El nuevo coronavirus eclipsó a la economía china, el silencio se apoderó de las calles y sus habitantes estuvieron confinados a una cuarentena obligatoria. Como consecuencia la producción del mayor fabricante mundial mermó y ahora amenaza a diversas industrias a lo largo y ancho del planeta.
China juega un papel preponderante para la economía global porque desde hace casi dos décadas gana terreno como fabricante, exportador de productos de consumo y proveedor de insumos intermedios para empresas manufactureras en todos los rincones del planeta.
En la actualidad el 20% de la fabricación de productos intermedios para el comercio mundial se origina en China contra el 4% que representaba en el 2002, según el estudio Impacto Comercial Global de la Epidemia de Coronavirus (COVID-19), de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad por sus siglas en inglés).
La paralización de esta economía salpica a los países con los que China tiene relaciones comerciales y también a las compañías que dependen de insumos chinos o que tienen operaciones en territorio asiático.
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Tal es el caso de Apple, el gigante estadounidense anunció que no podrá cumplir con la proyección de ingresos para el segundo trimestre del 2020 por los efectos del nuevo coronavirus, según informó el diario español El País.
En Costa Rica el impacto aún no se demuestra en las cifras de la balanza comercial, sin embargo, los empresarios exportadores e importadores ya resienten los efectos de la cuarentena a la que se sometió la potencia asiática.
En este momento el Banco Central de Costa Rica (BCCR) considera que la interrupción en las cadenas de producción global, en especial las exportaciones y las importaciones de bienes manufacturados, son las dos vías por las que este virus podría contagiar a la economía costarricense.
Aunque también reconoce que el país puede enfrentar este reto gracias a su estructura productiva diversificada, amplias reservas internacionales y a un sistema financiero que cuenta con un nivel adecuado de liquidez y suficiencia patrimonial.
Impacto a cadenas de producción y abastecimiento
En la actualidad es innegable la dependencia económica que el mundo mantiene con el gigante asiático.
“Desde el 2013 China es el principal socio comercial del mundo, no solo es la fábrica más grande del mundo, sino que es de los mayores consumidores”, manifestó Luis Güell, profesor de Logística y Supply Chain de Lead University.
La merma en la productividad china puede impactar múltiples industrias como la automotriz, en este caso se prevé que los productores de vehículos puedan enfrentar escasez en sus componentes.
Alemania es un símbolo de la industria automotriz europea (con marcas como Volkswagen o Mercedes Benz) y que podría enfrentar las consecuencias de la cuarentena china. La producción de vehículos es uno de los principales motores de crecimiento económico y uno de los mayores empleadores de la nación germana.
Japón por su parte podría tener dificultades para obtener las piezas para el montaje de cámaras digitales, esta también es una muestra de que el sector tecnológico puede resentir la disminución de la producción china por el surgimiento del nuevo coronavirus.
Este es un claro ejemplo de cómo los trastornos en las cadenas de valor que se originen en China, también podrían impactar a sus naciones cercanas.
El impacto no solo se dará en las industrias de automóviles y electrónica, sino que también se podría extender los dispositivos médicos, maquinaria, industria textil y otras, considera Alexánder Mora, presidente de la Cámara de Comercio de Asia Pacífico y exministro de Comercio Exterior.
Costa Rica es un comprador de materias primas por lo que debe de dar seguimiento a una posible contracción o menor importación de esos insumos para los próximos meses o semanas, de acuerdo a Mora.
Ahora ¿qué significa la amenaza del nuevo coronavirus para estas cadenas de valor a futuro?
Esta no es la primera vez que el comercio multilateral y las cadenas de abastecimiento sobreviven a una pandemia, pero es pronto para dar respuesta.
Todo depende de cómo estén los inventarios de materias primas, de la demanda de los mercados, de la cantidad de producto terminado y de qué tan extenso será el periodo de baja productividad en China (que ya parece haber contenido la transmisión de la enfermedad).
Dentro de las consecuencias a corto plazo se prevén problemas en la disponibilidad de producto importado, aumento en el costo de carga aérea, incremento en los tiempos de entrega (tanto en la importación como la exportación) y posibles alzas en los productos que se internen desde China, explicó Luis Güell de Lead University.
¿Qué está pasando en Costa Rica?
Aunque las medidas adoptadas por China para contener el nuevo coronavirus aún no se reflejan en la balanza comercial costarricense, sí hay mucha incertidumbre en el sector exportador.
Esta es una industria que pretendía repuntar en el 2020 porque durante el año anterior no logró cumplir la meta exportadora, comentó Laura Bonilla, presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco).
De momento los empresarios viven un panorama complicado en el mercado asiático, donde se dan problemas logísticos y altos costos. Ahora se reporta un cobro hasta de $1.200 adicionales por mantener los contenedores que llevan productos congelado hasta China por el congestionamiento, dijo Bonilla.
También hay desvíos de contenedores de un puerto a otro, es decir, si el barco detecta que no existen muchas mercaderías de importación se desvía hacia otro puerto.
La incertidumbre para el abastecimiento de materia prima también rodea a los exportadores, que necesitan de diferentes insumos (como cajas o parafina) o componentes dentro de su cadena de producción.
Se reportan barcos detenidos por lo que se produce un desabastecimiento en los contenedores refrigerados y esto pasa una cara factura a productos que están en temporada alta como el melón y la sandía.
Costa Rica vende al mercado chino carne bovina, dispositivos médicos (como agujas, catéteres, cánulas), banano, madera en bruto, y jugos y concentrados de frutas, según la Promotora de Comercio Exterior (Procomer). Solo por citar los cinco productos costarricenses que lideran las ventas en China.
A noviembre del 2019 las transacciones hacia China dejaron divisas al país por $121 millones. Mientras que para las importaciones de productos provenientes de ese mercado el país destinó $1.935 millones, en esa misma fecha.
Desde esa nación Costa Rica importa gran cantidad de productos como abonos, accesorios de tubería, diferentes tipos de aceites (de soya, crudo, de hígado, esencial), acero, ácidos de diversos tipos, agujas, alambres, alcohol, entre otros.
Pero los problemas se extienden más allá de las cadenas de abastecimiento chinas y ya se experimentan efectos secundarios en el comercio multilateral en otras partes del mundo, las cuales impacto en la economía costarricense.
Europa ya se muestra como un mercado golpeado. En Italia el consumo está “paralizado”, según Bonilla, y hay menor consumo; una situación similar se vive en España donde los consumidores toman precauciones por el avance del nuevo coronavirus.
Esto significa que ante un menor consumo, los clientes europeos podrían comprar o importar menos productos desde Costa Rica.