Carlos Alvarado cumple, este martes 15 de mayo, una semana en Casa Presidencial y en sus primeros ocho días ya inició un camino de ‘buenas acciones’ para enviar señales políticas bastante claras.
La pregunta es: ¿cuáles resultados obtendrá en el corto plazo?
Esta inquietud cobra fuerza sobre todo cuando se habla del problema más urgente que tiene el país, el déficit fiscal que llegará al 7,1% del Producto Interno Bruto (PIB) al final de este año y rozará el 7,9% para el cierre del 2019, según las proyecciones del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
El novel mandatario prometió hace ocho días que reducirá el déficit financiero del 6,2% (nivel alcanzado al cierre del 2017) al 3% del PIB para 2022. Una meta ambiciosa.
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En sus primeros ocho días, Alvarado ha estado de manera constante bajo los reflectores de los medios de comunicación. El escudero es, sin duda, Rodolfo Piza, ministro de la Presidencia, quien ha liderado las reuniones con las bancadas del Congreso para promover la reforma fiscal.
Así fue la primera semana de Carlos Alvarado tras heredar la "casa de cristal" de Luis Guillermo Solís.
El guiño político
Alvarado quiso enviar una primera buena señal a la Asamblea Legislativa, por eso apenas un día después de sentarse en la silla presidencial, se reunió con la fracción más grande del Congreso.
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Los 17 diputados del Partido Liberación Nacional (PLN), liderados por su jefe de fracción, Carlos Ricardo Benavides, asistieron a la cita en Zapote. Los verdiblancos llegaron a escuchar, a ver propuestas, a entender la ruta del Ejecutivo.
El tema no podía ser otro. El Gobierno trata de elevar a un rango de énfasis especial la aprobación del plan fiscal con el que pretende generar un 1,9% del PIB entre nuevos ingresos y recorte de gastos. Un porcentaje insuficiente, pero necesario.
Carlos Alvarado y Rodolfo Piza iniciaron un ciclo de reuniones con las siete bancadas del actual plenario, a todos les hicieron el mismo llamado: aprobar la reforma fiscal.
En el último encuentro, este lunes 14 de mayo, con José María Villalta, diputado del Frente Amplio, trascendió el interés del Ejecutivo en que la reforma fiscal se apruebe antes de julio.
El Gobierno de Alvarado ya hizo un guiño político a la oposición. Invitó a las fracciones a Casa Presidencial, se tomaron un café con ellos, los escucharon y dejaron las puertas abiertas.
Ese fue uno de los errores que los mismos diputados le señalaron -y le recriminaron- a Luis Guillermo Solís. Poca presencia en el Congreso, pocas reuniones con las bancadas y, en ocasiones, muy poco tacto político para negociar sobre temas importantes.
Tijera al gasto
Uno de los puntos que algunas fracciones reclaman para dar su apoyo al plan fiscal del Gobierno es una señal más vehemente en cuanto a contención y recorte del gasto público.
Las acciones del proyecto de ley que se discute en Cuesta de Moras son bastante laxas para recortar el gasto, una materia en la que Piza insistió mucho cuando fue candidato presidencial con el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), en primera ronda.
De hecho, el jefe de fracción de la Unidad, Erwen Masís, le pidió al Gobierno introducir mayor eficiencia en el gasto público y tomar medidas para recortar ese rubro.
La negativa absoluta al proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas la dio el Partido Integración Nacional (PIN). Este lunes 14 de mayo, Walter Muñoz, jefe de esa fracción, aseguró que "de entrada" no apoyarán nuevos impuestos.
Integración Nacional significa tres de los 57 votos del Congreso, por lo que la matemática legislativa todavía ofrece muchas combinaciones posibles para que la iniciativa fiscal se apruebe.
El Gobierno sabe que es urgente dar una señal a los mercados.
En medio de la discusión, Piza envió una luz. Este lunes, anunció que el Presidente modificará la directriz emitida por Luis Guillermo Solís para llenar plazas vacantes en el sector público.
En julio del 2014, Solís había ordenado que solo se pudieran llenar el 15% de los puestos vacantes en las instituciones públicas. El 85% restante no se podían ocupar, ni si quiera de forma interina.
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Antes de dejar el gobierno, en julio del 2014, el expresidente cambió la directriz para permitir que las instituciones llenen sus plazas vacantes en un 50%.
Sin embargo, Alvarado modificará nuevamente esta decisión en el marco de una serie de acciones que anunciará en los próximos días el Gobierno para contener el gasto público.
Primera acción: adiós a 28 cuellos de botella
La primera acción del nuevo Presidente fue ordenar la intervención de 28 cuellos de botella en diferentes rutas del país. Estas obras se harán en menos de un año mediante contratos de conservación vial vigentes.
La directriz firmada por Alvarado y por Rodolfo Méndez Mata, ministro de Obras Públicas y Transportes, en el primer Consejo de Gobierno el pasado 8 de mayo -día de la transmisión del mando presidencial-, es similar a una de las promesas de campaña de Rodolfo Piza.
Una de las vías que será ampliada es la conexión San José-Heredia por Santo Domingo y Tibás, donde actualmente se realizan obras.
Los trabajos de intervención en estos 28 puntos de las carreteras nacionales incluyen ampliación de calzadas y puentes pequeños, mejoramiento de infraestructura y señalamiento vial.
El objetivo de estas obras es incentivar el tránsito regulado, despejar las calles de obstáculos, recuperar derechos de vías y trabajar en la integración de distintas modalidades de transporte público.
Los puntos que serán intervenidos por el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) se encuentran dentro del perímetro donde se desarrollará la primera etapa del proyecto de sectorización de transporte público.