A pocas semanas de que ocurra el histórico divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE), una estela de incertidumbre se posa sobre el gobierno de Theresa May y algunos de sus socios comerciales, como Costa Rica.
El caso es relevante para el sector exportador nacional porque el mercado inglés es el tercero de importancia dentro del bloque europeo, detrás de Bélgica y Holanda.
Durante el 2018 el monto total exportado dejó divisas por $191 millones, monto que presentó una contracción del 7% frente al 2017 cuando se generaron $205 millones.
Hasta ahora el intercambio comercial de Costa Rica con el Reino Unido se da mediante el Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea (Aacue), que entró en vigencia el 1 de octubre de 2013.
Este pacto definió reglas y estableció tarifas arancelarias que podrían quedar en el limbo una vez que se haga efectiva la salida.
En medio del drama que se desarrolla al otro lado del Atlántico, los socios se sentaron a conversar y aunque aún no hay un panorama claro, el Ministerio de Comercio Exterior (Comex) afirma que se enfocan “en mitigar el riesgo de disrupción en los flujos comerciales”. Por su parte, los exportadores locales se mantienen confiados de que el bloque inglés mantenga las condiciones.
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Hasta el momento el gobierno de May no logra cuajar un plan de contingencia que sea aceptado por las partes para enfrentar la crisis autoimpuesta que los desvela desde el 2016.
Incertidumbre rodea intercambio comercial
El pulso que se desarrolla al otro lado del Atlántico no es ajeno a la realidad costarricense, porque Reino Unido deja cuantiosos ingresos al sector exportador.
Los ingleses han mostrado una gran predilección por el banano local y durante el 2018 las ventas de la fruta ascendieron a $77 millones, lo que representó el 40,5% del total de las exportaciones a ese mercado –$191 millones–.
Estos consumidores también muestran un gran apetito por la piña, que representó $61 millones y el café oro que dejó ingresos por $7 millones en el 2018.
Otros productos que el país comercializa con esta zona son yuca, lentes de contacto, azúcar, melón y sandías frescas.
El intercambio comercial se ha fortalecido, sin embargo, con el Brexit las principales incógnitas son las siguientes: ¿Qué pasará cuando Reino Unido salga de la UE? ¿Se mantendrán las condiciones del Aacue? Estas preguntas aún no tienen respuestas.
Los británicos están abiertos al libre mercado y, de momento, la versión que se maneja es que Reino Unido se ha acercado a sus socios para analizar mecanismos que permitan conservar el intercambio.
Uno de ellos es Chile, país con el que firmó un acuerdo de continuidad comercial en enero del 2019 y con el que pretende dar certeza y fortalecer las transacciones una vez que ocurra el divorcio.
También se firmaron acuerdos con Islas Faroe, el bloque comercial de África oriental y meridional, Suiza, Israel y la autoridad Palestina, según consta en el sitio web gov.uk.
Todos estos pactos replicaron los tratados de la UE, aunque se podrían dar cambios para que se ajusten a las partes.
A pesar de que las intenciones de los británicos son concretas en los casos anteriores, no sucede lo mismo con Centroamérica.
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El entusiasmo por mantener las condiciones aún no se refleja en la firma de un tratado o de acciones más concretas. De momento, todo es puro hermetismo.
Ante las diferentes consultas que realizó EF, la respuesta del Ministerio de Comercio Exterior fue escueta.
“Si bien no hay aún claridad sobre los términos en que tendrá lugar el Brexit, los análisis que ha venido realizando este ministerio con las autoridades británicas se centran en mitigar, en la mayor medida posible, el riesgo de disrupción en los flujos comerciales entre Costa Rica y el Reino Unido”, comentó Dyalá Jiménez, ministra de Comercio Exterior.
De momento, el análisis de las autoridades costarricenses se centra en un escenario donde los ingleses y los europeos no logren un acuerdo de transición con la UE.
Hasta ahora es el panorama más posible después del torbellino político que vivió la Primera Ministro ante el Parlamento, tras someter a votación el acuerdo negociado durante meses con el bloque europeo.
EF solicitó un estado de situación a la embajada Británica en San José, pero al cierre de esta edición no había respuesta.
Esperanza en medio de la incertidumbre
A pesar de que aún no se aclaran los nublados del día, el sector exportador está esperanzado.
El producto que lidera las ventas hacia el mercado inglés es el banano, fruta que durante 16 años protagonizó una disputa para mejorar las condiciones arancelarias.
Por años, Reino Unido y Francia favorecieron a sus excolonias africanas con tarifas especiales que dejaban en desventaja a los exportadores bananeros de la zona dólar (Costa Rica, Colombia y Ecuador).
La disputa se superó gracias al Aacue y al Acuerdo de Ginebra. Sin embargo, el divorcio con la UE podría implicar una alza en la tarifa.
Al 2019, el país desembolsa 82 euros de arancel por tonelada exportada –establecida en el Aacue–, pero fuera del acuerdo el impuesto que establece la Organización Mundial del Comercio (OMC) es de 114 euros, según comentó Jorge Sauma, gerente general de Corbana.
A pesar de este panorama Sauma cree que las tarifas se mantendrán. “Las condiciones no se van a perder, la incertidumbre es la dirección que tomará Reino Unido”, agregó.
En agosto de 2018, el país recibió la visita de George Hollingbery, ministro de Política Comercial del Ministerio de Comercio Internacional del Reino Unido.
En ese momento el jerarca comentó a EF que las autoridades británicas desean continuar con la transición de acuerdos, lo que regirá la forma en la que ellos importarán banano hasta el 2020.
A partir de esa fecha “será tema de renegociación en el debido momento”, según Hollingbery.
Por su parte, la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco) también confía en que Reino Unido mantendrá los beneficios actuales, de acuerdo con Andrés Gamboa, director ejecutivo.
El representante del sector ha trabajado de manera conjunta con Comex para, que ante la diversidad de escenarios que puedan surgir, los empresarios exportadores no se vean perjudicados.
A menos de un mes para la salida del bloque europeo, el gobierno de Theresa May parece estar en un callejón sin salida.
El Brexit tendrá un gran impacto en la economía inglesa y se estima que el divorcio amenazaría cerca de 600.000 empleos en todo el mundo.
Una salida abrupta, es decir sin acuerdo con la UE, implicaría que dentro de 15 años el Producto Interno Bruto (PIB) sea 9,3% menor a la proyección de crecimiento que la economía tiene bajo las condiciones actuales.
De momento, todo apunta a que la economía inglesa se alista para debutar en ese escenario.