Las elecciones presidenciales en Estados Unidos son poco convencionales. Para llegar a la presidencia no se necesita obtener la mayoría de los votos a nivel general, sino alcanzar la mayor cantidad de votos electorales: una especie de puntos que se obtienen por ganar en cada uno de los 50 territorios en que se divide el país norteamericano.
En medio de ese contexto, hay estados que registran una tendencia marcada en favor del Partido Demócrata o del Partido Republicano. Sin embargo, siempre se registra otro grupo de territorios “indecisos”, conocidos como estados “bisagra“ o “péndulo” (battleground o swing states, en inglés), en donde la contienda se visualiza mucho más reñida y cuyo resultado es el que termina decidiendo los procesos electorales.
Los votos electorales de todo Estados Unidos son 538 en total. Esto quiere decir que, para ganar las elecciones, cualquier candidato requieren de al menos 270 votos o “puntos”.
Hasta el momento, Kamala Harris aventaja a Donald Trump por 10 votos electorales, si se toma en cuenta la posición de los estados con una tendencia definida; sin embargo, quedan 96 “puntos” en disputa, correspondientes a los territorios “indecisos”.
Los estados “bisagra” van cambiando con el tiempo por factores demográficos, económicos y sociales. Pero en este 2024 son siete: Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Arizona, Wisconsin y Nevada.
¿Qué necesitan Kamala Harris y Donald Trump para triunfar este 6 de noviembre y qué dicen hasta ahora las encuestas? EF le explica y le ofrece un mapa interactivo para que visualice todos los posibles escenarios.
En este mapa los estados con inclinaciones más claras se encuentran pintandos del color correspondiente al partido que probablemente gane los votos electorales (rojo para los republicanos; azul para los demócratas); mientras que los estados en disputa se muestran en gris.
Usted, como usuario, puede cambiar los colores de cualquier estado (definido o bisagra) al dar click dentro de su territorio, para visualizar los posibles cambios en el conteo de votos electorales.
Estados clave
Los estados que siguen en disputa son siete, pero cada uno tiene diferente peso electoral.
El número de votos electorales que tiene cada Estado se determina según la cantidad de representantes que cada uno tiene en el Congreso, tanto por medio del Senado como por medio de la Cámara de Representantes.
En ese sentido, los que tienen un mayor nivel de preponderancia en el grupo de los siete “indecisos” son Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia y Michigan, cuyas decisiones finales aportarán 15 o más votos, cada una, en favor de alguno de los candidatos.
Pensilvania dispone de 19 votos; Carolina del Norte y Georgia, de 16; y Michigan, de 15.
En cambio, Arizona, Wisconsin y Nevada aportan 11, 10 y 6 votos, respectivamente.
De ese gran total, la vicepresidenta Kamala Harris necesita rescatar 44 puntos (que puede obtener por medio de tres swing states o más); mientras que Trump requiere de 54 (por medio de al menos cuatro territorios).
La gran mayoría de los Estados otorgan sus votos electorales de forma íntegra al candidato o la candidata ganador que obtiene una mayor cantidad de votos entre sus fronteras. Sin embargo, hay dos excepciones, en donde los votos electorales se otorgan a través de un modelo distinto.
Tanto en Maine (tradicionalmente demócrata) como Nebraska (tradicionalmente republicano), se otorgan dos votos al ganador del voto popular a nivel general y, los restantes, al ganador de cada distrito.
California es el estado con un mayor peso electoral de todos. Su decisión aporta 50 votos electorales y tradicionalmente beneficia al Partido Demócrata. Texas, en cambio, es el segundo más significativo, con 40 votos, y su tendencia es republicana. Otros como Florida o Nueva York representan 30 y 28 votos, respectivamente; la primera con tendencia republicana y la segunda con tendencia demócrata.
En contraposición están los territorios con un impacto electoral menos significativo como Delaware, Vermont, Washington, Alaska, Dakota del Norte, Dakota del Sur o Wyoming, los cuales aportan solo tres votos electorales cada uno.
Encuestas
Las encuestas dibujan un panorama de alta incertidumbre en los stados bisagra.
Según los promedios de las encuestas que contabiliza la consultora Real Clear Politics, Trump llevaría la delantera en la intención de voto de Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia, Arizona y Nevada; mientras que Harris lo haría en Wisconsin y Michigan.
Si esos resultados se concretaran en la votación final, Trump alcanzaría la presidencia con más de 280 votos electorales.
Sin embargo, solo en dos de los casos mencionados la ventaja es superior a 2 puntos porcentuales en los sondeos (Georgia y Arizona, en favor de Trump); pero en otros tres —incluido el gigante Pensilvania, de donde es originario el actual presidente Joe Biden— la distancia no es significativa en favor de Trump y podría revertirse.
¿Gana el voto popular?
En medio de tanta incertidumbre, ¿puede ocurrir que gane un candidato con menos votos que su rival?
Esa es una situación totalmente posible en Estados Unidos.
De hecho, el propio Donald Trump ya venció de esa manera a la exprimera dama y exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, en 2016. En aquella contienda, la candidata demócrata obtuvo casi tres millones de votos más en los comicios estadounidenses a nivel general, pero registró 77 votos electorales menos, por perder en Estados claves por márgenes pequeños.
También pasó en la elección de George W. Bush, en el año 2000; cuando perdió el voto popular por 0,5 puntos porcentuales frente a Al Gore; pero ganó cinco votos electorales más en el conteo de “puntos” por estado.
Los otros tres casos son mucho más antiguos y se remontan a las elecciones de John Quincy Adams (1824), Rutherford B. Hayes (1876) y Benjamin Harrison (1888); quienes perdieron el voto popular frente a Andrew Jackson, Samuel Tilden y Grover Cleveland, respectivamente; pero igualmente llegaron a la Presidencia por decisiones posteriores del Congreso o por haber ganado los votos del Colegio Electoral.
Las elecciones estadounidenses son de matemáticas complejas.