La expresidenta de la República, Laura Chinchilla, decidió no inscribir su nombre como candidata de Costa Rica para luchar por la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Chinchilla anunció su decisión la mañana de este jueves en una carta enviada al presidente de la República, Carlos Alvarado, en la que explica que el cambio de reglas sobre la marcha afectan la continuidad de un proceso que debería desarrollarse con más reflexión en medio de la pandemia.
“Tanto la justificada preeminencia que ha tenido la atención de la pandemia sobre la elección de la presidencia del BID, como el cambio sin consulta de una norma central para su gobernanza, han llevado a que un amplio, diverso y respetable número de personas del Hemisferio y del resto del mundo, entre ellos exjefes de estado y exministros, hayan aconsejado prudencia y posponer la elección. Lo mismo han planteado algunos gobiernos”, explicó la exmandataria.
(HILO) Les comparto nota enviada al Presidente @CarlosAlvQ en relación con el proceso ante @el_BID y algunos extractos
— Laura Chinchilla M. (@Laura_Ch) September 3, 2020
...la actitud más responsable,constructiva y consecuente de mi parte, es no inscribir la candidatura para el proceso fijado para los días 12 y 13 de setiembre. pic.twitter.com/jDkTXrFNDT
De acuerdo con la carta, Chinchilla decidió no seguir con el proceso porque si la elección se lleva a cabo el 12 y 13 de setiembre, no se construirá el clima de cooperación necesario que requiere el banco multilateral.
“Comparto plenamente tales planteamientos y por ello, considero que la actitud más responsable, constructiva y consecuente de mi parte, es no inscribir la candidatura para el proceso fijado para los días 12 y 13 de setiembre. Seguir adelante con nuestra aspiración nacional equivaldría a endosar un proceso que no considero conveniente ni para el BID ni para el Hemisferio en las presentes condiciones”, añade la misiva.
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La expresidenta agradeció la confianza del Gobierno y las gestiones diplomáticas para buscar el apoyo de otros países en un proceso de elección atípico en el que se enfrentaría a Mauricio Claver-Carone, asesor de Donald Trump para las Américas.
“Presidente, le agradezco la confianza depositada en mí y las gestiones de su gobierno, en especial el apoyo brindado por parte de los ministros de Relaciones Exteriores y de Hacienda, Rodolfo Solano y Elián Villegas, así como por parte de la directora ante el BID, Edna Camacho, en pro de estas aspiraciones nacionales”, indica la carta.
Para la expresidente también fue importante el respaldo recibido por las diferentes fracciones legislativas del país.
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Cambio de reglas
Su propuesta se basó en transformar el enfoque regional bajo pilares como la inclusión, el desarrollo verde y sostenible y un mayor impacto económico favorable para países pequeños, históricamente más golpeados por la desigualdad y ahora también por el coronavirus.
Su plan de trabajó siempre recibió buenos comentarios, puertas abiertas y retroalimentación positiva de los países de cara a la elección del alto cargo.
Mientras la campaña transcurría, Estados Unidos utilizó su diplomacia para acuerpar y concertar apoyos en favor de Mauricio Claver-Carone aspirante de ese país a la máxima silla del banco.
La postulación del asesor de Trump generó discrepancias en el escenario político y diplomático regional en las últimas semanas. Argentina, México, Chile, Costa Rica y la Cancillería de la Unión Europea (UE) pidieron al BID postergar la elección hasta después de las presidenciales en los Estados Unidos.
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El banco multilateral fue fundado en 1959 con el objetivo de financiar proyectos de desarrollo económico y social en los países de la América Latina.
El expresidente de los Estados Unidos, Dwight Eisenhower (1953-1961), estableció una regla “no escrita” sobre la posición de su país dentro de BID durante un discurso pronunciado en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1958.
Las intenciones de Trump son vistas con recelo en la región. El pasado 18 de junio los expresidentes Julio María Sanguinetti, de Uruguay; Ricardo Lagos, de Chile; Juan Manuel Santos, de Colombia; y Ernesto Zedillo, de México; publicaron una carta en la que cuestionan la nominación.
“Deseamos manifestar nuestra profunda preocupación y desacuerdo con tal propuesta. Ella implica una ruptura de la norma no escrita, pero respetada desde su origen, por la cual el BID, por razones, entre otras de eficiencia financiera, tendría su sede en Washington, pero a cambio siempre estaría conducido por un latinoamericano”, indica la misiva.
En la carta los exmandatarios resaltan que no se trata únicamente de “una alteración protocolar”, sino más bien de un “quiebre con obvias derivaciones políticas en el quehacer de uno de los instrumentos más eficaces para la convivencia hemisférica”.
La carta reafirma que la designación de Trump “no anunciará buenos tiempos para el futuro de la entidad”.
Antes del apagón internacional por la crisis del coronavirus, se manejaban extraoficialmente varios nombres para buscar la presidencia del BID y suceder en el cargo al colombiano Luis Alberto Moreno quien ocupa esta posición desde el 1 de octubre del 2005.
Los posibles candidatos eran Benigno López, ministro de Hacienda de Paraguay; Gustavo Béliz, abogado y periodista de Argentina; Juan José Daboud, ministro de Hacienda de El Salvador; María Silvia Bastos, directora del Banco de Desarrollo de Brasil; y Laura Chinchilla, expresidenta de Costa Rica.
Tras el receso por la COVID-19 y la cancelación de la Asamblea de Gobernadores del BID, en Barranquilla, Colombia, programada para la tercera semana de marzo; el panorama cambió. Ahora solo quedan en la recta final Claver-Carone y el aspirante argentino.
Trump busca garantizar que un político cercano pueda quedarse en este puesto cuando el futuro de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos es bastante incierto. La continuidad del mandatario republicano se ve amenazada por el mal manejo de la crisis sanitaria de la COVID-19 y por la candidatura del demócrata Joe Biden.
El otro punto que despierta preocupación es justamente el nombre del candidato impulsado por Trump. Mauricio Claver-Carone es un abogado de 44 años considerado como republicano de extrema derecha con una visión sesgada sobre los gobiernos de América Latina y con un discurso duro frente a los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
El proceso de elección
Los 48 países miembros tienen votos en la Asamblea General de Gobernadores, máxima autoridad del BID. Este organismo celebra una reunión anual entre marzo y abril de cada año para analizar las operaciones y actividades del banco y tomar las decisiones de peso.
El presidente de la entidad es elegido por la Asamblea General de Gobernadores para dirigir las reuniones del Directorio Ejecutivo, pero no tiene voto, sólo en casos de empate.
Debido a la crisis del coronavirus, la asamblea se pospuso para setiembre de este año, en ese encuentro los candidatos a la presidencia acostumbran reunirse con los representantes de cada país para presentar los planes y concertar los votos de apoyo.