En cadena nacional la noche de este domingo, dijo que si bien reconoce la “gravedad” de la situación, cuestionó que como solución se intente según él mutilar “de manera irresponsable” el Presupuesto del 2015, en alusión a los recortes que se le han hecho.
“El déficit fiscal y el elevado endeudamiento del Estado se acumularon a lo largo de varios años y no es serio, ni prudente, exigir una solución atropellada y en un corto plazo, con recortes abruptos al Presupuesto Nacional”, aseguró durante el mensaje de casi cuatro minutos que se transmitió por radio y televisión a las 7 p. m..
Solís volvió a defender el plan de gastos por ¢7,9 billones para el próximo año -el cual es un 19,6% superior al de 2014- y culpabilizó a los diputados de querer imponerle “amarras” a su gobierno.
Calificó los recortes presupuestarios como “medidas de choque” que podrían ocasionar problemas peores que el déficit fiscal.
“El riesgo de un deterioro en servicios públicos esenciales, que conduzca a retrocesos en salud, educación o seguridad (…) Tampoco procede la cancelación de las inversiones que son indispensables para superar rezagos en infraestructura”, dijo Solís.
Ante el panorama poco alentador que avizora, solicitó a los legisladores “meditar” sobre las implicaciones de cada rebaja, no solo a ministerios, sino también al Poder Judicial, Tribunal Supremo de Elecciones y la Defensoría de los Habitantes.
A su juicio su gobierno ya cumplió con la tarea, al incrementar en ¢21.000 millones la recaudación de impuestos y en igual tamaño recortar los gastos, por lo cual pidió a los diputados que las rebajas sean con “gradualidad y mesura”.
“La responsabilidad de quienes gobernamos está a prueba. El Poder Ejecutivo ha cumplido con madurez, diálogo y austeridad. Esperamos lo mismo de quienes tienen que decidir sobre el Presupuesto de la República”, agregó.
Esta es la segunda vez que Solís sale en cadena nacional defendiendo el Presupuesto y arremetiendo contra los recortes.
La primera vez fue el domingo 22 de setiembre, día que también anunció que antes de fin de año enviará al Congreso un proyecto de ley para transformar el impuesto de ventas en impuesto al valor agregado (IVA), con lo cual espera incrementar los ingresos fiscales en ¢300.000 millones al año.