El jefe de emergencias de la Organización Mundial de la Salud dijo que hacer pruebas a gran escala para detectar el nuevo coronavirus es una labor crucial, y que no se debe ver con recelo a los países que informan un mayor número de casos. También pidió un cambio hacia estrategias de salud pública que nos permitan “vivir con este virus” hasta tener una vacuna.
Los comentarios del doctor Michael Ryan indican un cambio de mentalidad en la OMS y la resignación de la agencia a que el virus identificado por primera vez en China a fines del año pasado ronde el mundo por un tiempo. El número de personas infectadas a nivel global superó las 585.000 el viernes.
"En este momento, nadie puede predecir cuánto tiempo durará esta epidemia", dijo Ryan en conferencia de prensa. “Estamos entrando y avanzando hacia un futuro incierto... Muchos países apenas comienzan el ciclo de esta epidemia".
Durante semanas, los funcionarios de la OMS hablaron en las sesiones informativas diarias en Ginebra de un “momento propicio” para contener la propagación del virus. Pero últimamente ha habido indicios de que ese momento se ha ido.
Ryan pidió el viernes pasar de las medidas diseñadas para quitarle fuerza a la pandemia a las dirigidas a "objetivos mucho más precisos... que nos permitan, como mínimo, vivir con este virus hasta que podamos desarrollar una vacuna para deshacernos de él”. No se espera que haya una vacuna contra el virus durante al menos 12 meses.
El nuevo coronavirus causa síntomas leves o moderados en la mayoría de las personas, pero para algunos, especialmente los adultos mayores y las personas con problemas de salud preexistentes, puede provocar enfermedades más graves o la muerte.
Los funcionarios de la OMS siguen advirtiendo que aún se desconoce mucho sobre el virus, incluso por qué algunas personas que no son de edad avanzada ni tienen afecciones preexistentes se han enfermado gravemente de COVID-19.
Ryan dijo que del 10% al 15% de las personas menores de 50 años tendrán una "infección de moderada a severa".
Al mismo tiempo, los funcionarios de la OMS enfatizaron la importancia de hacer pruebas a gran escala y dijeron que les permitiría a los funcionarios de salud conocer mejor los brotes, incluso si un número creciente de personas con resultados positivos puede provocar inquietud.
"No deberíamos castigar a los países por tener números más grandes", dijo Ryan. "Si creamos una situación en la que reaccionemos de forma exagerada al número diario, entonces hay un desincentivo para hacer pruebas".
“Tener un número mayor significa que sé mejor dónde está el virus”, dijo.