Washington. América Latina proseguirá su recuperación este año y el próximo, con una sensible mejora de Brasil, la mayor economía de la región, y un desplome de Venezuela, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su última proyección divulgada el martes.
“La recuperación en América Latina y el Caribe se está fortaleciendo, y se prevé que el crecimiento de la región aumente del 1,3% en 2017 al 2,0% en 2018 y 2,8% en 2019”, señaló el FMI en su Panorama Económico Mundial de abril.
Esta expansión es menor al crecimiento esperado de la economía global, de 3,9% este año y el próximo, pero da señales de optimismo: la región, fuertemente afectada por la caída de los precios de las materias primas entre 2014 y 2016, continúa su reactivación “gradual”, afirmó el Fondo.
El Producto Interno Bruto (PIB) se expandirá en particular en Brasil y en México, con un crecimiento moderado en Argentina y un panorama negro en Venezuela.
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El rebote del consumo y la inversión ofrecen una luz en el camino para Brasil, donde el Fondo espera un incremento de 0,4 puntos porcentuales con respecto a su estimación de enero para 2018, al igual que para 2019.
“Siguiendo la profunda recesión del ciclo 2015-2016, la economía brasileña volvió a crecer en 2017 (1,0%) y se espera que mejore un 2,3% en 2018 y un 2,5% en 2019 de la mano del consumo privado y de la inversión”, dijo el FMI.
“La expansión a mediano plazo se moderaría al 2,2%, presionada por el envejecimiento de la población y un estancamiento de la productividad”, añadió.
A pesar del repunte económico, el desempleo seguirá siendo una gran preocupación en Brasil, con 11,6% en 2018 y 10,5% en 2019, advirtió el FMI, después del pico de 12,8% del año pasado. La inflación, actualmente en 2,68%, debería mantenerse bajo control.
El FMI instó, sin embargo, a Brasilia a tomar medidas de austeridad adicionales para reducir su déficit. “La reforma del sistema de previsión social sigue siendo una prioridad”, señaló.
El FMI también destacó la expansión en México, donde prevé un PIB de 2,3% en 2018 y de 3,0% en 2019, tras crecer 2,0% en 2017. La economía mexicana se beneficiará de la mejora de Estados Unidos y de la puesta en marcha de las reformas estructurales, dijo.
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“En México, la implementación de ciertos aspectos de la amplia agenda de reformas aprobada hace cinco años ha progresado bien, incluyendo los sectores de energía, finanzas y telecomunicaciones”, apuntó.
En ese sentido, el FMI mencionó el impacto económico de las próximas elecciones en Brasil, México y Colombia.
“La incertidumbre política aumenta los riesgos en la implementación de reformas o la posibilidad de reorientar agendas políticas”, dijo.
El Fondo también se refirió a las reformas fiscales aprobadas en Argentina a finales de 2017, que consideró “una guía para la disciplina fiscal”. Sin embargo, dijo que se necesitarán “más recortes” del gasto para alcanzar los objetivos de déficit primario.
En Argentina, el FMI proyecta que el crecimiento pase del 2,9% en 2017 al 2,0% en 2018. Este 0,5% menos con relación a la previsión de enero se atribuye al efecto de la sequía sobre la producción agrícola y al ajuste para mejorar la sostenibilidad de las finanzas públicas y reducir la alta inflación (prevista en 22,7% en 2018 y 15,4% en 2019).
Argentina se recuperará gradualmente a 3,2% en 2019, estimó empero el Fondo.
El FMI señaló la magnitud de la crisis económica y humanitaria en Venezuela, “cada vez mayor desde 2014″, en el marco del colapso de la producción y exportación de petróleo.
Se prevé que el PIB venezolano caerá 15,0% en 2018 y otro 6% en 2019, “una revisión significativa a la baja en comparación con las bajas proyectadas en el Panorama Económico Mundial de octubre (de -9,0% y -4,0%, respectivamente)”, dijo el Fondo.
La galopante inflación, de 1.087,5% en 2017, trepará al 13.864,6% en 2018 para ubicarse en 12.874,6% en 2019, señaló. Se espera que el desempleo pase del 27,1% de 2017 al 33,3% en 2018, para alcanzar el 37,4% en 2019.
Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo, tuvo “un deterioro más rápido de lo esperado” en su producción, que era de 2,38 millones de barriles diarios (mbd) de crudo en 2016.
“La última cifra de producción se ubica en 1,62 mbd en diciembre de 2017, y muchos esperan que disminuya a cerca de 1,0 mbd a fines de 2018”, apuntó.
El FMI dijo en enero que de confirmarse estas previsiones, la economía de Venezuela experimentaría una contracción de casi 50% en los últimos seis años.