El Ministerio de Hacienda, Nogui Acosta, teme que la subida en los índices de inflación derive en una suspensión de los desembolsos del programa de financiamiento que el país suscribió con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Hasta hoy, el país ha recibido solo una tercera parte (dos de seis tractos) de los $1.778 millones que se pactaron con esa entidad para un período de tres años y medio, y cuyo desembolso gradual está sujeto al cumplimiento de metas de desempeño económico.
El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, afirmó en entrevista con EF –la cual se publicará íntegramente en los próximos días– que las metas relacionadas con el balance financiero (superávit/déficit fiscal) no le preocupan; pero sí las relacionadas con las tasas interanuales de inflación, a las cuales calificó como “osadas” y “difíciles de controlar”.
Consultado sobre si el eventual incumplimiento de metas inflacionarias podría derivar en una suspensión del programa con el FMI y de sus desembolsos, la respuesta de Acosta fue que sí. La suspensión de desembolsos es un escenario que maneja el Poder Ejecutivo en este momento, según indicó.
LEA MÁS: Gobierno ve con buenos ojos reforma de renta global: “Es un esquema mucho más equitativo”
La conversación
El FMI estimó que este 2022 Costa Rica cerraría con un primer superávit primario en más de una década. ¿La previsión favorable se mantiene?
— Sí, claro. Estamos por encima del superávit primario que nos solicitó el Fondo Monetario. Para este año es 0,7% del PIB y para el otro año es 1,3%, y estamos cumpliéndolo (...) Me preocupan realmente las metas del Banco Central. Me parece que ellos no solamente se pusieron metas de temas que son muy difíciles de controlar, sino también que fueron bastante osados y eso tiene un efecto.
¿En qué sentido fueron “osados”?
— Las metas de inflación son muy difícil de plantear. Nadie esperaba una guerra. Nadie esperaba una invasión de Rusia a Ucrania. Todo el mundo sabía que había muchísima liquidez en las economías, pero no se dieron cuenta del impacto que estaba teniendo.
A mí lo que me parece es que en este país hay dos situaciones complicadas: por un lado, somos una economía muy expuesta y entonces el impacto de los costos de los combustibles, del trigo y de las materias primas nos impacta de manera directa; y el segundo tema es que no somos Estados Unidos, que está casi que pleno empleo, sino que estamos nosotros como un desempleo bastante alto. Esas metas me parecieron que eran muy este ambiciosas, pensando en los potenciales problemas que podríamos tener.
Con esas metas “osadas”, ¿hay problemas reales para cumplir con el acuerdo con el Fondo?
— Por supuesto. Si se tiene una meta que no está cumplida, el Fondo puede no desembolsarte.
¿Hacienda analiza ese riesgo (del no desembolso) entonces?
— Por supuesto y por eso tomamos conocimiento de lo mismo que señalaste, que había otras instituciones que tenían algunas metas a las que tenemos que darle seguimiento. Les estamos dando seguimiento aquí.
¿Peligro real?
El presidente del Banco Central, Róger Madrigal, afirmó este 12 de julio en un panel organizado por la empresa consultora FCS Capital que la desviación en metas como la inflación o las reservas internacionales “no debería sorprender” al FMI. Por el contrario, indicó, es algo que los equipos técnicos de ese organismo deberían de suponer, al ser consecuencia de fenómenos globales que trascienden a Costa Rica.
Según el jerarca del emisor, lo más importante que revisará el Fondo es el cumplimiento de las metas fiscales en materia de balance financiero y de reducción de deuda pública, en donde radica el foco principal del programa de financiamiento suscrito.
“En lo que sí hay acuerdo, al menos preliminar, en conversaciones que hubo con las autoridades, es que el ajuste fiscal sigue, que es fundamental la sostenibilidad de la deuda y que esta nueva administración debe continuar y presionar para medidas adicionales que aseguren y ojalá aceleren la reducción de la relación entre deuda y producción”, observó.
“(En el momento de la revisión) Habrá una conversación intensa con ellos para hablar de desvíos que probablemente tengamos, con toda seguridad en la inflación, y eso no los debe sorprender porque en todo el mundo debe estar ocurriendo lo mismo”, subrayó.
LEA MÁS: ¿Cómo funcionan los desembolsos del FMI a Costa Rica y qué pasaría en caso de incumplimiento?
El Banco Central espera la próxima visita técnica por parte del FMI en septiembre próximo. Entonces se revisaría la situación costarricense para determinar la viabilidad de un nuevo desembolso.
Los resultados de esa nueva revisión, según Madrigal, se podrían esperar para finales de octubre o principios de noviembre.
La tasa de inflación costarricense ha escalado en los últimos meses hasta alcanzar los dos dígitos en junio. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) registró una variación interanual de 10,06%: la más alta desde abril de 2009.
El Banco Central sostiene que se trata de una inflación “importada” por la subida en los precios de materias primas a nivel internacional, producto de factores externos como la reapertura económica pospandemia, los choques en las cadenas de suministro, la escasez de bienes en algunos mercados y, más recientemente, la incertidumbre ocasionada por la guerra en Europa del Este tras la invasión de Rusia en Ucrania.
El FMI ya realizó una visita técnica de cortesía a Costa Rica en junio, en la que sus representantes se reunieron por primera vez con las nuevas autoridades de gobierno.
Tras esa visita, la directora de misión, Manuela Goretti, planteó en un comunicado de prensa el reto de la inflación, “que está aumentando rápidamente y más allá de la banda de tolerancia” del emisor, pero destacó el compromiso de las autoridades por “garantizar la sostenibilidad de la deuda, salvaguardar la estabilidad monetaria y financiera”.
Las metas
En el documento de la última revisión del Fondo sobre la situación costarricense, publicado en marzo pasado, la entidad reseñó las metas inflacionarias para marzo y junio de este 2022; las cuales se situaron en un 3% para finales de marzo y para finales de junio.
Según la carta de entendimiento, si dicha meta se desviaba en más de 3 puntos porcentuales (p.p.) de la meta propuesta; entonces se debería abrir un proceso de consulta con el Directorio Ejecutivo para determinar:
- La orientación de la política monetaria y si el programa respaldado por el FMI sigue correctamente.
- Las razones de las desviaciones, teniendo en cuenta los factores de compensación.
- Las acciones correctivas propuestas, según se considere necesario.
Además, la carta indicaba que “cuando se activa la consulta con el Directorio Ejecutivo del FMI, el acceso a los recursos del Fondo se interrumpiría hasta que se lleve a cabo la consulta y se complete la revisión del programa correspondiente”.