Con la excepción de Caldera, los puertos del Pacífico son considerados de poca actividad más allá de la turística, según el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop).
Sin embargo, para acompañar el plan maestro de actualización de Caldera, la institución trabajó un segundo documento que pretende actualizar los muelles de Puntarenas, Golfito y Quepos.
Los proyectos plasmados en el documento podrían ejecutarse de dos maneras. En la primera la construcción correría por parte del Estado, liderado por el Incop e inclusive el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT). La alternativa es que los trabajos se realicen a través de iniciativas privadas.
Turismo
Mientras Caldera es el principal puerto del Pacífico, impulsado por la carga principalmente a granel pero también de contenedores, las posibilidades de brillar para los demás muelles se ven asociadas al turismo.
El plan propone que los cruceros que ocasionalmente atracan en Caldera se transfieran a Puntarenas, en línea con la especialización de los muelles.
Ya está en curso un proyecto para agregar un dique adicional en el muelle porteño. Esto permitirá el atraque de cruceros de 310 metros de longitud y proporcionará suficiente capacidad de atraque hasta el 2040.
Asimismo, se prevé la construcción de las instalaciones de la terminal de cruceros, que incluyen un vestíbulo de entrada, oficinas administrativas, de operaciones, inmigración y turismo, entre otros.
El total de las inversiones en Puntarenas es de $6,5 millones.
El caso de Golfito tiene más aristas y también más peso para el Incop. El puerto del sur es el segundo en importancia en el Pacífico ya que también realiza, en pequeña escala, trasiego de carga.
Actualmente el muelle se utiliza para exportaciones de aceite de palma y algunas cantidades limitadas de carga general. Sin embargo, en la región no se espera un crecimiento en la producción de aceite porque no se están desarrollando nuevas plantaciones.
En consecuencia, se le apuesta también a los cruceros. Con una longitud de 317 metros y un calado (profundidad que alcanza en el agua la parte sumergida de un barco) máximo de nueve metros, el muelle tiene suficiente capacidad hasta el 2040 para el tráfico futuro de embarcaciones. Pero es necesaria la construcción de una terminal exclusiva para cruceros.
Este proyecto incluye un puesto de información turística, puntos de venta de alimentos y bebidas, sala de primeros auxilios, servicios sanitarios y salas de espera, entre otros. Sumado a esto, el puerto deberá contar con una oficina de aduanas e inmigración. En total las inversiones serían de $3 millones.
Las instalaciones en Quepos son las de menor peso en el Pacífico.
El puerto no se utiliza para atracar cruceros ya que las embarcaciones turísticas que llegan a la zona, transportan a los pasajeros desde la embarcación al muelle. La infraestructura es vieja y está en malas condiciones.
Con este panorama, el plan maestro propone dos alternativas.
La primera es invertir $6 millones en acortar el muelle existente y acondicionarlo para botes de pesca.
La segunda contempla la construcción de muelles tipo “tender” para que el transporte de los pasajeros en embarcaciones pequeñas desde el crucero a tierra sea más sencillo. Esta intervención tendría un costo aproximado de $5,2 millones.
Recope en el Pacífico
Actualmente, la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) cuenta con infraestructura para el recibo de todas las importaciones de combustibles, únicamente en el Atlántico.
Sin embargo, uno de los destinos del combustible importado por Recope es la Planta Térmica del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) que se encuentra en Garabito de Puntarenas.
Dentro del plan maestro de los muelles del Pacífico uno de los proyecto propone la ubicación de una monoboya en Caldera para recibir y enviar combustibles.
El objetivo de este proyecto, según Juan Ramón Rivera presidente ejecutivo del Incop, es reducir la vulnerabilidad del país ante situaciones de mal tiempo en el Caribe, desastres naturales o accidentes. A la vez ayudaría a mantener mayores niveles de inventarios estratégicos en la costa pacífica y aumentar la confiabilidad de suministro de búnker en la planta de Garabito.
La colocación de una monoboya se haría en las cercanías de las rutas de navegación de puerto Caldera, mar adentro y la administración estaría a cargo del Incop. Este proyecto significa una inversión aproximada de $5 millones.