La primera misión de Elián Villegas al frente del Ministerio de Hacienda será buscar una renegociación de la deuda interna en manos de inversionistas institucionales.
El país enfrenta una crisis inédita provocada por el impacto del coronavirus que aceleró el deterioro de las finanzas públicas, catapultará el déficit fiscal al 8,6% del Producto Interno Bruto (PIB) y elevará la deuda pública al 67%, al cierre del año.
Las calificadores rebajaron la nota de la deuda soberana y Moody’s puso al país en perspectiva negativa, una combinación de factores que prácticamente cierra las puertas para buscar recursos por medio de eurobonos en 2020 y 2021.
Cambiar las condiciones de la deuda a los tenedores del mercado local tampoco es misión sencilla. Sin embargo, la consigna del jerarca es apelar a la comprensión de los inversionistas para aliviar la carga del Gobierno en un momento extraordinario que amerita acciones en esa misma línea.
En esta entrevista con EF, Villegas ofrece más detalles sobre se plan para renegociar la deuda interna.
¿Cuál es la estrategia?
El nuevo viceministro Isaac Castro asumirá mucho de este proceso. Nos interesa sensibilizar a los inversionistas institucionales sobre el tema de que una buena gestión de deuda del Ministerio de Hacienda es del mayor interés para ellos.
¿En qué sentido es mejor para los inversionistas?
Estamos en un proceso de sustitución de deuda, yo entiendo a la gente que dice que es mucho crédito y demás, pero aquí lo importante es que esos préstamos vienen a cambiar deuda cara que tenemos internamente.
Entonces nosotros necesitamos que los inversionistas institucionales costarricenses comprendan que para ellos es importante tener el papel del Ministerio de Hacienda y para nosotros es importante tenerlos a ellos como inversionistas, pero en el centro hay un interés nacional.
¿Qué buscarán?
Tenemos que concordar en cómo tener mejores condiciones y una mejor gestión de la deuda. Esto pasa no solo por bajar la curva, sino también por lograr condiciones de negociación, un producto más estandarizado que nos permita mejorar también los aspectos del mercado secundario, la formación de precios y, a partir de ahí, podemos generar valor agregado en la deuda para los inversionistas y para el mismo Gobierno.
¿Cómo planean hacerlo?
Es algo que podemos hacer desde el Ministerio de Hacienda y lo que buscamos es el apoyo de los inversionistas para pensar en alargar un poco más los plazos y un esfuerzo de reducción de tasas.
¿Quiénes son esos inversionistas institucionales locales?
Hablamos de fondos de pensiones, fondos de inversión, aseguradoras, bancos y algunos inversionistas grandes como la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Al final es mejor para todos ellos tener una tasa de interés más baja con un producto seguro y comercialmente más líquido, antes de tener una tasa de interés alta con un producto de deberán embodegar obligatoriamente hasta su vencimiento.
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¿Cuál es el músculo de Hacienda para impulsar esta renegociación?
Creemos que podemos hacerlo desde el Ministerio porque es el gran proveedor. Al final de cuentas el mercado de valores costarricense es un mercado de deuda pública y como somos el gran proveedor de papel para negociación en el mercado, tenemos que jugar un rol mucho más activo en las condiciones de ese mercado. Eso es lo que queremos hacer.
¿Van a crear una mesa de negociación o se acercarán uno por uno?
Es importante hablar con ellos de forma individual, creo que el mensaje colectivo ya les llegó. Ahora queremos conversar con ellos y buscar mecanismos de negociación que impacten directamente en la cartera.
¿Cuánto tiempo tardará el proceso de renegociación?
La idea es en las próximas semanas y durante los siguientes cuatro meses sentarnos con algunos de los inversionistas. El viceministro y yo somos conocidos en el mercado financiero y creo que tenemos acceso para conversar, más allá de la autoridad de los cargos, con los diferentes actores del mercado y generar la credibilidad suficiente para impulsar algunos cambios que son importantes.
¿Por qué deberían las operadoras de pensiones, la CCSS y otras entidades estar dispuestas a recibir menos rendimiento en perjuicio de sus propias finanzas (y en algunos casos de sus afiliados) cuando los términos actuales de esa deuda son los que aceptó el Gobierno de Costa Rica? Un Gobierno que defiende sus gastos a capa y espada.
¿Qué es mejor desde el punto de vista de un inversionista institucional? Tener un título que le pague el 20% cuando la curva del mercado anda en el 22%, o tener un título que le pague el 5% cuando la curva anda en 5%.
Al final lo más relevante para ese inversionista, y lo ve uno, por ejemplo, en los mismos reportes de los fondos de pensiones, es no reportar pérdidas, es tener un papel más sólido que es más negociable y le genera mayor liquidez. Buscamos crear una mejor gestión de deuda que tiene que ver no solo con las tasas que se pagan, sino también con la liquidez misma.
Pero, ¿cómo beneficia esto a inversionistas como, por ejemplo, fondos de pensiones?
