Cuba fue una vez un paraíso para los turistas estadounidenses. Hermosas playas, animados casinos y clubes nocturnos la hacían el lugar perfecto para escapar, apenas a una hora de Miami.
Pero la revolución encabezada por Fidel Castro y el subsiguiente embargo de la Guerra Fría a la isla comunista pusieron fin a todo eso.
El anuncio el miércoles por el presidente Barack Obama de planes de reestablecer relaciones diplomáticas con la isla caribeña no significa que el país va estar abierto repentinamente al turismo estadounidense. Pero sí da a aerolíneas, cadenas hoteleras y compañías de cruceros esperanzas de que pronto podrán llevar turistas a Cuba.
"Cuba es el mayor país en el Caribe, así que hay algunas posibilidades alentadoras", dijo Roger Frizzell, portavoz de Carnival Corp. "El país tiene ya cierta infraestructura para cruceros, junto con varios puertos, así que ofrece un gran potencial, pero hay otros asuntos que tienen que estudiarse si se abre ese mercado".
Altos funcionarios del gobierno de Obama dijeron que los viajes a Cuba para actividades turísticas seguirán prohibidos.
Un puñado de compañías internacionales ya operan en Cuba. Por ejemplo, la cadena hotelera española Meliá tiene 26 propiedades en el país.
Durante años, aerolíneas estadunidenses han estado probando calladamente las aguas de la isla.
Aunque la mayoría de los estadounidenses tienen prohibido viajar a Cuba y gastar dinero allí, familiares cercanos de cubanos, académicos y personas con programas culturales acreditados pueden visitar la isla. Y existe un pequeño pero sólido negocio de transporte de personas a Cuba.
La mayoría de los operadores son pequeñas agencias de viaje en el área de Miami con nombres como Alina's Travel Co. y Gina's Travel Services. Esos agentes fletan aviones de compañías como American Airlines para transportar a los grupos.
Unos 170.000 viajeros autorizados hicieron la travesía el año pasado, según el Departamento de Comercio.
"Una vez que la gente echa un vistazo a Cuba, siempre quiere ver más", dijo Katharine Bonner, ejecutiva de la operadora turística Tauck, de Connecticut, que opera visitas a la isla con una licencia de intercambio cultural. "Los estadounidenses son muy curiosos sobre un país que está a 90 millas (150 kilómetros) de nuestra costa pero que ha estado fuera de nuestro alcance tanto tiempo".
Ese aislamiento, en parte, lo que resulta tan atractivo. No hay McDonald's, no hay Starbucks. Bonner dijo que una vez que los viajes se abran, habrá curiosidad por ver a Cuba antes de que se americanice".
"Es casi como un país que se ha quedado congelado en el tiempo", dijo.
Las aerolíneas estadounidenses han estado midiendo las aguas en Cuba durante años.
American Airlines domina muchas de las rutas a Latinoamérica desde su base en Miami. Mantiene vuelos fletados a Cuba desde hace 15 años, dijo Martha Pantin. La compañía opera ahora de 12 a 14 vuelos semanales desde Miami a La Habana, Holguín, Santa Clara y Cienfuegos, y desde Tampa hasta La Habana y Holguín.
JetBlue Airways comenzó vuelos fletados a la isla en septiembre del 2011 hacia La Habana y Santa Clara.
"Lo estamos haciendo porque queremos prepararnos y entender cómo se opera en ese país. Qué sucede con las piezas, cuarentenas, tripulaciones " , dijo el director ejecutivo de JetBlue David Barger en conversación el año pasado con The Associated Press. " Simplemente tratamos de entender qué sucede; si de hecho ocurre una normalización".
Delta Air Lines, que operó más de 240 vuelo fletados entre octubre de 2011 y diciembre de 2012, dijo que no tiene planes inmediatos para establecer rutas hacia Cuba. Pero el portavoz Anthony Black señaló que al haber prestado servicio con operaciones fletadas, se ha preparado terreno para atender posiblemente el mercado si surge una oportunidad".
El único cambio inmediato para los viajeros con licencia será que podrán regresar a Estados Unidos con 400 dólares en bienes cubanos, incluidos tabaco y alcohol. Cantidades limitadas de habanos podrían ser el nuevo souvenir de moda.
El director ejecutivo del portal de viajes Orbitz dijo el miércoles que espera que la decisión abra el camino para viajes entre Cuba y estados Unidos para ciudadanos de los dos países.
"Esperamos que llegue el día — con suerte muy pronto — cuando todos los estadounidenses tengan la oportunidad de viajar a Cuba", dijo Barney Harford en un comunicado. "Hay numerosos beneficios económicos, sociales y culturales que surgirán del acceso libre y abierto, y nuestros clientes están ansiosos por visitar Cuba".