La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados decidieron este sábado prolongar los actuales recortes de producción durante el mes de julio para sostener los precios del crudo en los mercados, pero lo harán sin México, que se opone.
"Todos los países participantes (...) acordaron prolongar la primera fase de ajustes de producción de los meses de mayo y junio durante un mes más", indicó el comunicado conjunto de lo que se conoce como OPEP+.
Tras un acuerdo alcanzado el 12 de abril, los países de la OPEP y sus aliados decidieron retirar del mercado, del 1 de mayo a finales de junio, 9,7 millones de barriles diarios (mbd), es decir, alrededor del 10% de la oferta mundial antes de la crisis, para enfrentar una caída de la demanda sin precedentes a causa de la pandemia del coronavirus.
El arma habitual de los 13 miembros de la OPEP, cerrar el grifo para sostener los precios, fue utilizada este año con un vigor inusual.
Inicialmente, el recorte debía suavizarse a partir de julio y situarse en 7,7 mbd, hasta diciembre.
Interrogado por la AFP, el ministro argelino de Energía, Mohamed Arkab, mencionó la cifra de 9,6 mbd, es decir 100.000 bd menos que en mayo y junio, una información que no figura en el comunicado de la OPEP.
La diferencia se debe a México. La secretaria de Energía, Rocío Nahle, dijo que su país se negaba a plegarse a este esfuerzo un mes más. La reducción de su producción para mayo y junio es de 100.000 barriles diarios.
"Hay otros países que extendieron hasta julio la reducción. Les dijimos que no, que mantenemos el acuerdo firmado en abril. No hay problema", dijo Nahle a periodistas, durante una visita a un complejo petroquímico en el estado mexicano de Veracruz (oriente).
Algunos analistas y observadores apostaban por una prórroga más larga, hasta después del verano o incluso hasta final de año.
El desconfinamiento ya activo en muchas partes del mundo no ha hecho que el consumo de crudo vuelva a su nivel anterior a la crisis, que ya era inferior a la oferta en ese momento.
Irak y Nigeria, en el punto de mira
Rusia y Arabia Saudita, los dos pesos pesados de la alianza OPEP+, desencadenaron una corta pero intensa guerra de precios tras el fracaso de las negociaciones anteriores a principios de marzo.
Según los cálculos del proveedor de datos Kpler, el cártel ampliado redujo su producción alrededor de 8,6 mbd en mayo, es decir, un 11% menos que el volumen previsto.
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Irak y Nigeria están en el punto de mira pero los nigerianos abrieron la puerta el sábado a una compensación en julio, agosto y septiembre del excedente producido desde principios de mayo.
A pesar de esas dudas, la política de la OPEP ha mostrado su eficacia ya que los precios subieron a principios de junio a alrededor de 40 dólares el barril de petróleo de referencia estadounidense, el West Texas Intermediate (WTI), y su equivalente europeo, el Brent del mar del Norte.
"Felicito a la OPEP+ por alcanzar un importante acuerdo que llega en un momento clave, a medida que la demanda de petróleo continúa recuperándose y las economías reabren en todo el mundo", reaccionó el secretario de Energía estadounidense, Dan Brouillette.
Los precios habían alcanzado su punto más bajo histórico alrededor del 20 de abril, cruzando el umbral de los 15 dólares para el Brent y pasando incluso en negativo para el WTI.
México fuera
México rechazó prolongar a julio el recorte de 100.000 barriles de petróleo diarios, como parte del acuerdo alcanzado el sábado por la OPEP y sus aliados de reducir la producción un mes más para sostener los precios del crudo en los mercados, informó la secretaria de Energía, Rocío Nahle.
"Hay otros países que extendieron hasta julio la reducción. Les dijimos que no, que mantenemos el acuerdo firmado en abril. No hay problema", dijo Nahle a periodistas, durante una visita a un complejo petroquímico en el estado mexicano de Veracruz (oriente).
La funcionaria reiteró que México "cumplió cabalmente" con el compromiso de recortar en 100.000 barriles diarios durante mayo y junio, y señaló que otros países "no cumplieron", pero sin mencionar cuáles.
Nahle afirmó que los miembros de la alianza petrolera ya conocían la posición de México previo a la cumbre.
Tras un acuerdo alcanzado el 12 de abril, los países de la OPEP y sus aliados decidieron retirar del mercado, del 1 de mayo a finales de junio, 9,7 millones de barriles diarios (mbd), es decir, alrededor del 10% de la oferta mundial antes de la crisis, para enfrentar la fuerte caída de la demanda.
Interrogado por la AFP, el ministro argelino de Energía, Mohamed Arkab, mencionó la cifra de 9,6 mbd, es decir 100.000 bd menos que en mayo y junio, una información que no figura en el comunicado de la OPEP.
La diferencia podría explicarse por las presiones de México, ya reticente en anteriores reducciones.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, había dicho el viernes que México no aceptará una mayor reducción petrolera.
"Ya cumplimos y hay países, de acuerdo al mismo reporte de la OPEP, que no han cumplido cabalmente", afirmó el mandatario.
Previo al recorte, la producción de México se ubicaba en 1,7 mbd, tras alcanzar 3,4 mbd en 2004. Las exportaciones de crudo representan un quinto de los ingresos del país, cuya economía sufre los estragos de la pandemia de la covid-19.
La estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta una dura situación: perdió 562.200 millones de pesos (unos $23.500 millones) en el primer trimestre debido a diferenciales cambiarios que aumentaron su abultada deuda, y por el desplome de las cotizaciones.