En la siguientes semanas nos vamos a enfocar en mejorar la liquidez y a partir de ahí podemos empezar a hablar mucho más ampliamente de tasas de interés y de otras cosas. El gran problema en el mercado es que hay operadoras que no están reinvirtiendo parte importante del dinero que les ingresa porque están a la espera de una definición sobre el ROP (sobre el proyecto de ley que de discute en el Congreso para entregar parte del ahorro), precisamente porque el mercado no les genera mucha liquidez sobre los títulos de Hacienda.
El mercado secundario no es profundo ni líquido, entonces tenemos que trabajar para que esos títulos de Hacienda puedan mejorar. Tenemos que conversarlo con el sector y ver qué medidas tomamos.
Financiamiento 2021
El 2020 parece estar resuelto con préstamos internacionales y deuda interna. ¿Cómo se va a financiar el Gobierno el próximo año cuando las condiciones sean más adversas?
Parte importante de lo que queremos hacer es precisamente este proceso de gestión de la deuda interna, nosotros consideramos que debe abarcar no solo los vencimientos de este año, sino también los del 2021.
Queremos este mismo año impactar el próximo, de forma tal que cuando lleguemos allá el proceso de financiamiento sea mucho más sencillo. Si nos vamos a la situación tal y como está, sí sería muy duro porque hablamos de sumas importantes, pero si logramos renegociar de deuda, el 2021 va a tener mejores condiciones.
¿Hay alguna cifra meta que planea obtener de esa renegociación?
No. No tengo una meta concreta, pero evidentemente tiene que ser una reducción sustancial de las obligaciones de pago para el próximo año.
La situación de Costa Rica para emitir en los mercados internacionales es cada vez menos favorable.¿Son los eurobonos una opción en el 2021?
Podrían serlo aunque creo que dadas las condiciones actuales yo apostaría más por mercado interno y préstamos con organismos bilaterales y multilaterales. Primero tenemos que hacer ese esfuerzo de contención de gasto, ordenarnos un poco más internamente, ojalá que llegara una mejora en la calificación de riesgo y posterior a eso podríamos aspirar a los eurobonos.
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El alto déficit fiscal al cierre del 2020, del 7% del PIB fue una mala señal. Con la crisis del coronavirus la situación se agrava, ¿qué van a hacer para mantener el balance financiero “controlado” este año?
Por la situación del coronavirus el servicio de la deuda se mantiene, pero la base tributaria disminuye, es de esperar que el déficit fiscal se incremente y por eso se espera en 8,6% del Producto Interno Bruto (PIB) al final del año, por eso creemos que es controlable.
Ahora hay que generar medidas de reactivación, de incremento de la base productiva, mejorar la recaudación de impuestos y disminuir otros factores como la evasión y elusión y con todo esto impactar el déficit.
¿Apoya la idea del anterior ministro de Hacienda de intentar vender Fanal y Bicsa?, ¿piensa que es necesario y posible vender alguna otra entidad del Estado?
En este momento está sobre la mesa la venta de esas dos instituciones y es una opción válida. En cuanto a lo demás es importante primero abocarnos a la reducción del gasto público y ver qué podemos lograr en ese tema.
IVA y recortes
Los empresarios claman por reducciones temporales de la tasa del IVA, pero otras voces señalan que la tarifa del 13% siempre ha sido insuficiente. ¿Plantearán subir o bajar este impuesto?
En este momento, para mí, el tema del Impuesto al Valor Agregado es la última opción. No lo veo en la línea de salida en esta discusión, hay otros temas a los que habrá que entrarles, el primero de ellos es la reducción del gasto público.
Subir o bajar, tocar el IVA, es un tema que tengo en el último lugar de la lista.
Usted ofrece ojos frescos para re-revisar el gasto. ¿Cuál es el plan en este rubro?
Hay dos temas, el primero es volver a revisar a pesar de que tenemos un segundo presupuesto extraordinario que recorta el gasto en ¢62.000 millones, pero vale la pena darle otra revisada al presupuesto nacional para ver cuál es el perfil de ejecución que tienen las instituciones y definir un tercer presupuesto extraordinario con más reducción del gasto.
Sabemos que es bastante difícil, pero hay que tener presente que la situación actual es anormal y requiere medidas extraordinarias.
Los ajustes que se incluyeron en los primeros dos presupuestos extraordinarios no son sustantivos y la mayoría corresponde a sustitución de deuda. ¿Usted tocará algunos rubros como remuneraciones?
Lo que pasa es que cuando se habla de tocar el rubro de remuneraciones, la única forma de recortar es quitar gente, es reducir planilla.
¿O, por ejemplo, reducir los salarios temporalmente un 5% o 10%?
Bueno. En este momento reducir planilla no es la solución y desgraciadamente desde el punto de vista del Estado, yo entiendo que el sector privado tuvo que tomar en muchos casos esa opción, pero la opción que tomamos fue la contención del crecimiento en los salarios establecida en la reforma fiscal.
Esa no es una opción que estamos considerando. No vamos a reducir puestos de trabajo.