles, también registra niveles de desempleo superiores al promedio y pocos puestos vacantes.
- Las graduación en campos como ingenierías y computación de los centros privados, por otra parte, es limitada. Esto es contrario a los indicadores de mercado, pues los registros existentes señalan que ambas son áreas con niveles muy bajos de desempleo y altas cantidades de puestos disponibles, que además van en crecimiento.
Para llegar a estas conclusiones, se utilizaron como referencias los estudios de mercado del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE-UCR) para la Comisión Nacional de Préstamos para Educación (Conape); así como los indicadores de la última encuesta del Observatorio Laboral de Profesionales (OLaP), sobre la condición actual de profesionales que se egresaron entre 2014 y 2016; es decir, que salieron al mercado laboral hace siete, ocho o nueve años.
¿Qué dicen los estudios de mercado laboral?
Según los estudios de mercado del IICE-UCR para Conape, se estima que hay una mayor cantidad de puestos disponibles para profesionales los sectores de la administración (40 de cada 100), ciencias e ingenierías (26) y educación (12).
De ellos, el que más puestos vacantes tiene es la educación, con 14,6 de cada centena de los sus sillas.
Sin embargo, estos datos hablan solo sobre la mayor o menor disponibilidad de puestos por área y no precisamente sobre la competencia por ellos.
Para analizar estas condiciones, se pueden utilizar como referencia los datos de la última encuesta del OLaP, publicada este 2023.
Para este estudio se entrevistó a profesionales graduados entre 2014 y 2016, los cuales registraron un promedio de desempleo de solo 6,5%. Es normal que el desempleo sea menor entre profesionales que en el resto de la población, lo cual representa una de las mayores ventajas de que las personas continúen sus estudios después de secundaria, según han explicado entidades internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En ese sentido, los graduados de áreas como Artes y Letras, Recursos Naturales, Ciencias Económicas, Ciencias Sociales registraron indicadores más altos de desempleo que el promedio; con cifras de 9,9%, 9,2%, 8,7% y 7,9%, respectivamente.
Por otra parte, áreas como Ciencias Básicas (6,6%), Educación (6%), Derecho (4,6%), Salud (4,2%), Ingeniería (3,1%) y Computación (1,9%) registraron niveles similares o mejores que el promedio.
La complejidad del “empate”
Las universidades privadas tienen barreras comerciales y de precios para atender algunos sectores académicos de los más pujantes en el mercado, explicó la investigadora del Programa Estado de la Nación, Valeria Lentini, en entrevista con EF.
Según consideró la investigadora, hay centros académicos con gran capacidad económica de inversión, que pueden seleccionar más estratégicamente sus asignaturas; pero, por otra parte, están las universidades más chicas, que carecen de recursos para construir laboratorios o contratar a docentes que ya trabajan en sectores con los salarios más competitivos.
“Muchas universidades pequeñas solo necesitan una pizarra y un pilot”, explicó sobre el tema. “En un laboratorio los reactivos y los equipos son carísimos”.
La Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología (Ulacit) es una de las universidades que se sale del molde. De los 572 títulos de grado que entregó en 2023, un 30% los dio en campos como ingeniería y computación y, con un 3% de su total, fue la que otorgó una mayor cantidad de sus certificaciones a nuevos profesionales de ciencias básicas y recursos naturales.
La rectora de la Ulacit, Marianela Núñez, describió como una “obligación” de las universidades “preparar a los estudiantes con un plan de estudios actualizado, que se adapte a las necesidades del mercado”; sin embargo, reconoció en que ello implica ofrecer “equipo tecnológico de punta y profesores que conozcan las realidades de la industria”.
Además de las barreras económicas, está la realidad que para muchos centros educativos nace de la demanda de carreras que detecta cada año.
En ese sentido, hay casos como los de la Universidad Internacional San Isidro Labrador (Uisil), la cual fue la quinta que más títulos de grado entregó en 2022 y, de ellos, un 99% a educadores.
Carlos Cortés, rector de este centro educativo, explicó que la Uisil se ha consolidado a partir de la demanda en educación en los últimos 25 años, pero que ahora busca expandirse en otras “áreas importantes” como negocios, turismo, derecho e ingenierías. Según sus estimaciones, un 20% de los estudiantes actuales de Uisil ya está en carreras de este tipo y la idea es que el porcentaje continúe creciendo en los próximos años, con la apertura de nuevas asignaturas, hasta alcanzar un 50% del total.
