Alonso Prado y Fernando Martínez son dos jóvenes profesionales graduados de la Universidad de la Costa Rica (UCR) que comparten una historia en común: salieron de sus hogares en el Gran Área Metropolitana (GAM) para estudiar en sedes regionales.
Las razones, sin embargo, tienen diferentes matices. Prado, originario de Escazú, se decantó por Ingeniería Eléctrica pero su nota fue insuficiente para ingresar a la sede Rodrigo Facio, por lo que tuvo que irse a su segunda opción, Liberia, lugar donde estuvo cuatro años hasta que regresó al campus principal para hacer los últimos cursos.
En el caso de Martínez, quien proviene de Mora, inicialmente quería estudiar Comunicación Colectiva pero sintió que su nota se quedaba lejos con respecto a los cortes de años previos, por lo que prefirió no intentarlo y, tras una búsqueda, optó por ir a Puntarenas a estudiar Informática y Tecnología Multimedia durante tres años y medio, una carrera que en ese momento estaba abriendo sus puertas y que actualmente se imparte solo en esa ciudad del Pacífico.
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Martínez contó que tenía varios compañeros en esa misma situación, especialmente estudiantes de San Ramón. “Cuando estaba en tercer año sí hubo un ingreso de unas 10 personas provenientes del GAM”.
El traslado significó para ambos un giro de 180° en sus vidas, acomodarse a un nuevo contexto y nuevas personas. Pero una parte importante del proceso también fueron los gastos: alquiler, comida y materiales. Ambos alquilaban su propio espacio, aunque Martínez luego pasó a vivir con una familia puntarenense.
Si bien lo más común es la migración de universitarios de las provincias costeras y zonas fronterizas hacia el GAM, el movimiento inverso también se da todos los años, especialmente por razones del corte, aunque otros buscan una carrera que se da exclusivamente en una sede periférica.
Los datos de la propia UCR muestran que este año 914 personas provenientes de las provincias de San José, Alajuela, Heredia y Cartago iniciarán sus estudios en alguna de las siete sedes que la UCR considera fuera del GAM: Golfito, Guápiles, Liberia, Limón, Puntarenas, Siquirres y Turrialba.
La sede de Puntarenas es la que más estudiantes de las provincias centrales recibirá este año, un total de 256.
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Esa cantidad representa el 43,5% de la totalidad de cupos disponibles en esos siete lugares. El vicerrector de Docencia de la UCR, Felipe Alpízar, comentó que la institución está consciente de este fenómeno pero reconoció que es parte del proceso.
“El hecho de que un estudiante del GAM ocupe un campo en una sede regional es algo para lo que, en este momento, no tenemos barreras porque es una competencia por los campos en función de la nota de admisión”, aseguró.
La institución apoya a algunos de estos estudiantes con ayudas económicas por concepto de reubicación geográfica, cuando se trasladan de su lugar de origen para estudiar.
El movimiento, sin embargo, también se da en la vía opuesta. Un total de 927 personas provenientes de las provincias costeras entraron este año a una sede dentro del GAM, aunque este número es proporcionalmente menor con respecto a los cupos que ofrecen los recintos metropolitanos.
Más carreras y cupos
Los 11 recintos que la UCR tiene fuera del campus central han aumentado su oferta de carreras y sus cupos disponibles, lo que abre oportunidades a estudiantes de las respectivas zonas pero también a personas del GAM que buscan un menor corte para ingresar a la carrera elegida.
Por ejemplo, Ingeniería Eléctrica tuvo en el último proceso 2022-2023 un corte de 490,92 en la sede Rodrigo Facio, cifra que disminuyó a 452 en Puntarenas y a 442 en Liberia.
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Otro caso es el de la carrera de Inglés, cuyo corte disminuyó de 569 en la sede de San Pedro a 535 en Limón y 530 en Liberia.
Entre 2008 y 2022, el número de carreras en recintos creció de 59 a 83. San Ramón, Liberia y Limón son los que tienen más diversidad de opciones; pero la sede de guanacaste tuvo la mayor ampliación, pues sumó cinco carreras en ese periodo.
Además, hay dos recintos que en 2008 aún no existían: Siquirres, que ahora tiene una carrera, y la sede del Sur, en Golfito, que ofrece seis planes de estudio y es el recinto más reciente en crearse.
“En todas las sedes y recintos estamos tratando de hacer mayores inversiones que las que se hacen proporcionalmente en la Rodrigo Facio para tratar de que no haya desigualdades”, apuntó Alpízar.
La tendencia se repite en la cantidad de cupos disponibles en estos 11 recintos. Desde 2008, la capacidad de estudiantes que pueden albergar ha sumado 890 espacios, lo que lleva la cifra total a 3.089.
Sin embargo, ese número se reduce a 2.100 cuando se ven solo los siete recintos que la UCR ubica fuera del GAM.
Entre los que existían en 2008, el mayor crecimiento se ha dado en Guápiles, que amplió su cupo en casi un 80% seguido de cerca por la sede del Pacífico, en Puntarenas.
El único recinto que tuvo una reducción de espacios fue la sede interuniversitaria de Alajuela, que recibe a 25 estudiantes menos que hace 15 años.
Este crecimiento va aparejado a la inversión, mencionó el vicerrector. La sede del Sur, en Golfito, la más nueva de la UCR, concentra en este momento buena parte de los recursos destinados a la regionalización.
Reajustes en la oferta
Si bien el número de carreras crece fuera del campus Rodrigo Facio, no todas permanecen en el tiempo, pues algunas cierran mientras otras abren.
Por ejemplo, en 2014 se dejó de impartir la carrera de Turismo Ecológico en la sede de Puntarenas pero ese mismo año se abrió la carrera de Informática y Tecnología Multimedia.
En Limón, en 2011 se dio por última vez Psicología pero al año siguiente se estrenó la opción de Ingeniería Química en la ciudad caribeña.
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La Universidad reajusta su oferta de carreras tras un estudio de pertinencia y factibilidad que se realiza periódicamente en cada carrera.
Este estudio valora aspectos externos como las características de la región en la que se encuentra el recinto y si requiere de profesionales de determinada carrera, un análisis del contexto, de la oferta laboral y del mercado económico. También se consulta a personas graduadas y empleadores de la zona.
A nivel interno, la institución académica evalúa si la sede tiene las condiciones para abrir la carrera, como laboratorios y profesores.
“Las carreras solo se ofertan si se cumplen con las condiciones técnicas de pertinencia y factibilidad que están en ese estudio”, indicó Alpízar.
Algunas carreras se abren temporalmente, por un periodo determinado que puede extenderse, mientras que otras se consolidan con el paso del tiempo y la sede gana más autonomía en su enseñanza. Hay otras carreras que solo se dan en uno o varios recintos pero no en el GAM.
Asimismo, sucede el caso de carreras que tienen tramos desconcentrados, lo que significa que sus primeros años se estudian en sedes pero se culminan en la sede Rodrigo Facio.