Los diputados de la Asamblea Legislativa aprobaron aplicar una rebaja del Impuesto sobre la renta para los trabajadores independientes. El texto se aprobó en primer debate desde el 24 de septiembre pasado; sin embargo, luego fue enviado a consulta de la Sala Constitucional, ante la oposición del Gobierno de la República.
El proyecto finalmente superó la consulta de constitucionalidad, pero el Ejecutivo no lo convocó a finales 2024, por lo que ahora solo podría aprobarse en este 2025 y tener efecto hasta la declaración de impuestos de 2026.
El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, confirmó en una reciente entrevista con EF que el Gobierno vetará el proyecto, pero solo parcialmente. Esto quiere decir que el Poder Ejecutivo planteará cambios al documento y que la Asamblea Legislativa tendrá que decidir si los acoge y aprueba la nueva versión, o si los rechaza y sigue con la versión actual. Si escoge la segunda vía, tendría que reunir 38 votos (dos terceras partes del Congreso) y no solo mayoría simple, como hasta ahora.
A continuación, le presentamos el extracto completo de la conversación con el jerarca sobre el tema.
Los diputados impulsaron una rebaja de renta para los trabajadores independientes y ya pasó la consulta de constitucionalidad. ¿El Gobierno la vetará?
– Queremos que la vida sea justa. ¿Es justo que los trabajadores de más bajos ingresos reciban ¢200 millones y los trabajadores de más altos ingresos ¢3.500 millones de los ¢7.000 millones (el acumulado de exoneración total estimado del proyecto)?
No hay justicia. Nosotros hicimos un análisis del proyecto y esa propuesta de Jonathan Acuña desmejora el Gini (aumenta la desigualdad). Incluso nosotros conversamos con él y la idea era modificar los tramos, para que el impacto fuera menor y se quedara en los más bajos ingresos; pero cuando usted llega y se deja decir que usted le está ahorrando a los pobres, dándole a los ricos, ya usted está cayendo en una demagogia demasiado profunda.
Lo vamos a vetar parcialmente. Vamos a hacer una propuesta frente a la Asamblea Legislativa y frente al pueblo costarricense que sea más justa, porque para eso estamos aquí; no para quitarle impuestos a los ricos.
¿Entonces será un proyecto que aumente el mínimo exento o que incluya un escalón extra, con una tarifa más alta para personas con ingresos más altos?
– Exactamente, porque cuando quitás el escalón más bajo, el efecto es menor para quienes están más abajo que para quienes están más arriba. Al quitar ese escalón, se lo quitas a todos. El que paga un 25% igual ya no va a pagar lo mismo, sino mucho menos. Eso es lo que no le están diciendo a la gente.
Es muy fácil decirle a alguien que le van a cobrar menos impuestos, uno lo puede ver individualmente y estar muy feliz; pero la pregunta es qué recortamos entonces del presupuesto. ¿Acaso Jonathan está buscando alguna forma de sustituir esos ¢7.000 millones? Él demanda que hay que darle más dinero a Avancemos, que hay que darle más plata a las universidades, pero ¿qué vamos a hacer?, ¿le quitamos el 2% extra que le dieron a las universidades?
Hay quienes argumentan que se han dejado de percibir recursos, por ejemplo, con la Ruta del Arroz y la disminución de aranceles para los importadores.
– Eso es mentira. Es otra demagogia. Cuando estaba el arancel, se eliminaba el arancel cuando se declaraba desabasto, ¿y sabés quien se ganaba la plata? Los que compraban el arroz nacional, porque solo ellos podían importar, los dueños de los ingenios. ¿Realmente era una distribución equitativa? 300 productores de arroz, particularmente algunos que tenían capacidad de competir con el precio internacional, recibían un precio por encima del que debían de estar recibiendo, cinco millones de costarricenses le transferían a esos 300 todo ese beneficio.