El economista costarricense Rodrigo Chaves será el relevo de Rocío Aguilar en la jefatura del Ministerio de Hacienda. Actualmente se desempeña como director de país del Banco Mundial de Indonesia, puesto que ocupa desde agosto del 2013.
El nombramiento de Chaves fue confirmado por el presidente de la República Carlos Alvarado la tarde de este miércoles en sus cuentas de redes sociales.
“Con su designación busco ratificar el compromiso de nuestro Gobierno con la estabilidad fiscal y poner un acento especial en materia de reducción de la pobreza y eficiencia de los presupuestos. Confío plenamente en su capacidad para liderar esta Institución”, apuntó el mandatario.
El economista asumirá de manera formal la cabeza de Hacienda “a final de noviembre" según declaró Alvarado en entrevista en Grupo Nación este 30 de noviembre.
Chaves, quien tiene un doctorado en economía de la Ohio State University de los Estados Unidos, también trabajó como director de sector del Departamento de Reducción de la Pobreza y Gestión Económica para la región de América Latina y el Caribe.
Su trayectoria de 20 años en el Banco Mundial incluye puestos de análisis y operaciones en más de 45 países de América, Europa y Asia.
He designado a Rodrigo Chaves como nuevo Ministro de Hacienda. Por 27 años se ha desempeñado en el @BancoMundial y actualmente es el Director País en Indonesia. Cuenta con amplia experiencia como economista en materia fiscal, en reducción de la pobreza y desarrollo rural. (1/2) pic.twitter.com/Cf3q3VIai3
— Carlos Alvarado Quesada (@CarlosAlvQ) October 30, 2019
El nombramiento de Chaves al mando de Hacienda se dio exactamente una semana después de que Rocío Aguilar presentó su renuncia. “Teníamos que hacer una designación pronta para mantener la confianza”, declaró el Presidente.
El economista publicó diversas investigaciones sobre temas como políticas macro y microeconómicas, suficiencia fiscal, calidad del gasto fiscal, prestación de servicios públicos, sector privado, crédito, inversión y desarrollo del mercado financiero.
También dirigió evaluaciones conjuntas del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aplicadas al sector financiero de países de economías emergentes.
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Antes de su paso por el Banco Mundial trabajó en la administración de un banco privado y se desempeñó como consultor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés).
Esta experiencia fue un factor fundamental para que Alvarado se decidiera por Chaves para el puesto de nuevo ministro. “Hice varias consultas y pedí consejo y me llegó un currículo de una persona desconocida, pero con un currículo impresionante, tiene experiencia en el trabajo con 42 países y con funcionarios del más alto nivel”, declaró.
El ministro recién designado tiene un vínculo muy cercano con el economista y abogado Claudio González, quienes es uno de los miembros fundadores de la Academia de Centroamérica.
González es profesor emérito de la Ohio State University, institución en la que estudió Chaves. Ambos comparten varias publicaciones de artículos académicos que firman en conjunto.
El nuevo ministro de Hacienda es uno de los asociados de la Academia de Centroamérica, según consta en el sitio web de la institución, y comparte este estatus con otras figuras del actual Gobierno como la exministra Rocío Aguilar; Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR); Edna Camacho, exministra coordinadora del equipo económico; y Rodolfo Piza, exministro de la Presidencia.
Retos fiscales y políticos
Este economista asumirá el puesto que dejó vacante Aguilar el pasado miércoles 23 de octubre cuando la Contraloría General de la República (CGR) recomendó una sanción de 30 días en su contra por pagar bonos de deuda pública sin tener la aprobación de la Asamblea Legislativa.
Parte de los principales retos del nuevo jerarca de Hacienda será la colocación de los eurobonos, así como el diseño del Presupuesto Nacional 2021, según detalló Alvarado.
El nuevo Ministro de Hacienda tendrá que trabajar en la contención del gasto público y defender la correcta aplicación de la regla fiscal, esta última medida es la que podría generar mayores efectos en la reducción del déficit financiero a mediano plazo.
“Otra de las tareas fundamentales será el manejo adecuado de nuestra deuda pública. Debemos trasladar la consolidación fiscal a nuestros compromisos”, detalló el Presidente.
La llegada de Chaves se da en un momento en el que el déficit fiscal se proyecta en 6,3% del Producto Interno Bruto (PIB), la deuda llegará al 53,3% y los ingresos totales de Hacienda cayeron del 15% en 2018 al 14% este año.
Sobre la lejanía que tiene Chaves de la realidad y los diferentes sectores del país, Alvarado considera que ese es justamente uno de los valores agregados del nuevo jerarca ya que podrá abrir nuevos espacios de diálogo.
“El reclutamiento de los jerarcas lo hago yo directamente. Sabía que los salarios que reciben los ministros no son competitivos a ese nivel, pero el reto es importante. Don Rodrigo me dijo que él tenía experiencia trabajando en más de 40 países, pero no en el suyo y por eso tenía el deseo de venir y contribuir", explicó el Presidente.
El mandatario también destacó la experiencia que tiene el nuevo jerarca en el área de la eficiencia del gasto y la inversión, para mejorar cómo se destinan los recursos para la generación de mayor bienestar para la población.
El ambiente político previo a la llegada de Chaves al Ministerio de Hacienda también representa un reto para el nuevo jerarca. Después de las salidas de Rodolfo Piza (29 de julio) y Edna Camacho (26 de mayo), el Gobierno evidenció desacuerdos públicos entre Aguilar y otras autoridades del Gabinete.
Por ejemplo, la exministra declaró ante la prensa su disconformidad rotunda con el acuerdo firmado por Víctor Morales, ministro de la Presidencia; el exministro de Trabajo Steven Núñez y el presidente de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Román Macaya con los sindicatos de esa entidad para deponer la huelga.
El acuerdo mantenía el pago de pluses en forma porcentual para los trabajadores de la CCSS, cuando la reforma fiscal estipula que deben ser montos nominales.
Frente a una comisión legislativa, Morales aceptó que los términos de dicho acuerdo nunca se le consultaron con Aguilar.
Hacienda también quedó fuera de la negociación con las universidades públicas sobre el uso de los ¢512.781 millones que el Gobierno les girará en 2020 mediante el Fondo Especial para la Educación Superior (FEES). El ministro Morales dijo que no se incluyó a Hacienda en el diálogo porque ya no versaba sobre asuntos presupuestarios.
Sobre este segundo desencuentro con Aguilar, el Presidente señalo que a las universidades públicas solo se les dio "la inflación y con eso no se incumple la regla fiscal”.
El actuar del Ejecutivo en estas negociaciones, si bien no terminó por cristalizarse en incumplimientos a la reforma, alimentó la incertidumbre respecto al compromiso que existe con la implementación de Ley de Fortalecimiento de la Finanzas Públicas (9.736).
En este punto Alvarado todavía paga las culpas fiscales de la primera gestión de su partido. El primer plan de gastos presentado por la administración Solís Rivera planteaba un crecimiento del 19% con respecto al año anterior. El aumento era cinco veces superior a la inflación del momento.
El Ejecutivo tiene la necesidad de cultivar la confianza no solo en los actores locales. Calificadoras de riesgo e inversionistas internacionales observan tanto la implementación como el rendimiento de la reforma fiscal. Hasta el momento no parecen estar especialmente impresionados.
Tras la designación de Chaves, el mandatario le pide a los diferentes sectores sociales que escuchen la visión del nuevo ministro antes de encasillarlo en posiciones de derecha o de izquierda.
La luz verde al plan fiscal por parte del Congreso no logró mejorar la calificación de riesgo de la deuda costarricense otorgada por las principales agencias globales.
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