Representantes del Gobierno firmaron esta mañana en las instalaciones del beneficio el Diamante en Atenas la Ley 9274: Reforma Integral del Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD), el cual le facilitará a los pequeños productores, emprendedores y micropequeñas, pequeñas y medianas empresas acceso a más de ¢280.000 millones.
El SBD es una herramienta que se aprobó en el 2008 para proporcionar acceso a recursos a miles de costarricenses que no eran sujetos de crédito, pero tuvo que reformarse para hacerlo madurar.
Tanto el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), como el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y la Asamblea Legislativa participaron en el proceso de negociación y aprobación de la Ley y se concretó esta mañana con su firma.
"Es primordial para esta administración darle el apoyo necesario a iniciativas que conlleven inclusión financiera y económica, para democratizar las oportunidades de progreso de los costarricenses. El Sistema de Banca para el Desarrollo necesitaba remozarse para garantizar un esfuerzo articulado en pro del empresariado nacional", indicó Luis Guillermo Solís, presidente de la República.
Las reformas aprobadas permitirán operativizar el "peaje" bancario, para que las pequeñas y medianas empresas, pequeños productores agrícolas y emprendedores tengan más opciones para obtener créditos, al brindarles tasas bajas (iguales a la tasa básica pasiva), con alrededor de ¢280.000 millones provenientes de la banca privada y un 5% de las utilidades de la banca pública.
Además, las reformas permiten direccionan recursos para los microcréditos, incorporar a los emprendedores como beneficiarios de la Ley, promover una regulación específica y prudencial para los beneficiarios de Ley y destinar fondos frescos para el Fideicomiso Nacional para el Desarrollo (Finade) con ¢15.000 millones por año provenientes del impuesto a la Banca de "Maletín".
Guido Vargas, representante de la Unión Nacional de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Upa Nacional), mencionó que en la actualidad, con este sistema, muchos productores han tenido acceso a crédito, pero que todavía no eran suficientes.
Por este motivo, con esta reforma creen que se le dará al programa más contenido económico y permitirá promover el acceso de la producción familiar que no cuenta con garantías.
"Un productor llega a un banco comercial a pedir un crédito y le piden estudios de factibilidad y garantías y luego de llevar cientos de requisitos al final se evidencia que no están interesados en préstar montos pequeños por esto, mediante el sistema de Banca de Desarrollo si va a poder sacar el dinero que tanto necesita", destacó.
Juan Rafael Lizano, presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria, dijo que no es que el SBD no haya hecho nada, porque ya se tienen colocados más de ¢100.000 millones.
"Sin embargo, la reforma aprobada elimina muchas de las trabas que tenían los productores y los pequeños y medianos empresarios porque no está sometida a las regulaciones de la banca privada y estatal", destacó.
Banca para el Desarrollo ahora cuenta con una unidad específica en el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), que manejará el 15% del presupuesto de dicha institución destinado a los beneficiarios de Ley, y podrá actuar de una forma más ágil; además, se crea un ecosistema más amplio de fomento al sector emprendedor productivo al integrar nuevos miembros activos, -como el Ministerio de Planificación y el Instituto de Fomento Cooperativo (Infocoop)-, que le permita generar más empresas, con mejor índice de competitividad y sostenibilidad durante el tiempo.