Miles de personas se gradúan cada año de la Universidad de Costa Rica (UCR), institución que se ve sometida a cuestionamientos cada vez que se acerca la aprobación del monto del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES).
La casa de enseñanza tuvo un 2024 marcado por las desavenencias con el Gobierno en materia presupuestaria. Ante los desacuerdos extendidos, la Asamblea Legislativa tuvo que interceder por primera vez en la historia.
Este nuevo año no solo se generó un aumento del 2% en el presupuesto que emite el Estado a las universidades públicas, sino un nuevo rector que liderará las futuras negociaciones con el gobierno y el rumbo de la UCR.
Carlos Araya Leandro asumió las riendas de la institución desde enero del presente año. Su enfoque apunta a retomar el liderazgo de la universidad y fortalecer las sedes regionales; no obstante, quien cursó su educación superior en el campus del Atlántico reconoce que no será posible destinar más recursos de manera inmediata a las regiones.
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Tras mes y medio como rector, el mandatario Rodrigo Chaves ya calificó a Araya de “descarado” debito a ciertos aumentos salariales. Ante la crítica del Gobierno y estudiantes, Araya decidió dar marcha atrás al establecimiento de topes máximos salariales que entraron a regir durante su rectoría.
EF conversó con Araya sobre el liderazgo de la universidad que representa, el uso de los fondos del FEES, la resolución de salarios, la relación con el Gobierno, las herramientas que tomarán para enfrentar el rezago de los nuevos estudiantes y la formación de nuevas generaciones en carreras de alta demanda.

¿Por qué derogó la resolución sobre salarios hasta que surgieron las críticas?
- La decisión se tomó para abrir un espacio más amplio de diálogo con la comunidad universitaria. La resolución se comunicó con total transparencia, como corresponde, pero al escuchar las inquietudes de los diferentes sectores, consideramos que lo mejor era derogarla y replantear acciones.
¿Buscó beneficiar a personas en específico por ser puestos de confianza?
- Esto es totalmente erróneo, no se trataba de beneficiar a nadie en particular. La intención era establecer reglas claras para situaciones que no estaban contempladas anteriormente, siempre pensando en el funcionamiento adecuado de la universidad y la estabilidad de los equipos de trabajo.
¿Cómo va a reconstruir su credibilidad ante la comunidad universitaria y nacional?
- La mejor forma de recuperar la confianza es seguir actuando con transparencia, escuchando a la comunidad y corrigiendo el rumbo cuando sea necesario. Ninguna persona en puestos de jefatura ha dejado su cargo por la derogación de la resolución, lo que demuestra que no se trataba de un compromiso personal o político, sino de ajustar las disposiciones salariales a las realidades de la institución.
Usted ha hablado de recuperar el rol de liderazgo de la UCR, ¿cuándo se perdió y quién lo asumió?
- No hay un punto de quiebre donde yo diga “a partir de este momento se perdió.” Lo cierto del caso es que hemos venido cediendo espacios desde posiblemente una década atrás o dos décadas atrás.
Cediendo espacios, ¿a quién?
- Cediendo espacio a otras instituciones y no siendo tan preponderante en el discurso, en el análisis, en la evaluación y en la formulación de política pública.
¿Quién asumió ese liderazgo?
- En algunos casos no lo hizo nadie. En otros casos vemos cómo los medios de comunicación venían antes a la UCR a consultar sobre temas de salud, económicos y clima. Ahora no necesariamente vienen a la UCR, sino que consultan a otras universidades públicas o privadas.
¿Cómo van a recuperar el liderazgo?
- Llevando ese conocimiento que generamos a la ciudadanía, a los poderes del Estado y a la política pública.
Por ejemplo, en materia de envejecimiento deberíamos generar foros donde podamos analizar esa situación y a partir de ese análisis ir generando productos que le podamos dar a la ciudadanía costarricense, al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo para que se tomen decisiones.

¿Qué es lo que más le preocupa de la situación del país?
- La polarización, producto de la cada vez más ausente tolerancia a disentir. Pareciera que quien piensa diferente en este país es enemigo.
Creo que estamos en un punto de verdadera relevancia en nuestro sistema democrático, porque esa intolerancia y esa infiltración de la posverdad puede dar al traste con nuestro sistema democrático.
