Tras años de planes y estudios, la puesta en marcha de la sectorización de autobuses parece estar más cerca de hacerse realidad. El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) expuso el pasado viernes 11 de junio los detalles del proyecto.
El MOPT pretende así reorganizar el esquema de rutas del Gran Área Metropolitana (GAM), que actualmente se compone de 247 rutas urbanas, pero la primera etapa de la sectorización se aplicará específicamente en lo que el Ministerio denomina el área metropolitana de San José.
Desde algunas de las empresas autobuseras, la propuesta es vista con buenos ojos, pero ponen el dedo sobre la necesidad de infraestructura complementaria y la regulación de los carriles exclusivos existentes y los que vendrán.
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El nuevo esquema
En su primera fase, la sectorización se pondrá en marcha en el área metropolitana de San José que comprenden por el oeste desde Santa Ana, hacia el sur hasta Aserrí, al este hasta Tres Ríos y por el norte llega hasta Heredia y Santo Domingo. En total, el esquema comprende 15 cantones que el MOPT dividió en seis sectores y seis subsectores.
Los seis sectores son: Tibás-Santo Domingo, San Pedro-Curridabat-Tres Ríos, Escazú-Santa Ana, Pavas, Uruca-Heredia Sur y el Central. Mientras tanto, los seis subsectores son Moravia-Paracito, Guadalupe-Coronado, San Francisco de Dos Ríos, Desamparados, Paso Ancho-San Sebastián y Hatillo-Alajuelita.
La idea es que de cada uno de esos sectores y subsectores vengan rutas llamadas troncales que serían las únicas que entrarían al centro de San José.
Paralelamente, dentro de cada división habrá rutas alimentadoras secundarias que no saldrán del sector, pues la idea es que conecten con las troncales.
“Lo que se está proponiendo es cambiar el sistema operativo de las rutas actuales. Hoy circulan muchas rutas en un solo corredor; la propuesta es cambiar ese esquema a uno donde hacemos una tronco alimentación: hay rutas de transporte que van hacia el centro y otras distribuyen la demanda de los sectores de acuerdo a las necesidades de viaje de los usuarios”, explicó Eduardo Brenes, viceministro de Transportes.
El agrupamiento de rutas bajo estos sectores operativos se debe a factores de coordinación y para evitar que compitan entre ellos.
Las rutas troncales y secundarias convivirán con las rutas interlíneas ya existentes, de forma que todas tengan paso prioritario, carriles exclusivos, terminales y nodos de integración. Además, la intención es que, junto con el tren, todo el sistema forme una red de transporte público intermodal.
Los nodos de integración son aquellos puntos en los que se intersecan una o más rutas. Con el plan actual, el MOPT tiene previstos 36 nodos.
Las rutas troncales, además, contarían con buses más grandes y frecuencias más seguidas, con el fin de que el usuario tenga que esperar menos tiempo para entrar o salir del centro de la ciudad.
“Tiene que haber una integración tarifaria, física e intermodal. Se necesitan tres instrumentos fundamentales: plan operativo, esquema tarifario por sector y pago electrónico”, comentó Brenes.
Precisamente, el pago electrónico está en pruebas y se espera iniciar el mismo en dos proyectos pilotos en autobuses: uno en ruta regular normal y otro en dos servicios tronco-alimentados con tarifa integrada, aseguró el viceministro.
Tarifa integrada
Uno de los cambios más significativos que introduce la sectorización es el concepto de tarifa integrada, que suele acompañar a este tipo de sistemas interconectados en otros países.
Básicamente, se aplicaría de la siguiente manera: la tarifa de las rutas troncales será mayor a la de las rutas secundarias. Para que un usuario no pague doble tarifa, el sistema le reconoce el pasaje que ya pagó en ese primer viaje cuando intercambia de bus dentro de un plazo fijado en dicha política.
“Tengo el beneficio de que, si hay una tarifa integrada, solo voy a pagar por el recorrido que hago. No tengo que hacer el pago de tres rutas como hoy en día”, comentó Rodolfo Méndez Mata, ministro de Obras Públicas y Transportes.
