La creciente situación de inseguridad ciudadana que experimenta Costa Rica genera “desiertos empresariales” o menor densidad comercial en algunas de las zonas más afectadas por la actividad criminal.
Esta es una de las conclusiones del último informe del Estado de la Nación, publicado este 14 de noviembre; con base en una investigación de los académicos Luis Vargas Montoya, Gabriel Madrigal Quesada y Darío Espinoza Torres.
LEA MÁS: Homicidios y narcotráfico: ¿cómo se explica la crisis que vive Costa Rica?
El estudio logró determinar que los cantones con tasas más altas de accionamiento de armas suelen relacionarse con promedios salariales más bajos que sus vecinos.
La situación es clara y fácil de comprender, según resumió el director del Programa Estado de la Nación (PEN), Jorge Vargas Cullell: “a más violencia, oportunidades laborales de menor calidad“.
Efecto de ‘derrame’
Los investigadores del PEN recordaron que la situación de inseguridad ciudadana que experimenta Costa Rica es heterogénea dentro del territorio nacional. En otras palabras, existen zonas que se ven más golpeadas que otras.
Por ese motivo, señalaron que se da un fenómeno conocido como spillover (derrame, en español) a nivel comercial, el cual se refiere a que las mejores empresas y oportunidades laborales buscan las zonas más seguras, las cuales terminan “absorbiendo” la actividad económica que podría estar dentro de territorios más violentos.
“Un aumento de un punto porcentual en la tasa de accionamiento de armas genera una caída de 0,13% en el salario del sector comercio", destaca el estudio, que utiliza los salarios como punto de referencia sobre la competitividad empresarial en cada zona.
Asimismo, “un aumento de un punto porcentual en la tasa de accionamiento de armas ponderada por el inverso de la distancia al cantón donde ocurre el delito resulta en un incremento de 1,36% en el salario promedio de los ocupados del cantón colindante”, agrega el documento.
LEA MÁS: No solo mueren criminales: Víctimas colaterales aumentan y autoridades son amenazadas en Costa Rica
Esta tendencia perpetúa las situaciones de desigualdad entre territorios, según destaca el think tank académico
¿Dónde se registran las tasas de accionamiento de armas más altas del país?
Con base en información del Organismos de Investigación Judicial (OIJ), los investigadores determinaron que las tasas más altas se encuentran en cantones como San José, Goicoechea, Alajuelita, Turrubares y Desamparados en el centro del país; así como Limón, Buenos Aires, Quepos, Garabito, Liberia, Puntarenas y Corredores en la periferia.
Esto no quiere decir que estos cantones tengan los peores salarios de todo el país, pero sí promedios más bajos que sus vecinos.
Para encontrar la correlación, además de los datos del OIJ sobre accionamiento de armas, los investigadores usaron como referencia de promedios salariales al Registro de Variables Económicas (Revec) del Banco Central. Asimismo, incluyeron variables de control como la escolaridad, la densidad poblacional, la tasa de ocupación y el valor de la construcción.
Según Vargas Cullel, los resultados de la investigación permiten asegurar que la violencia “puede deprimir” la oferta laboral.
Aún sin tener a mano estos datos, el director del OIJ, Randall Zúñiga, había señalado en entrevista con EF la estrecha relación entre criminalidad, territorialidad y desigualdad.
“El mejor ejemplo es Heredia”, comentó. “Si usted ve a Heredia, no es casualidad que sea la provincia con menos homicidios. Después de Guararí, ¿cuál otro tugurio hay en Heredia? Hay muchos menos que en Limón, San José o Puntarenas. En Heredia vemos colegios caros, un nivel adquisitivo mayor e incluso muchos de los jueces y fiscales viven en Heredia (...) pero cuando uno deja zonas descuidadas, abandonadas en inversión social, jóvenes que no siguen en la escuela o en el colegio, y tampoco hay un trabajo formal, al final todo esto llega a afectar”, analizó.
Para el estudio se utilizaron como referencia los salarios promedio del sector comercio por diversos motivos. Entre ellos, los investigadores señalaron el alto peso relativo de esa actividad en la economía del país (una cuarta parte del parque empresarial), la alta participación de negocios pequeños, y el hecho de que el comercio sirve de puente productivo entre las diversas actividades económicas y entre las ciudades intermedias y la Gran Área Metropolitana.
Además, se contempló que el comercio es una actividad que usualmente implica atención al público, lo cual le hace especialmente vulnerable a actividades delictivas.
Soluciones
Para intentar abordar la situación, los investigadores del Estado de la Nación realizan algunas recomendaciones puntuales.
Las dos principales se concentran en el uso de la educación formal y vocacional, tanto para reducir la incidencia de la criminalidad entre jóvenes en condiciones de vulnerabilidad como para prevenir la reincidencia de las personas que pasan por el sistema penitenciario.
También sugieren establecer alianzas público-privadas, con el fin de llevar empleo digno a poblaciones donde se puedan reducir los problemas sociales.
Según los investigadores, es importante intervenir en este tipo de casos porque la relación entre inseguridad y desempeño económico es evidente, y “perpetúa círculos viciosos de crecimiento y desarrollo económico alimentados por las consecuencias del crimen”.