El gas natural es la nueva estrella que se asoma en el firmamento energético de un mundo que busca alternativas ante el avance implacable en los precios del petróleo y sus derivados.
Con reservas en aumento gracias a las nuevas técnicas de extracción, precios baratos en comparación con el crudo, y una combustión que produce menos emisiones de dióxido de carbono, los promotores del gas natural no dudan en coronarlo como el sucesor del oro negro.
En cuestión de energía no todo lo que brilla es oro, y aunque se muestra optimista, la misma Agencia Internacional de Energía se cuestiona si será esta la era de oro del gas natural.
Costa Rica no escapa al debate sobre la prudencia de apostar al hidrocarburo, y el proceso está aderezado con un elemento explosivo: ¿está el combustible incluido en el monopolio estatal de los combustibles administrado por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope)?
Hasta el momento, la discusión se ha mantenido con un bajo perfil entre Recope y el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), explicó René Castro, ministro de Ambiente y Energía.
Estas instituciones trabajan en el plan para importar el hidrocarburo destinado a la planta de generación de Moín y la operación de la nueva refinería. Además, el Gobierno trabajaría en la creación de un mercado local.
Sin embargo el sector productivo está a la expectativa de lo que podría ser un portillo para aumentar su participación en el mercado energético.
“Las implicaciones para el sector privado no están claras y son objetivo de nuestro estudio”, comentó Castro.
Energía primaria
La Refinadora ha sido rápida pero parca al sostener que una asesoría legal dictaminó que “al ser el gas natural un combustible asociado a la industria petrolera, está incluido en el monopolio… y solo Recope está autorizado para procesarlo, importarlo ....”
Otros criterios difieren, especialmente en el origen del gas natural, internacionalmente considerado como energía primaria, y su relación con el petróleo.
La Ley 7.356 , que estableció el monopolio estatal bajo la administración de Recope, solo menciona al petróleo crudo y sus derivados. Expertos señalan que este gas no es un derivado del petróleo.
El gas natural está compuesto por una mezcla de compuestos hidrocarburos simples, especialmente metano, encontrados en yacimientos subterráneos formados por rocas porosas, según la Asociación Americana de Gas.
Este gas natural termogénico, es decir, creado por altas temperaturas y presiones, se contrasta con el gas biogénico, que es producto de la descomposición de materia orgánica.
El gas natural se puede encontrar en yacimientos junto a agua y petróleo, pero también solo.
“El gas natural no es petróleo. Tampoco es un derivado, porque no se obtiene gas natural de la refinación de crudo. En ningún país del mundo se le considera como tal”, aseguró Roberto Dobles, exministro de Ambiente y expresidente ejecutivo de Recope.
La definición dejaría al gas natural fuera del control de Recope debido a la redacción específica del marco legal que regula las operaciones de la compañía ( Ley 6.588 ) y el monopolio ( Ley 7.356 ).
“Al tratarse de una excepción a la libertad de empresa, la interpretación de las normas que crean el monopolio tiene que ser restrictiva; esto es, el objeto del monopolio no puede extenderse más allá de la letra expresa de la ley, ni por analogía ni por interpretación”, argumentó Luis Ortiz, de BLP Abogados.
Usos múltiples
Esta diferencia de criterios ha despertado el interés en el sector privado que hoy está constreñido a las grandes instituciones estatales que dominan el mercado energético: Recope y el ICE.
El gas natural puede utilizarse en el sector industrial para alimentar hornos y calderas; en los hoteles para las cocinas; y para la generación eléctrica de autoconsumo que hoy resulta onerosa pues las plantas funcionan con derivados del petróleo como búnker o diesel .
Los motores de flotillas privadas y unidades de transporte público también podrían echar a andar con gas natural mediante un proceso de adaptación.
“El proyecto de gas natural es de gran interés para nuestros asociados”, aseveró Carlos Montenegro, subdirector ejecutivo de la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR).
El ahorro es parte importante del atractivo que el gas natural tiene para las empresas, además de las menores en emisiones de gases de efecto invernadero.
La aplicación de nuevas técnicas de extracción en Estados Unidos disminuyó los precios en el Henry Hub , centro neurálgico del gas natural ubicado en Luisiana.
Ahorro atractivo
El proceso bautizado como fracking consiste en taladrar y posteriormente bombear una mezcla de agua, arena y químicos en capas de esquisto –un tipo de roca que se divide con facilidad en hojas o láminas – lo que permite que el gas natural atrapado debajo escape a la superficie.
Aunque sus posibles efectos en los mantos acuíferos despertaron la preocupación de ambientalistas en Estados Unidos, el fracking provocó que el precio del gas en ese país cayera entre 2008 y 2011 de $8,85 a $3,47 por millón de BTU –medida equivalente a la cantidad de energía necesaria para calentar 0,4 kilogramos de agua–.
