Costa Rica fue uno de los 130 países y jurisdicciones que dieron su apoyo a la idea de establecer un impuesto mínimo mundial para grandes empresas transnacionales.
Elian Villegas, ministro de Hacienda, aseguró a EF que la medida es promisoria, pero que el país actuará con “cautela”, pues quedan por definir temas sustanciales para una imposición global como la que se discute en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Entre esos puntos sustanciales está la repartición final que se haga de los recursos y las tasas finales que se impongan, por ejemplo.
“En lo fundamental, el criterio nuestro es de apoyo a la idea, pero debemos ser cautelosos para la implementación. Tenemos que observar lo que sucede en otros países y realizar esfuerzos para que esto vaya caminando de una forma multilateral, en la que todos los países vayamos tomando una porción de las ventajas que tiene la idea en su totalidad”.
Villegas también indicó a EF que para Costa Rica es una gran ventaja que esta idea sea liderada por la OCDE, de modo que el país pueda participar directamente en las discusiones internacionales.
“Para Costa Rica es fundamental estar adentro de la discusión, en una situación como esta, que se debe ver no solo desde su perspectiva fiscal sino desde la perspectiva de la inversión, de la generación de empleo, de la transferencia tecnológica y de un sinnúmero de otros elementos que también están sobre la balanza”, subrayó.
El Ministerio de Hacienda ya había mostrado su posición favorable para un eventual acuerdo de este tipo, una vez que el G7 declaró su apoyo conjunto para impulsar la idea.
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La cartera indicó en nombre del Gobierno de Costa Rica, que el país comparte el gran objetivo de contar con “sistemas fiscales estables y justos”, pero que las negociaciones deben seguirse con detenimiento.
“Esas negociaciones multilaterales tomarán tiempo y luego deberá examinarse la legislación correspondiente que lleguen a aprobar aquellos países que son exportadores puros de inversión, para conocer en detalle los alcances finales de esta disposición de orden general”, publicó entonces el ministro Villegas.
El Ministerio también indicó que se prestará atención a los cambios que ocurran en otros países, particularmente en Estados Unidos, para “ver cuáles ajustes pueden resultar pertinentes dentro de la firme decisión nacional de apoyar el exitoso régimen de Zonas Francas con que contamos” y de “seguir apoyando la atracción de inversión extranjera directa”.
Una de las decisiones más importantes que deberá tomar ese país es si sube o no su impuesto corporativo, del 21% al 28% (como propone Biden).
El impuesto mínimo
130 países que representan más del 90% del PIB mundial, incluido Costa Rica, acordaron impulsar un impuesto mínimo sobre los beneficios de multinacionales de “al menos el 15%”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden incluso mencionó meses atrás la posibilidad de llegar hasta una tasa del 21%.
“Tras años de trabajo y negociaciones intensas, este paquete de medidas históricas garantizará que las grandes empresas multinacionales paguen su parte justa de impuestos en todo el mundo”, declaró el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, en un comunicado de prensa.
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OCDE señaló en ese comunicado que “los elementos restantes del marco, incluido el plan de ejecución, se finalizarán en octubre”. Además, destacó el impacto que tendría generar estos recursos tributarios en plena recuperación de la pandemia de COVID-19.
El acuerdo se comunica apenas un mes después de que, este 5 de junio, los ministros de Finanzas de las potencias del G7 comunicaron un histórico acuerdo para crear el gravamen e impulsarlo a nivel internacional.
El G7 agrupa a Canadá, Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido y la Unión Europea como bloque; y en su organización también participan los jefes del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial, de la OCDE y del el Consejo de Estabilidad Financiera (CEF).
Una de las principales implicaciones del impuesto es evitar las prácticas de grandes empresas que actualmente tributan en países con condiciones fiscales extremadamente favorables.
Sin embrago, también genera recelo en países como Costa Rica, que entre otras cuestiones ofrecen beneficios fiscales para atraer inversión extranjera directa (IED).
“Como país contamos con una cantidad importante de atractivos para la inversión extranjera, más allá de los tributarios, pero es innegable que estos han constituido un elemento importantísimo y por ello tenemos la obligación de ser sumamente cuidadosos antes de llevar adelante cualquier propuesta de cambio, así como seguir trabajando intensamente para fortalecer nuestros elementos internos de competitividad”, redactó Villegas en una declaración publicada en junio sobre el impuesto.