Amigo cercano del candidato del Partido Acción Ciudadana, Luis Guillermo Solís, y ahora su aliado político. Mariano Figueres se unió como representante de la Alianza Patriótica al PAC, principal rival en la contienda del partido que fundó su padre, José Figueres Ferrer (don Pepe), ya que observa en Solís una esperanza de cambio para Costa Rica.
Considera que Liberación ha traicionado las banderas fundacionales del partido, razón por la que dejó este partido en el 2005, y afirma que nunca más volverá al PLN, ni aunque su hermano Jose María Figueres (presidente de 1994-1998) vuelva a ser el candidato presidencial.
¿Cree usted que el PAC puede cumplir con la alta expectativa de cambio que tiene Costa Rica en cuatro años, tomando en cuenta que el país enfrenta situaciones que no solo dependen de un cambio de Gobierno, sino también de una Asamblea Legislativa que quedó muy fraccionada?
El país se encuentra más complicado de lo que se está diciendo y eso habrá que comenzar a aclararlo en su momento. Pero de toda suerte, el país lo que está diciendo en este proceso electoral es que quiere un cambio y ese cambio, Luis Guillermo Solís no puede realizarlo solo con esta campaña ni con este Gobierno, él requiere de un pueblo que lo apoye y lo acompañe en este cambio, porque la tarea que hay por delante es muy grande para una sola persona o para una sola agrupación.
"Estamos llegando a un sistema más parlamentarista... Me parece que tenemos que ir acostumbrándonos a cosas como segundas vueltas, a Asambleas Legislativas muy plurales y eso requiere mayor capacidad de negociación, mayor participación de la ciudadanía y de una lectura adecuada de cómo está cambiando la política, y esa lectura obliga a que se replantee un estilo distinto de gobernar".
¿Cómo replantear ese estilo de gobernar para que se vean avances en el país?
Negociación transparente sobre la mesa, conciliación y la construcción de visiones conjuntas.
"A final, en el barco del país vamos todos y eso es cuestión de ir construyendo los consensos. Una de las enormes fortalezas que tiene Luis Guillermo Solís para liderar este cambio es precisamente su capacidad negociadora y su capacidad conciliadora".
El PLN, partido del cual usted proviene, fundado por su padre, comienza a debilitarse y ser rechazado por la mayoría de la población. ¿Cómo enfrenta usted esto personalmente, ya que de ahí provienen los ideales de su padre y su familia?
(Analiza la respuesta) Yo salí de Liberación desde el 2005, salimos de ahí por cuestiones éticas, por cuestiones de pureza del sufragio en procesos internos del partido, entre otros motivos... Yo creo que están pagando la factura de haber perdido su norte, de haber perdido su rumbo, de venir de los últimos años la cúpula de Liberación traicionando las banderas fundacionales del partido y desemboca en esto que se está viviendo ahora.
¿Ve usted a Liberación caído en un futuro?
Mire, decía Don Pepe que en política no hay muertos. Y que hay muertos que resucitan en política. Para verdades, el tiempo.
"Me parece que aquí es más importante, el reto que hay de cumplir con una enorme responsabilidad que siente Luis Guillermo Solís, de cumplir lo que le está pidiendo el pueblo de Costa Rica. Ahí es donde arranca nuestra tarea para poder consolidar un proceso de cambio, que obviamente no se va a poder concluir en cuatro años, entonces para poder tener la legitimidad se debe comenzar ya a construir esa credibilidad y apoyo popular".
¿Volvería usted a Liberación a intentar rescatar esos ideales por los cuales usted consideró salir?
No nunca.
¿Está seguro?
Estoy absolutamente seguro. A Liberación no vuelvo.
¿Por qué?
Me parece que eso de estar entrando y saliendo del mismo partido es una inconsistencia muy seria. Cuando se toma una decisión debe ser bien pensada.
"Nosotros salimos en el 2005 y créame que no fue una decisión fácil y no fue una decisión pensada a la ligera, fue un proceso largo, que a ratos inclusive, tratamos de evitar, tratamos muchísimo de dar la lucha dentro. Entonces eso no procede. Pero además, mi opinión respetuosamente es que ya Liberación no recupera el alma.
¿Inclusive si su hermano José María llegara a lanzarse para la candidatura en el 2018?
Lo de Liberación no es un.. (Se queda analizando). Para arreglar a Liberación no se trata de cambios de liderazgos.
¿Aunque sea su hermano el que esté no lo apoyaría?
(Medita su respuesta) No, yo estoy ya con un rumbo claro. Yo estoy con una visión definida, convencido de que estamos aportando nuestro granito de arena en este nuevo proceso con Solís.
"Nosotros estamos en Alianza Patriótica apoyando a Luis Guillermo Solís en esto y creemos que, de momento, este es el rumbo. Veremos dentro de cuatro años, qué procede, qué es lo mejor para el país".
"Pero definitivamente, volver a Liberación, no. Definitivamente no, independientemente de los cambios de liderazgo que se puedan dar dentro de ese partido, ya Liberación perdió su rumbo, perdió su alma y me parece que el país se merece mejores cosas".