Nos preocupa muchísimo el sistema educativo. Está en crisis, pero la respuesta que la política pública da a esa crisis es ‘reduzcamos el presupuesto’. Pareciera como que ‘si no lo hacemos bien, reduzcamos el presupuesto para que lo hagan peor’.
Usted ha repetido la idea del diálogo, ¿cómo hará para establecer ese canal con el gobierno actual cuando el presidente lo llama a usted “descarado”?
- Nosotros hemos señalado cuatro principios que van a regir en esta administración. En primer lugar está el diálogo, el cual tiene que ser franco, transparente y apegado a la verdad.
Hablamos también de la proximidad. Es estar cerca del estudiantado, cerca de las unidades académicas, de estar cerca de los diferentes sectores de la sociedad costarricense.
Hablamos de la flexibilidad en momentos donde la burocracia institucional pareciera que nos carcome. Y por otro lado hablamos del humanismo.
Si hay una persona que piensa diferente y que se refiere en términos diferentes, pues es situación de él. Eso no nos va a sacar a nosotros ni de nuestra forma de pensar, ni de nuestra forma de actuar, ni del trabajo que tenemos que desarrollar.
El diálogo falló en la negociación del FEES el año pasado y, por primera vez, el aumento lo decidió la Asamblea, ¿le preocupa que esto se siga repitiendo?
- Efectivamente es una situación que puede repetirse. Yo he señalado la necesidad de que la negociación del financiamiento de la educación superior varíe en el sentido de que nosotros como universidades deberíamos de plantear en ese proceso de negociación proyectos específicos que sean de interés para el país, para el Poder Ejecutivo y Legislativo, universidades y de las comunidades.
Más allá de discutir si la inflación fue de un 2% o si hubo deflación, yo creo que deberíamos de trascender y ponernos de acuerdo en cuáles son las áreas de interés en donde las universidades debemos de tener mayor impacto.
Yo he planteado la necesidad de que los crecimientos futuros del FEES puedan destinarse exclusivamente al desarrollo regional, a la presencia de las universidades públicas en las regiones.

El presupuesto del FEES recibe críticas constantemente…
- Ha habido una narrativa desde hace varios años que efectivamente nos lleva a esa crítica constante.
Me refiero a tres aspectos (en los que se enfoca la crítica):
- Se nos dice que no asignamos lo suficiente en becas. Eso es falso. En este momento tenemos 46.000 estudiantes, el 53% tiene beca y el 47% que no tiene es porque no la solicitó y porque no necesita la beca.
- Inversión del FEES al pago de salarios: en cualquier universidad del mundo el monto del presupuesto destinado a salarios ronda entre el 60% y el 70%. Nosotros debemos estar en este momento alrededor del 60,7%.
- Salarios muy altos: el presupuesto en salarios de la Universidad de Costa Rica para el 2025 es menor que el presupuesto en salarios del 2019. ¿Por qué? En el 2020 se emite una resolución mediante la que se acoge el título tercero de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas. En el Consejo Universitario impulsé una reforma integral, ahora el crecimiento salarial ya no es por años de servicio, sino que lo define el mérito.
Existieron salarios abusivos en la Universidad de Costa Rica. Todavía quedan muy poquitos porque ya esas personas se han ido jubilando y se jubilarán en los próximos años. ¿Quedarán salarios abusivos a la vuelta de cinco años cuando ya esas personas se hayan jubilado? No quedarán salarios abusivos, quedarán salarios que tienen que ser competitivos, pero competitivos incluso en el mercado internacional porque necesitamos tener personas muy bien formadas.
¿Se deben revisar los salarios actuales y los que quedan o son solamente críticas populistas?
- Los salarios ya no pueden crecer más allá de los ¢5 millones. Y los salarios altos están congelados desde el 2020, y ya no van a crecer.
¿El Gobierno utiliza el FEES y sus aumentos como un arma?
- Más allá del interés de llevar a las universidades a una línea de pensamiento, me parece que esa política pública obedece a un deseo de favorecer otros sectores en la medida en que el presupuesto universitario no crezca o se reduzca. En esa medida podemos admitir menos estudiantes, entonces ¿dónde se van esos estudiantes? Se van a estudiar a la universidad privada.