Esto significa que el gas natural se cotizaba la semana pasada a $19,7 por barriles equivalentes de petróleo (unidad de energía basada en la cantidad de energía liberada durante la combustión de un barril). Por su parte, el Petróleo Intermedio de Texas (WTI) registró un precio de $91,56 por barril, y el crudo Brent se cotizó en $111,57.
La adopción de este gas por parte del sector industrial, en sustitución del búnker , diesel y gas licuado de petróleo (GLP) reportarían un ahorro de $604 millones para el país del 2015 al 2037, según estimaciones del estudio realizado por la empresa SNC-Lavalin para Recope con el objetivo de determinar la rentabilidad de importar gas natural.
De darse las inversiones sugeridas en el sistema de distribución como estaciones satélites y reconversión de hornos y calderas, una industria que consuma diariamente 20 metros cúbicos de gas natural en lugar de búnker tendría un ahorro anual de $1.300.000.
Para una empresa que usa GLP el ahorro anual estimado sería de $2.400.000, y de $3.600.000 si se sustituye el diesel , según se extrae del estudio de Lavalin.
La adopción de gas natural por parte del sector transporte significaría un ahorro para el país de $909 millones durante la vida útil del plan fijada hasta el 2037.
Inversiones fuertes
No todo es ahorro, las inversiones para introducir el gas natural en el país son significativas.
“Como toda actividad relacionada con la energía, la industria del gas natural es intensiva en el uso de capital y requiere de grandes volúmenes para ser rentable”, advirtió Dobles.
Si en la cadena de valor del petróleo la materia prima es el porcentaje de peso; en el caso del gas natural es el transporte y procesamiento lo que eleva su costo.
Dado que Costa Rica no está conectada con ningún país productor por largos gasoductos, como los que existen entre Rusia y la Unión Europea, el flete debe realizarse por barco, y específicamente en naves criogénicas que puedan transportar el gas licuado a bajísimas temperaturas.
El proceso de licuefacción y el transporte suman $3,75 por cada millón de BTU de gas natural importado.
“Al final, puesto en Moín ,el gas va a costar $7,94 por millón de BTU, y $8,44 si entra por Caldera. Todavía mucho más barato que el petróleo”, explicó Dobles.
Una vez en suelo nacional, el gas natural debe pasar por una planta de regasificación y se deben contar con instalaciones para su almacenaje.
Esto significa una inversión de unos $100 millones en la primera fase del plan propuesto por SNC- Lavalin. Entre 2019 y 2026 se requerirá unos $80 millones adicionales del sector público.
“El volumen que significa Costa Rica es muy pequeño en el nivel mundial, y este elemento pesa en las ofertas”, comentó Gilberto de la Cruz, gerente de planificación eléctrica del ICE.
El plan requeriría inversión no solo por parte de Recope y el ICE, sino también del sector privado. Por ejemplo, el sector transporte deberá destinar $96 millones en la adquisición de camiones cisternas y la instalación de estaciones de servicio.
El sector industrial deberá invertir $81,5 millones para los camiones cisterna, las estaciones satélite y la adaptación de calderas y hornos.
Llevar el plan a buen puerto tiene un especial interés para el Gobierno. El gas natural produce 30% menos emisiones de dióxido de carbono que los derivados de petróleo; y con la meta de alcanzar la carbono-neutralidad a escasos nueve años urge actuar.
“Cumplir esa meta pasa necesariamente por reducir las emisiones del sector transporte y encontrar alternativas para la generación eléctrica térmica”, especificó el Ministro de Ambiente.
En el Globo
Si el nivel de inversión y de consumo son elementos que todavía sopesan los tomadores de decisión en Costa Rica, a nivel mundial son las incógnitas en los efectos sobre el ambiente de los nuevos procesos de extracción.
El avance tecnológico multiplicó las reservas mundiales, lideradas actualmente por Rusia y naciones exsoviéticas como Turkmenistán y Uzbekistán.
La compañía Gazprom asegura tener derechos de explotación sobre un 70% de las reservas rusas y un 17% de las mundiales.
Exxon Mobile, Conoco Phillips y British Petroleum están entre los principales productores en Estados Unidos.
La producción mundial creció 3,1% en 2011.
El escenario es promisorio, sin embargo el gas natural no es la vacuna contra los males ambientales. “El gas natural es el combustible fósil más limpio, pero sigue siendo un combustible fósil. Solo la expansión del uso de gas natural no será una panacea para el cambio climático”, aseguró Nobuo Tanaka, director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía en un comunicado .
Panacea o no, la pregunta del momento es ¿llegó la hora del gas natural?
Colaboró en esta información la periodista Leticia Vindas.