Mientras crece el presupuesto que el país dirige a la educación, el gobierno registró en el 2015 el mayor porcentaje de subejecución de tales recursos desde el 2007.
La cifra de ejecución de dinero del Ministerio de Educación Pública (MEP) en el 2015 fue de 94%. El 6% restante, que no se utilizó, equivale alrededor de ¢121.000 millones, de los cuales el 83% responde a remuneraciones.
Si bien el presupuesto del 2016 en educación equivale a 7,86% de la producción y se acerca cada vez más al 8% ordenado constitucionalmente, el gasto efectivo en el 2015 fue de 7,35%.
Ante la consulta de EF, el departamento de prensa del MEP justificó tales niveles de subejecución en la necesidad de " evitar el riesgo de carecer de los recursos para asegurar el servicio educativo".
Según el MEP, al planear el presupuesto "se hace una proyección de gasto que asegure una adecuada cobertura, en particular en lo que se refiere al rubro destinado a remuneraciones".
"Recordemos que el MEP tiene la planilla más grande del gobierno central", agregó el documento enviado a EF.
Adicionalmente, en su respuesta el departamento de prensa explicó que la situación fiscal del país, con un déficit presupuestario que equivale al 5,9% del PIB, ha implicado un mayor control de gasto.
"Las autoridades educativas han debido priorizar la asignación de recursos y velar por un uso racional del presupuesto asignado, con el fin de garantizar el cumplimiento de los objetivos trazados en el Plan Nacional de Desarrollo. Todo ello para minimizar el impacto de las medidas de contención del gasto en el sistema educativo", agregó el comunicado del MEP.
La subejecución en remuneraciones se debió a diferentes factores, según explicó el Ministerio. Entre ellas, previsión del costo de vida en el presupuesto no fue acertada, se presupuestaron 1.463 puestos pero no fueron autorizados por parte de la Secretaría Técnica de la Autoridad Presupuestaria del ministerio, y los cambios de tamaño de la planilla implicaron que el traslado de algunos recursos no se ejecutara.