Estos elementos se introducirán en la política sectorial tarifaria que definirá cómo se aplica la tarifa. El esquema se incluirá en los contratos de renovación de concesiones, que tendrán lugar en setiembre del 2021 y donde el MOPT propone firmar contratos con todas las empresas de cada sector a la vez y no de forma individual.
Plan piloto
La intención del Ministerio es empezar a implementar la sectorización antes de que concluya la actual administración en mayo del 2022.
Para ello empezará con un plan piloto posterior a la renovación de contratos. Hay cuatro sectores finalistas: Pavas, Escazú-Santa Ana, Moravia-Paracito y Tibás-Santo Domingo. De ellos, se escogerán dos para ser parte de las primeras pruebas.
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Estas zonas presentan las mejores condiciones y están más preparadas para afrontar la sectorización, afirmó Méndez Mata.
Antes se debe analizar los datos de dichas rutas (troncal y alimentadoras) en cuanto a recorrido, paradas, frecuencia, usuarios, etc. Además, debe calcularse la tarifa inicial y el Sistema de Pago Electrónico debe confirmar los datos tecnológicos de validadores y otros equipos a ser instalados por los operadores en las unidades, según explicó el viceministro Brenes.
Desde la empresa Autotransportes Pavas consideran que ese sector es uno de los que presentan mejores características: hay un solo operador, ya existe un carril exclusivo de buses y la vía por la que transitan los vehículos es ancha.
No obstante, a pesar de que conocen el diseño de la sectorización, la empresa no ha recibido una notificación oficial de que es uno de los sectores finalistas y tampoco hay conversaciones con el MOPT acerca de la futura implementación, según reconoció Virgilio Sánchez, ingeniero y director de Operaciones de la compañía.
Recepción positiva
Desde algunas de las empresas autobuseras del GAM consultadas por EF reciben la propuesta de sectorización de forma positiva.
“Yo la valoro 100% de acuerdo y me parece que nos ha tomado demasiado tiempo tratando de hacerla y es un tema que acompaña el sentido común. La sectorización podría hacer más expeditos los recorridos, aunque haya que hacer trasbordos”, opinó Orlando Ramírez, presidente de la junta directiva del Consorcio Operativo del Este (Coesa), empresa que opera rutas de San Pedro y Tres Ríos.
Asimismo, desde Autotransportes Desamparados (ATD), comentaron que analizarán la propuesta. El encargado de Servicios Generales de ATD, Gabriel Bermúdez, agregó que la empresa desea ir a la vanguardia y que el proyecto va en esa línea, junto con aspectos como la electrificación.
Por su parte, Sánchez, de Autotransportes Pavas, afirmó que ven bien la sectorización y lo han venido impulsando, pero puso en duda los fundamentos de los estudios en relación con el contexto actual.
“La situación debido al COVID-19 ha hecho que el comportamiento de las empresas de transporte público sea atípico y tenemos un grado de incertidumbre de si la situación volverá a la normalidad, si volverá a viajar la misma cantidad de gente”, comentó el representante.
Similar es el criterio de Andrea San Gil, ingeniera ambiental y fundadora del Centro para la Sostenibilidad Urbana. La especialista en movilidad consideró que es una propuesta que “nos hace avanzar”, pero cuestionó también las bases de los estudios que se nutren de datos desactualizados, según dijo.
El ministro Méndez Mata reconoció en la presentación que incluso él mismo colaboró en el pasado con diseños que esbozaron los inicios de la sectorización y lamentó que no se hayan ejecutado en su momento.
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“Estamos implementado una propuesta que se diseñó para el GAM de hace 30 años; que sigue teniendo un diseño radial en las que todas las rutas van a San José”, manifestó San Gil.
Para la ingeniera, se deben incorporar los patrones de movilidad actuales que indican que la mayoría de los viajes son entre sectores y no necesariamente hacia el centro de la capital. Por eso, sostuvo que la mejor manera sería conectar los sectores y tener una estación central.
No obstante, San Gil consideró positivo que se esté hablando de intermodalidad y se esté pensando en un sistema, pero apuntó la necesidad de aumentar la capacidad del Consejo de Transporte Público (CTP), pues en el proyecto de ley presentado por el MOPT para la renovación de concesiones se plantea darle a este órgano más facultades y competencias.