El Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y el Reino Unido (Aacru) deberá de correr por los corrillo de la Asamblea Legislativa para ser aprobado, y publicado en La Gaceta, antes del 31 de octubre y así garantizar las relaciones comerciales entre ambos mercados.
La urgencia existe porque esa es la fecha en que los ingleses deberán de concretar el divorcio de la Unión Europea (UE).
“Hay tiempo de publicarlo y de que entre en vigor hasta el 30 de octubre y el acuerdo entra en vigor cuando el Aacue deje de aplicarse al Reino Unido. Si el Brexit duro ocurre o hay una transición, estamos preparados” explicó Dyalá Jiménez, ministra de Comercio Exterior a EF.
En los pasillos legislativos el punto de partida será la Comisión de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior, donde un grupo de nueve diputados analizará el texto que luego debe ser votado en el plenario y la Sala Constitucional. La incógnita es si la iniciativa superará la discusión parlamentaria a tiempo.
El tratado, que se firmó el pasado 18 de julio, puso fin a meses de incertidumbre para el sector exportador y consiste en una versión abreviada del Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea (Aacue). Su objetivo principal es garantizar el intercambio comercial para evitar la disrupción entre los mercados, según la jerarca del Ministerio de Comercio Exterior.
Durante el 2018 el intercambio comercial entre Costa Rica y el Reino Unido fue de $326 millones, y las exportaciones dejaron divisas por $191 millones.
La milla extra
A menos de tres meses para que los ingleses se separen de la UE, la diputada liberacionista Karine Niño, presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior, comentó a EF que hay un acuerdo con la ministra del Comex para darle agilidad al acuerdo.
Sin embargo, al martes 6 de agosto, el Aacru todavía no había ingresado a la corriente legislativa. Comex reportó un atraso con el foliaje del texto, según manifestó Niño.
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Para que el proyecto debute en la Asamblea primero debe ser publicado en La Gaceta para después ser asignado a comisión, donde lo analizarán nueve congresistas.
Por tratarse de un acuerdo internacional este no puede modificarse, sin embargo, esta situación no elimina la posibilidad de que algún diputado pueda aplicar mociones que dilaten la discusión.
Si hay voluntad política y no se le aplican mociones, el texto iría a consultas por un lapso de ocho días hábiles y después regresaría a comisión.
Una vez que terminen las consultas se dictamina el texto sin necesidad de hacer informe e ingresa al plenario n el último lugar de la agenda, según comentó la legisladora liberacionista.
En comisión la discusión podría tardar entre dos y tres semanas, de acuerdo a los cálculos de la diputada verdiblanca.
Cuando llegue al plenario se debe de votar una moción de consenso para que el tratado pueda subir a primer lugar. Si la iniciativa encuentra apoyo suficiente para ser aprobada en primer debate, el próximo destino sería la Sala Constitucional, donde podría tardar aproximadamente un mes.
Luego volvería a la Asamblea Legislativa para darle votación en segundo debate.
Si el texto entra a la corriente legislativa en los próximos días y el proceso en comisión es ágil, el Aacru podría aprobarse en mes y medio, según Niño.
Ambiente en la Asamblea
El nivel de aceptación o resistencia al Aacru aún es incierto ya que la mayoría de fracciones desconocen el texto. Sin embargo, algunos diputados se aventuran a decir que la aprobación sería fácil en vista de que este guarda muchas similitudes con el Aacue.
La bancada liberacionista estaría en disposición de apoyar el texto a pesar de no conocer la versión final, de acuerdo a Karine Niño, legisladora del Partido Liberación Nacional (PLN), y presidenta de la comisión.
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El Aacru al ser muy similar al Aacue no tendría problemas para ser aprobado según María Inés Solís, jefa de fracción socialcristiana. A pesar de esta posición, Solís externó que aún no conoce los detalles y mediante la oficina de prensa informó que prefiere no emitir una opinión grupal hasta analizarlo.
En la misma línea están el frenteamplista José María Villalta y Floria Segreda de Restauración Nacional quienes prefieren estudiar el tratado antes de emitir una opinión.
Por su parte, la bancada oficialista esperará a que el proyecto entre en el orden del día para tomar una posición. Pero al igual que la legisladora socialcristiana, la diputada Nielsen Pérez del Partido Acción Ciudadana (PAC), confía en que la iniciativa saldrá victoriosa.
“Hay conciencia de que el convenio es muy importante para no perder los aranceles que se han logrado negociar y para que el sector exportador no que desprotegido. Hay conciencia a ese nivel”, manifestó Pérez.
El entusiasmo por la aprobación también se extiende más allá de Cuesta de Moras. La ratificación se podría hacer de manera rápida “y sin mayor problema”, de acuerdo Gerald Solano, investigador de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional (UNA).
La seguridad del Aacru
Los equipos técnicos de las autoridades centroamericanas e inglesas acordaron una versión abreviada del Aacue, donde se retoman las desgravaciones arancelarias del acuero con el bloque Europeo donde quedaron –es decir, no parten desde cero– y se dejaron intactos los temas sustanciales, como las normas de origen.
“Lo único que cambia son los contingentes, unos de Centroamérica como bloque, otros de cada país, y adicionalmente unos que negociamos con Reino Unido para los exportadores”, detalló la jerarca de Comex.
Además se mantienen las condiciones arancelarias para las exportaciones de banano, el producto que lidera las ventas costarricenses en el mercado inglés. En el 2018 la fruta dejó divisas por $77 millones lo que representó un 40% del monto total exportado que fue de $191 millones.
Entretanto, la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco), reconoce la importancia del Aacru por lo que solicita un trámite expedito ante la Asamblea Legislativa para garantizar el dinamismo comercial, así lo indicó Andrés Gamboa, director ejecutivo de la cámara.
Por su parte los ingleses desean fortalecer las relaciones comerciales que mantienen con sus actuales socios, así lo dio a conocer la embajada británica en Costa Rica mediante un comunicado de prensa.
“Esperamos fortalecer nuestros vínculos políticos y económicos con Centroamérica, para que exportadores y consumidores tengan la certeza que necesitan para continuar haciendo negocios libremente y con confianza en el exterior”, indicó Jeremy Hunt, secretario de Asuntos Exteriores.