Tener casa propia es el sueño de muchas familias que desean librarse de los cobros mensuales para enfocar sus recursos en el cuido de la propiedad, los impuestos y el pago de servicios públicos. Sin embargo, los jefes de hogar menores de 39 años prefieren la opción de alquilar.
Según el Informe Radiografía de la Vivienda 2022 del Centro de Estudios del Negocio Financiero e Inmobiliario (Cenfi), la vivienda propia no es prioridad en dicho grupo etario porque se enfocan en obtener financiamiento para adquirir carro, viajes o estudios. Arrendar la vivienda es una práctica de todos los jefes de hogar sin importar la edad, aunque en algunos la preferencia se manifiesta en mayor medida.
El alquiler de vivienda en Costa Rica tuvo una variación de 8,76% del 2021 al 2022. De cinco indicadores del tipo de posesión de vivienda, el alquiler fue el de mayor crecimiento seguido de la propia totalmente pagada con una variación de 5,24%. El estado de casa propia pagando a plazos tuvo una disminución de -4,37%, en precario -15,9% y otra tenencia como prestada o cedida un -0,22%.
“La modalidad que más creció en el parque habitacional de Costa Rica, en el 2022, fue el alquiler de manera porcentual. En números absolutos pasamos de 288.089 en el 2021 a 313.315 en 2022″, aseguró Melizandro Quirós, director ejecutivo del Cenfi.
Lo anterior no significa que el alquiler predomine entre todos los hogares, porque son las casas o apartamentos propios totalmente pagados los que imperan en las familias costarricenses.
Tenencia por medio del alquiler
Mientras la variación en el alquiler estuvo por encima del 8% en el 2022, al ampliar el periodo a seis años (2015-2021) la variación en este tipo de posesión fue de 9,45%.
“Del 2015 al 2021 veníamos creciendo aproximadamente, en alquiler, con 4.000 viviendas por año. En el 2022 aparecieron 25.256 más viviendas en alquiler”, señaló Quirós.
Si bien obtener una vivienda a través de la modalidad de renta es la práctica que más creció, tuvo resultados más significativos entre los hogares jóvenes que se componen por un jefe de hogar menor a 39 años de edad.
Un 38,6% de ese grupo etario residía, junto a su familia, en un sitio alquilado. Solamente un punto porcentual (p.p.) por debajo de los jóvenes que tenían casa propia totalmente pagada.
Según el Informe, el aumento en la tenencia por medio del alquiler, y que sea de mayor entre jóvenes, puede ser resultado de las “limitaciones de ingreso y accesibilidad que tienen para ser sujetos de financiamiento habitacional”.
Esa limitación no afecta únicamente a una edad en específico, sino a quienes tienen remuneraciones mensuales bajas por su trabajo.
El ingreso promedio de un hogar de clase media es de ¢757.091. Ese monto se ubica en el tercer quintil y sería este, junto al cuarto y quinto quintil, los que tienen mayor posibilidad de obtener financiamiento.
“La accesibilidad a la compra por medio del financiamiento bancario ha disminuido. Hemos pasado en los últimos dos años, de tasas hipotecarias históricamente bajas a las más altas en los últimos 24 meses, lo que representa una fuerte presión para ser sujeto de crédito en las entidades financieras”, informó Cenfi.
Nivel de ingresos
Quirós ejemplificó que un hogar con ingreso promedio de ¢815.207 sería sujeto a un préstamo de vivienda por ¢40.530.656 con una cuota mensual que equivale a ¢326.118.
No obstante, ese monto queda se corto respecto al estimado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) que es necesario para adquirir una vivienda considerada de clase media que incluye tres dormitorios, sala, cocina, cuarto de pilas, baño y medio, terraza y cochera. La residencia con estas características tiene un costo aproximado de ¢45,1 millones, sin tomar en cuenta el valor del terreno.
Por otra parte, el Cenfi considera el precio del terreno en los cálculos de una vivienda de clase media y estima que el presupuesto es de ¢63,7 millones.
“A pesar de que el primer y segundo quintil tienen un ingreso bajo, son objeto de la política pública de vivienda subsidiada por medio de bono. Probablemente el porcentaje de personas que están pagando a plazos en este quintil se utilice para complementar el monto del bono”, expresó Quirós.
La vivienda propia totalmente pagada tiene mayor peso en todos los quintiles y tiene una gran porción del pastel en el primer quintil que “podría explicarse por el efecto de las bajas tasas de interés que pudo motivar a las familias a conseguir fondos para cancelar los préstamos de vivienda”, según el informe.
Zonas rurales con casa propia
Las zona rural le gana el pulso a la urbana en cuanto a las casas propias totalmente pagadas. Un 71,5% de los hogares en lugares rurales habitan en ese tipo de vivienda, según el Cenfi.
“En el área rural la modalidad más relevante es la vivienda pagada, lo que está influenciado por la política habitacional de bono de vivienda que el país ha utilizado en los últimos 30 años”, puntualizó el Cenfi en su informe.