“Ha sido un proceso evolutivo. Hoy, la carrera de Ingeniería en Sistema es la de mayor crecimiento en Uisil, triplicando a las siguientes”, consideró. “Creemos que en un mediano plazo vamos a tener tres o cuatro carreras muy competitivas en el área tecnológica e inclusive este año ya lanzamos al mercado una maestría en ciberseguridad y estamos trabajando en áreas de machine learning, ciencias de datos e inteligencia de negocios, para ir fortaleciendo poco a poco la parte de STEM”, añadió.
Según señaló el rector, la oferta de Uisil responde a un amplio “análisis de mercado” que se basan en múltiples fuentes académicas y de mercado, pero también en la demanda que se detecta en las regiones en las cuales se ubican las sedes del centro educativo. Además, se intenta impregnar a la carreras que ya se imparten con prácticas más avanzadas y no solo generar nuevas carreras.
Entonces, ¿debería cambiar algo?
Antes de analizar si hay modificaciones que deberían suceder a partir de los datos analizados, se debe mencionar que la gran mayoría de carreras y áreas de conocimiento cumplen con funciones importantes para la sociedad. Ese es un factor que defienden, por ejemplo, las autoridades de las universidades estatales.
En ellas, además, se considera que las carreras académicas deben responder a las necesidades de realización personal de los estudiantes y no solo a los requerimientos del sector laboral, según opinó el coordinador de la OLAP, Olman Madrigal, entrevistado por EF en 2021, para un análisis sobre los pobres datos de graduación en ingeniería y computación que ya se contabilizaban desde aquel entonces.
Desde su punto de vista, no solo se deben abrir más carreras para que más personas se gradúen en áreas STEM todos los años. También hay que incentivar un sistema educativo que, desde primaria, propicie que los alumnos quieran buscar esas carreras y que no terminen huyendo de lecciones como las de matemáticas.
Resolver el rezago en la graduación de profesionales de ciencias y tecnologías es un reto que ha reiterado la OCDE para el caso de Costa Rica. La entidad redactó en su último informe de Estudios Económicos sobre el país que esto “deja muchos puestos de trabajo formales vacantes” y que impulsar la formación de una mayor cantidad de estudiantes en este sector podría dinamizar mucho más la economía del país.
La OCDE señaló que graduar a una mayor cantidad de profesionales en áreas STEM “ayudaría a dar respuesta a las necesidades del sector privado, cuyas necesidades en áreas como las telecomunicaciones, o la integración de sistemas automatizados en el proceso productivo no pueden satisfacerse con la oferta actual”.
Si bien las casas de educación superior públicas gradúan a más profesionales que las privadas, como proporción de sus títulos totales, esto todavía es insuficiente, pues se debe considerar que el papel de los centros privados es trascendental. Las ‘u’ privadas tienen el doble del peso que las primeras en términos de títulos entregados.
También hay señales de alarma sobre la urgencia de este impulso, según la Organización.
La entidad recordó que las carreras STEM son las que generan más empleo en el sector privado en la actualidad y se contraponen a sectores como salud o educación, los cuales históricamente se han visto beneficiados de la contratación pública, pero ahora mismo se enfrentan a un escenario de contención por los problemas fiscales del país.
La OCDE también había señalado en años recientes problemas regulatorios que dificultaban reformar los planes de estudio y ofrecer carreras innovadoras; sin embargo, autoridades de universidades privadas, como Núñez o Cortés, consideran que en los últimos años se ha venido trabajando en reformas que han dado mayor flexibilidad.
Más allá de todo esto, el Programa Estado de la Nación recordó en su último Informe del Estado de la Educación que también es necesario disponer de más indicadores para saber mejor qué se está haciendo y qué se podría hacer mejor en las universidades privadas para evaluar su desempeño en comparación con las necesidades laborales y sociales a las que deberían responder. En ese sentido, recordó que, si bien hay registros de graduación, no se cuenta con datos sobre “asuntos básicos como la matrícula, tiempos de graduación, costos y perfil de las personas estudiantes”.
“Por tanto, el sector que más profesionales gradúa es el menos conocido y a la vez el más opaco, lo que impide valorar si esta contribución se alinea o no con las prioridades de desarrollo del país”, explicaron en el texto.
Algunos análisis de años anteriores
2023. Estas son las universidades privadas de Costa Rica con más graduados en 2022
2022. Solo tres de cada 20 títulos universitarios en Costa Rica son en áreas de ingeniería y computación
2022: ¿Costa Rica gradúa a muchos o pocos profesionales?
2022. ¿Cuál cantón tiene una mayor tasa de profesionales en Costa Rica?
2021. Universidades privadas otorgan seis de cada 10 títulos en el país
2021: Solo tres de cada 10 títulos universitarios en Costa Rica van a graduados de carreras STEM