A mí me parece que la política pública, más allá de tratar de llevar a las universidades a una línea de pensamiento, es una línea muy clara de favorecer intereses privados.
¿Para qué se quiere debilitar la institución?
- No solo para favorecer a las universidades privadas, sino también para intereses privados. La UCR desarrolla actividades de investigación y de servicio del mismo Estado. En el momento que se debilita al Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales, entonces alguien tendrá que hacer la fiscalización de la obra pública.
¿Por qué destinar fondos a la universidad en lugar de cubrir otras necesidades como hospitales o carreteras?
- Invertir en educación es invertir en un futuro y en darle oportunidades a la ciudadanía.
Si pensamos que no se debe invertir en educación porque hay necesidad en salud, pues creo que es una disyuntiva muy compleja. Es una disyuntiva muy compleja que no debería pasar en línea de ‘a quién le quito’, debería ser en ‘cómo cobro mejor los impuestos para evitar la evasión fiscal’. Ahí debería centrarse la discusión.
Cuando se habla de recortes al presupuesto se suele argumentar que eso disminuirá la cantidad de becas. ¿Esa es la única área que se puede recortar?
- No. Cuando se da un recorte en el presupuesto, lo que se da es un recorte en la acción de la institución.
A pesar de que el FEES crece un 2%, el presupuesto de becas en la Universidad de Costa Rica creció un 5,84%.
Entonces, ¿no es la única área que se puede recortar?
- No. Tenemos que recortar, por ejemplo, en el desarrollo de infraestructura, de equipamiento y de actividades de investigación en sedes regionales.
A pesar de que los recursos todavía no se nos han girado, el presupuesto creció un 5,84% en becas. ¿Por qué? Porque la prioridad institucional son las becas estudiantiles.

El Estado de la Educación demostró que los jóvenes se gradúan de la secundaria con altas deficiencias en conocimientos básicos, ¿cómo abordarán la transición a la universidad de las nuevas generaciones que llegan con vacíos en la formación básica?
- Cada vez el estudiantado tiene que repetir más, sobre todo los cursos básicos. Esto tiene que ver con ese déficit que pueden traer en el conocimiento en áreas específicas.
El problema de repitencia nos genera otro problema: el abandono de los estudios universitarios. Cada persona que deja los estudios universitarios es un fracaso para el sistema.
Incrementó la cantidad de años para graduarse. Se extendió hasta ocho o diez años para graduarse de la licenciatura.
Muchas unidades académicas han tomado la iniciativa de llamar a sus nuevos estudiantes para que lleven cursos básicos de matemática, de química, de física. Así podrán insertarse de mejor manera a la universidad.
Las universidades privadas pueden ser más atractivas para quienes quieren graduarse en un tiempo menor...
- Probablemente. Pero aquí entramos en un tema de calidad y de excelencia.
No podemos facilitar que los cursos se aprueben masivamente con el propósito de tener más personas graduadas, como se ha se ha hecho en la educación secundaria
¿Cómo fortalecerán las carreras de ingeniería para graduar perfiles en línea con la demanda en el sector de semiconductores?
- Somos la universidad que más gradúa personas en ingeniería. Además, graduamos a alrededor del 42% de personas en STEM.
No es suficiente y por eso estamos tomando algunas medidas. Por ejemplo, hay un 25% de personas que son admitidas (a carrera) y nunca consolidaron su matrícula; la idea es generar un proceso adicional para que las personas que quedaron en fila puedan aprovechar el cupo. Esperamos implementar esto en el próximo proceso de admisión.
El país está requiriendo profesionales del área STEM pero la UCR ha reconocido que aumentar cupos en estas carreras es más costoso que en otras, ¿cómo se puede empatar de mejor forma esta oferta académica con la demanda laboral?
- Tenemos que innovar en carreras que vayan acorde con las necesidades del mercado laboral.
Las sedes regionales han venido a la vanguardia en carreras innovadoras. En la sede del Pacífico se da la carrera de tecnología en multimedios.
Estamos convencidos de que tenemos que crear un centro de innovación y alta tecnología que tiene que estar en la zona occidental del país. El crecimiento de la industria de alta tecnología va hacia el occidente.