La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) reprochó el pasado 11 de febrero la ausencia del reglamento de la Ley para atraer trabajadores y prestadores remotos de servicios de carácter internacional (Nº 10.008) y alertó sobre la pérdida de oportunidades respecto a otros países competidores que ya cuentan con condiciones para captar este nicho de mercado.
Esta misma semana el diputado liberacionista y exministro de Turismo, Carlos Ricardo Benavides, denunció el atraso durante las sesiones de la Asamblea Legislativa. Benavides fue el principal promotor de la iniciativa que fue aprobada hace siete meses.
El llamado nómada digital es un tipo de turista cuya estadía puede extenderse por meses y hasta un año o más en un mismo país, a diferencia del turista tradicional que viene por unos días. La mayor estadía implica que este trabajador visitante aumenta los gastos a nivel local favoreciendo empresas de turismo, transporte, de alquiler de apartamentos o residencias, y a otros comercios en los destinos a los que acuda.
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La Ley 10.008 fue firmada el 11 de agosto de 2021 por el presidente de la República, Carlos Alvarado, el ministro encargado del sector Turismo, Gustavo Segura, en un acto realizado en el Centro de Convenciones de Costa Rica. Anteriormente también había sido firmada por los jerarcas de Hacienda y Gobernación, Elian Villegas y Michael Soto, respectivamente.
El gobierno reconoció con toda pompa que la ley permitía contar con el marco normativo apto para atraer a los llamados nómadas digitales, reforzando la competitividad turística y dando seguridad jurídica e incentiva a los trabajadores remotos que escojan a Costa Rica como su sede de labores.
“Este es un proyecto que tiene escrito a través de todas sus páginas las palabras empleo y bienestar en todo el territorio nacional”, dijo en ese momento Alvarado. “El nómada digital consume servicios, alimentación, hace compras, usa el transporte, contrata personas”.
El objetivo de la ley es fomentar la visitación de larga estancia en Costa Rica y aumentar el gasto de recursos de origen extranjero en el país. La normativa establece la categoría migratoria de no residente para los beneficiarios así como exención total del impuesto sobre las utilidades.
“La ley da esperanza para el sector turismo, para la reactivación económica de nuestro sector y con ello del país en general”, dijo entonces el ministro Segura.
Como en toda ley, para que entre a regir, faltaba un detalle: el reglamento. Aprobada la ley por el Legislativo y firmada por el Ejecutivo, solo quedaba que varias instituciones involucradas aprobaran el reglamento.
¿Por qué es importante?
La ley permite a toda persona extranjera, con un ingreso mayor a $3.000 al mes o de $5.000 al mes si viaja con su familia, permanecer hasta por un año en el país con una visa que puede prorrogarse por un año adicional.
El nómada digital puede también importar equipo personal básico de cómputo, informático, de telecomunicaciones o análogos, necesarios para cumplir con sus labores o la prestación de sus servicios, con la respectiva exoneración del pago de todos los impuestos siempre y cuando cumplan con los criterios de proporcionalidad que serán dictados por parte de la Dirección Nacional de Aduanas del Ministerio de Hacienda.
Los beneficiarios tendrán exención total sobre el impuesto sobre las utilidades, definido en el título I de la Ley del Impuesto sobre la Renta (No. 7092). Además, la licencia de conducir otorgada en el país de origen de la persona beneficiaria y que se encuentre vigente será válida para los efectos de conducir en Costa Rica.
Todos estos beneficios rigen por los plazos del permiso migratorio, excepto si se determina la pérdida de la condición legal.
Impacto económico
Con la vigencia de esta ley, el mismo Ejecutivo proyectaba que los nómadas digitales contribuyan a la recuperación turística en las diferentes regiones por medio de los servicios de alojamiento, alimentación, alquiler de vehículos, tours, servicios médicos, salones de belleza y hasta servicios educativos.
El gobierno indicó en agosto de 2021 en el Centro Nacional de Convenciones que los 32 centros de desarrollo turístico de Costa Rica tienen condiciones para recibir y atender nómadas digitales, de forma que ellos pueden establecer su “oficina” en las playas, montañas, volcanes y una variedad de ecosistemas en Costa Rica.
La tendencia a los nómadas digitales se generó con las posibilidades que facilitan las telecomunicaciones y la tecnología para el trabajo remoto, así como el crecimiento de la población que opta por un estilo de vida de aventura o de viajes a sitios exóticos y alejado de las grandes ciudades.
Ya en el 2017 una porción de los trabajadores eran remotos en Estados Unidos (6%), Europa Occidental (16%) y Centroamérica (14%), según la Digital Nomad Survival Guide. Con la pandemia en los mercados desarrollados se produjo una migración de empleados de empresas a sitios alejados que contaran con conectividad banda ancha, tanto para teletrabajo como trabajo remoto o flexible (desde cualquier sitio y horario).
