Una propuesta del gobierno reduciría hasta en un 50% los aranceles migratorios que hoy pagan los productores agrícolas para contratar mano de obra extranjera que llega al país a laborar en cultivos.
Esto sería posible con una reforma a Ley General de Migración y Extranjería y aplicaría para trabajadores que ingresen por periodos menores a seis meses.
La mano de obra foránea es necesaria para dar abasto con las labores de recolección en el país, en cultivos importantes como café, caña de azúcar, melón, naranja, sandía, plantas, flores y follajes, entre otros. Además de producciones que se dan todo el año como piña y banano.
Solo en el caso del café, uno de los productos de exportación importantes para el país, se requieren al menos 20.000 recolectores foráneos.
“La idea con este proyecto es incrementar el porcentaje de migrantes que ingresan de manera formal. Estamos promoviendo bajar los costos de formalización y permitirles a los productores también asegurar a todos estos trabajadores y que sea un flujo más ordenado de ingreso”, explicó Víctor Julio Carvajal, ministro de Agricultura y Ganadería.
Al consultarle al jerarca que cuántos trabajadores extranjeros en total requiere el país para cumplir con todos los cultivos, reveló que no manejaba el dato exacto.
Actualmente, cada productor debe pagar $60 por trabajador foráneo que contrate (en su gran mayoría nicaragüenses). Con esa cuota, reciben los permisos correspondientes para ingresar al país y realizar sus labores acorde a la ley. No obstante, en algunos casos vienen por periodos cortos y eso encarece la operación.
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Los indígenas gnöbe, que son otro de los grupos importantes en trabajos de recolección, no pagan este arancel debido a que tienen libre movilidad en el territorio nacional.
Si la propuesta del Ejecutivo avanza, se cancelarían $30 por trabajador. El proyecto no se ha presentado aún a la Asamblea Legislativa, sin embargo, la idea del Ejecutivo es que esté aprobado en el segundo semestre de este año.
Para los productores esta propuesta llega como agua de mayo ya que verían aliviadas sus cargas.
La formalización de estos trabajadores permitirá también reducir la incertidumbre sobre las posibles multas que se puedan cobrar a los dueños de fincas que contraten a peones indocumentados, de manera que se genere seguridad jurídica para todos los involucrados.
“El pago actual de los aranceles que se debe realizar para la contratación de mano de obra migrante en el sector agropecuario tiene un costo muy alto, y se ha convertido en una de las mayores trabas que debe solucionarse. Desde esa perspectiva, vemos con buenos ojos dicha propuesta. La necesidad de esa reducción es un tema en el que hemos insistido constantemente”, comentó Rigoberto Vega, presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria.
Control de la propuesta y del ingreso
El sector agrícola aboga para que existan vigilancias que garanticen que a los trabajadores extranjeros se les cumpla con las condiciones de trabajo y personales para realizar sus tareas. Por ejemplo, el respectivo seguro, salario correspondiente y otras garantías sociales.
Al mismo tiempo solicitan mecanismos para evitar que haya descontroles una vez que el trabajador extranjero esté en el país.
“Si el Estado tiene cómo regular, desde el punto de vista migratorio y de cumplimiento de las empresas con la legislación laboral y seguridad social de los trabajadores, bienvenida sea la propuesta”, expresó Abel Chaves, presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (Canapep).
Las empresas afiliadas a Canapep generan unos 30.000 empleos, de los cuales un 40% son extranjeros.
El agro no atrae a jóvenes
Según cifras de la Encuesta Continua de Empleo (ECE), la fuerza de trabajo del sector agropecuario en el cuarto trimestre 2022 fue de 237.602 personas, lo que significó una caída con respecto al mismo trimestre del año anterior de un 11,4%, es decir, 30.459 personas menos.
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Es importante aclarar que la fuerza de trabajo en el sector tiene dos vertientes: los puestos permanentes y los temporales, estos últimos se movilizan dependiendo el periodo de cosechas.
Entre octubre y diciembre de 2022, el agro ocupó el tercer lugar como generador de trabajos aportó el 10,1% al total de ocupados en el país; es decir empleó a 218.605 personas
Estas actividades no son atractivas para los jóvenes del país, ya que el 46,2% de las personas que laboran en el sector tenían 45 años o más (100.953 personas) al cierre del año pasado, y de estas 35.832 personas tenían 60 años o más. Mientras que la población joven (de 15 a 24 años) representó solo el 11,7% de los ocupados.
El ingreso mensual bruto en el sector agropecuario al cierre del 2022 alcanzó un monto de Ȼ306.860, lo que representó una disminución interanual del 1,1% en comparación con el mismo periodo del año previo.
Por otro lado, el reportado a nivel nacional fue de Ȼ456.620, esto significa que el ingreso estimado en el sector agro es menor en prácticamente Ȼ150.000 al promedio.
Aunado a estas cifras, al cierre del año pasado, un 54% de quienes realizan actividades agrícolas principalmente lo hicieron en la informalidad.
Este grupo incluye a asalariados que no están inscritos en la seguridad social a través de sus patrones, ayudantes no remunerados, trabajadores por cuenta propia y empleadores que tienen empresas sin registrar en el Registro de la Propiedad.