Pese a la reapertura total de las fronteras aéreas costarricenses a partir de noviembre de 2020 y la disminución de los requisitos de vuelo relacionados con la COVID-19, la época de temporada alta se queda corta por el momento y no evidencia la recuperación que auguraban las autoridades de Turismo en octubre pasado.
Costa Rica recibió 310.799 turistas por la vía aérea, entre noviembre de 2020 y marzo de 2021, de los cuales 227.009 turistas fueron norteamericanos.
Esta cifra apenas supera el 62% de las 500.000 personas que el Ministerio de Turismo estimaba captar en temporada alta, según dijo el ministro Gustavo Segura en conferencia de prensa, en octubre pasado. En aquel momento, el jerarca afirmó que el país esperaba captar medio millón de turistas a mayo, con la reapertura total para turistas provenientes de Estados Unidos.
Con cinco meses a cuestas y apenas dos más por delante, el país ve lejos alcanzar esa meta. Tendría que revertir las curvas tradicionales de visitación para acercarse.
Entre tanto, los recursos generados por el Costa Rica a partir de estas visitas siguen alicaídas. Datos del Banco Central, para el último trimestre de 2020, indican que la generación de divisas por turismo se contrajo a una octava parte de lo registrado en el mismo período de 2019.
El sector turístico, por su parte, no se sorprende con los resultados. La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) ve las cifras como un dolor de cabeza esperable. Más bien ruega al Gobierno por medidas excepcionales que permitan al país sostener su tejido empresarial en los próximos años, en los que auguran cifras igualmente bajas.
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Rodolfo Lizano, director de Planeamiento Turístico del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), explicó a EF que los escenarios que plantea el ICT solo son posibilidades y que estas son todavía más impredecibles, en medio de condiciones como las actuales.
“En tiempos de pandemia se ha trastocado un poco la manera en que podíamos medir el futuro a partir de las situaciones del pasado y los modelos que teníamos para, entre comillas, predecir lo que podíamos esperar a futuro (...) como la situación es difícil y cambiante semana a semana”, comentó.
Pese a los resultados, Lizano aseguró que los datos hasta el momento evidencian una curva “cercana” a la proyectada, y que el país aún tiene por delante meses como julio y agosto, que suelen registrar buenas visitaciones. “Uno esperaría, con mucha fe en el futuro, que Costa Rica pueda captar un poco más de esos 500.000 turistas y quizás acercarse más al millón a final de año. Eso va a depender de la evolución de condiciones que cambian cada semana”.
También rescató que un factor clave para el país será la reactivación de rutas aéreas, un camino que marcha bien, según las métricas internas de asientos disponibles estimados por las aerolíneas activas.
Según las proyecciones que facilitó el ICT a este medio, los asientos disponibles estimados pasaron de 154.981 en diciembre a 185.477 en marzo, mientras que para mayo se proyectan 209.000 y para junio 260.000. “Conforme la cantidad de líneas aéreas aumente, esperaríamos que los flujos aumenten (...) los números están sujetos a cambios, pero hay una tendencia creciente de asientos programados”, declaró Lizano.
Recursos caen
Los resultados de la cuenta de viajes del Banco Central –una estimación sobre la generación de divisas producidas por el turismo– dan cuenta de un golpe abrupto para el sector en el país. Dicha cuenta estimó una generación de apenas $108 millones por concepto de viajes, apenas una octava parte del monto que se registró en el mismo período de 2019, sin la pandemia.
Estas estimaciones las realiza el emisor a través de datos proporcionados por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), sobre las características de los distintos mercados turísticos (incluidos sus patrones de consumo y su estadía promedio).
La cuenta de viajes incluye todas las inversiones que realizan personas no residentes que ingresaron por cualquier vía al país (terrestre, marítima o aérea), incluido el pago de hospedaje, la alimentación y el entretenimiento.
Rigoberto Torres, ejecutivo del Área de Estadísticas del Sector Externo de la División Económica del BCCR, indicó a EF que las cifras para el primer trimestre de 2021 aún no están listas; sin embargo, adelantó que los resultados serán “mucho más bajos de lo esperado”, según datos preliminares de los que disponen.
“Pareciera que los datos del primer trimestre están muy por debajo de lo que inicialmente nosotros habíamos previsto. Aunque no tenemos todavía el dato exacto, sí va a estar muy por debajo de lo que habíamos previsto”, adelantó.
Para Torres, Costa Rica ha logrado sobreponerse a la caída en turismo porque su estructura de exportaciones se ha logrado diversificar en los últimos años y esto aumenta la resiliencia ante el impacto de uno de los sectores más productivos para el país.
“El año pasado, si bien es cierto el turismo se vio muy lesionado por el problema global, los servicios a distancia de computación y empresariales presentaron un rendimiento creciente en comparación (...) si bien el impacto en turismo fue de unos $2.800 millones menos, el país logró un desempeño bastante favorable a pesar de las circunstancias”, subrayó.
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Duro, pero esperado
Rubén Acón, presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), afirmó a EF que si bien el impacto de la pandemia es alto para el sector, las cifras no le sorprenden. Por el contrario, dijo que esperaban una caída por debajo del 25%, basados en estudios y previsiones internacionales.
“Todos los estudios hablan de un arranque que va a ser gradual. Nosotros para el año entrante podría ser que alcancemos un 30%, el siguiente año un 50%, después tal vez 70%, hasta que, tal vez en 2024 o 2025 alcancemos los volúmenes de 2019 (...) la razón es obvia, la pandemia afectó a los viajeros y sus intenciones de viaje, y también a las líneas aéreas”, detalló.
Desde su perspectiva, el sector necesita medidas de contingencia más que soluciones de corto plazo, de modo que se brinde capital a las empresas para mantener sus operaciones en los siguientes años.
“Eso es lo más importante, analizar qué hacemos ante esta situación (...) el personal y el capital humano llevó su tiempo prepararlo y si no hacemos algo, tendrá que buscar trabajo en otro lugar, porque no hay trabajo en el sector (...) esas son las interrogantes que nos preocupan”.
Hasta el momento el principal beneficio que ha recibido el sector son prórrogas crediticias, pero se requiere de capital adicional, a través de medidas como la propuesta de un fondo de avales, o aquellas que aumenten flujo de caja, relacionadas con tarifas más competitivas, reducción de jornadas laborales y disminución de cargas sociales.
Enfatizó en la importancia de un mayor avance de la vacunación a nivel nacional y en el propio sector que representa, de modo que el país pueda distinguirse como un destino con una atención inmunizado.
Un nuevo golpe
Aunado a las cifras negativas, Costa Rica cerró este mes de abril con un nuevo revés en sus intenciones de atracción turística. El Gobierno de Estados Unidos publicó formalmente la recomendación de no viajar a Costa Rica, ante el aumento en los niveles de contagio nacionales. La recomendación consta en la página del Departamento de Estado, por indicación del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Ante ello, el ministro de Turismo, Gustavo Segura, aseguró a través de un comunicado de prensa que revertir la calificación dependerá del comportamiento de la población. “Está en cada uno de nosotros controlar la curva de contagio del COVID-19 respetando las burbujas sociales, el distanciamiento físico, utilizando la mascarilla y lavándonos las manos”.
El Gobierno de la República, con información suministrada por el Gobierno de Estados Unidos, aseguró que la rebaja aplica para el 80% de los países del mundo, con base en la tasa de contagio de los últimos 28 días.
Las cifras de contagio costarricenses se dispararon en las últimas semanas. De hecho, el presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Alexánder Solís, afirmó este 20 de abril que los casos confirmados de la última semana son el registro más alto de las últimas 12 semanas.