La firma MBO Partners indicó en un informe del año anterior que los nómadas digitales pasaron de 7,3 millones en 2019 a casi 11 millones en 2020 en EE. UU., al tiempo que estima que unas 17 millones de personas aspiran a ser nómadas digitales.
En la atracción de nómadas digitales compiten muchos países, incluidos fuertes mercados turísticos de Europa, como España que ya cuenta con legislación para nómadas digitales, de Asia y de América Latina.
En España se incluyeron las facilidades dentro del un proyecto aprobado por el Consejo de Ministros en diciembre de 2021 para favorecer el auge de startups o emprendimientos tecnológicos, que precisamente es uno de los segmentos de jóvenes empresarios que más aprovechan el trabajo remoto.
Facilidades necesarias
Un reporte del diario El País, de España, indicó en noviembre de 2020 que hay lugares muy especiales para nómadas digitales por todo el globo, “desde megalópolis punteras en el ámbito tecnológico hasta aldeas medievales y apacibles resorts de playa”.
Para la elección del destino, los nómadas digitales se fijan en seguridad, idioma, facilidades de transporte y costo de vida, y en especial:
—Una buena conexión a Internet, con alta velocidad que permita trabajar en proyectos de todo tipo, incluyendo digitales que requieren más recursos de red.
—Que se cuente con sitios aptos para el desarrollo de la actividad, como espacios de trabajo compartidos, cafeterías con wifi gratuito o lugares que ofrezcan la posibilidad de organizar eventos y encuentros sociales a través de las redes.
—Y, en tercer lugar, “es fundamental que el destino ofrezca facilidades con el visado”, según la publicación española. Es decir, las condiciones legales para que el nómada digital pueda operar, quedarse y viajar dentro del destino sin problemas.
Un reporte de The Travel & Adventure Life indicaba en setiembre de 2021 unos 15 destinos que contaban con esta facilidad legal: Anguila, Barbados, Bermuda e Islas Caimán, en el Caribe; Australia, en Oceanía; Alemania, Croacia, República Checa, Estonia, Georgia, Islandia, Noruega y Portugal, en Europa; y México y Colombia en América Latina.
Mientras tanto, en Costa Rica…
El reglamento debió estar listo a inicios de noviembre del año anterior, tal y como lo establecía uno de los transitorios contenidos en la ley, la cual se aprobó desde el 13 de julio en segundo debate legislativo y publicada oficialmente el 1° de setiembre de 2021 en La Gaceta.
“La falta de reglamentación impide la debida aplicación de la ley y genera incertidumbre jurídica a las empresas”, advirtió el presidente de Canatur, Rubén Acón.
En Costa Rica los hoteles y el sector inmobiliario empezaron a realizar mejoras en sus instalaciones (espacio, conectividad, ofertas residenciales o de alojamiento) para recibir nómadas digitales. Los operadores de telecomunicaciones también anunciaron servicios para la industria enfocada en este tipo de visitante.
Pero falta el reglamento que dé seguridad jurídica a los turistas que ya vienen al país para largas estadías y trabajan desde aquí para sus empresas o clientes en diferentes sitios y, en especial, para que el país se promueva como un destino para nómadas digitales aprovechando sus reconocidas ventajas.
Acón advirtió que la imposibilidad de empezar a aprovechar los beneficios de la ley aprobada pone a Costa Rica en desventaja respecto a otros países que actualmente ofrecen algún tipo de incentivo que facilita que viajeros puedan vivir en sus territorios por más tiempo mientras trabajan.
El empresario indicó que el sector espera que el resultado final del proceso sea un reglamento congruente con el espíritu de la legislación de facilitar que las personas que tienen interés de establecerse en el país en condición de trabajadores remotos un ambiente apropiado. Además, debe ser un reglamento que no obstaculice el acceso a los beneficios que contempla la ley.
Canatur advirtió, además, que el Índice de Viajes y Trabajo realizado por el metabuscador de viajes, Kayak, clasifica a Costa Rica en el puesto siete entre los 111 mejores países para trabajar a distancia y como número uno de Norteamérica y Centroamérica.
A eso se suma que Google realizó un análisis de las tendencias de viaje para 2022, en el cual indica que los viajeros tienen como propósito trabajar de manera remota mientras descubren nuevos sitios y viven nuevas experiencias.
Por esas razones, Canatur advirtió que no se debe perder tiempo para generar las condiciones necesarias que permita atraer este tipo de turistas que rompen con la estacionalidad, promueven la reactivación de la actividad turística y fomentan la economía mediante el consumo de productos y servicios
“Somos un destino popular porque tenemos las condiciones que busca este tipo de trabajador”, recalcó Acón. “Urgimos a los entes competentes para que a la mayor brevedad culminen este proceso y expidan, finalmente, el reglamento”.