Las negociaciones para prohibir ciertas subvenciones a la pesca son las únicas importantes que se están llevando a cabo en la Organización Mundial del Comercio (OMC), una institución en crisis, aunque persisten los desacuerdos, especialmente sobre los países en desarrollo.
Las negociaciones sobre las subvenciones a la pesca en el marco de la OMC empezaron en 2001 en Doha. Siguieron en 2015, con la aprobación de los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas, que fijaron el plazo no vinculante del año 2020 para eliminar los subsidios que contribuyen a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR).
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El objetivo también era prohibir ciertos subsidios que contribuyen al exceso de capacidad y a la sobrepesca y aplicar un trato especial y diferenciado a los países en desarrollo y menos avanzados.
Pero en 2017 fracasaron las negociaciones y la ONG Bloom culpó a India por su hostilidad a cualquier tipo de medida vinculante. Ahora, bajo la presión de la fecha límite, los negociadores están trabajando desde septiembre a partir de un documento todavía confidencial.
Miles de millones de dólares en subsidios
En 2018, los subsidios mundiales a la pesca ascendieron a $35.400 millones, de los que se considera que $22.000 millones son responsables del aumento de la capacidad de las flotas pesqueras, según un estudio de Ussif Rashid Sumaila, de la universidad de Columbia Británica, citado por varios diplomáticos.
Al mismo tiempo, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) apunta a una situación cada vez más alarmante de la sobrepesca.
En 2017 un tercio de las poblaciones de peces comerciales eran sometidos a niveles de pesca biológicamente insostenibles, según la FAO. La producción mundial de pesca de captura alcanzó un nivel récord de 96,4 millones de toneladas en 2018, un aumento del 5,4% con respecto a la media de los tres años anteriores.
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Este aumento se debe principalmente a la pesca de captura marina, de la cual los siete principales países productores (China, Estados Unidos, Indonesia, Perú, India, Rusia y Vietnam) representan casi la mitad de la captura total.
¿Tope de subsidios?
Tras años de discusiones, quedan muchas cuestiones pendientes, como la de saber si hay subsidios buenos y malos.
Europa y varios países, como Japón y Corea, piden que se prohíban las subvenciones, salvo las que tienen un efecto positivo y aquellas cuyo efecto potencialmente negativo queda compensado con un sistema de gestión riguroso.
Otros, por el contrario, creen que todos los subsidios son intrínsecamente malos y por lo tanto deben ser abolidos, mientras que algunos piden un tope para los subsidios.
Según una fuente cercana a las negociaciones, Brasil, por ejemplo, ha propuesto que los países que más subvenciones otorgan tengan que hacer más esfuerzos pero que los que dedican menos de $25 millones en subvenciones anuales no se vean obligados a reducirlas.
Países en desarrollo
Uno de los principales escollos en los debates es el tratamiento de los países en desarrollo. Algunos, como India, piden que queden casi completamente exentos de medidas vinculantes.
Pero es una exigencia difícil de aceptar para todos porque el actual sistema de la OMC permite a sus miembros autodesignarse como "países en desarrollo".
Es el caso de China, que tiene una de las mayores flotas pesqueras del mundo. Las ONGs subrayan la importancia de llegar rápidamente a un acuerdo, que sería favorable para los pescadores a pequeña escala de los países pobres.
Un acuerdo “beneficiará a los pescadores a pequeña escala, porque cuando hablamos de subsidios de pesca, aproximadamente el 80 o el 85% de ellos van a parar a la gran pesca industrial, a las grandes flotas”, dijo a la AFP Rémi Parmentier, asesor del grupo Friends of Ocean Action.