El año pasado Costa Rica alcanzó el histórico porcentaje de un 99% en la generación de electricidad a partir de fuentes renovables. La cifra, ubica al país junto a naciones como Uruguay y Paraguay que generan casi la totalidad de su electricidad a partir de este tipo de fuentes limpias.
Sin embargo, la situación regional -aunque positiva- es particularmente distinta. Para el año pasado, Centroamérica logró generar solo un 67,8% de su energía a partir de este tipo de fuentes. El dato desciende a un 54% si se incluye en el cálculo a Belice y República Dominicana, los otros dos países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana.
¿Cuáles son los países con la generación de electricidad más sucia en la región? Este es un resumen del panorama de América Central, a partir de las últimas estadísticas de producción de electricidad en los países del SICA, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
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República Dominicana, Honduras y Nicaragua generan más de la mitad de su energía a partir de fuentes sucias
Si se trata de producción de electricidad a partir de fuentes sucias, República Dominicana, Honduras y Nicaragua todavía dependen, en su mayoría, de las fuentes térmicas.
República Dominicana, con una situación particular debido a sus continuas crisis energéticas, genera casi un 92% de su energía a partir de fuentes sucias. El país no muestra mejoras en ese sentido: de hecho, la generación de energías renovables viene en caída en el último quinquenio (para el 2010 ocupaban un 11,7% y, para el año pasado, representaron un 8,1%). Casi la mitad de la energía no renovable de la región se produce allí.
Excluyendo a la isla, Honduras es el país de Centroamérica con la generación más sucia de electricidad. A pesar de ello, también registran la generación más alta de energía solar. El año pasado, Honduras registró la segunda principal adición en electricidad de la región, luego de abrir doce centrales solares que suman 388 megavatios (un aumento mucho mayor al registrado por Costa Rica el año pasado a partir de sus ampliaciones en Torito, Cachí y en Orosi).
Región revierte matriz
Aún así, no todas son malas noticias para la región. En el último quinquenio, los países del SICA lograron invertir su matriz energética para dar prioridad a la generación de energías renovables.
Para el 2010, un 45,4% de la capacidad instalada de los países era renovable. De forma positiva, el mismo porcentaje corresponde ahora a la capacidad instalada para las no renovables (las energías renovables representan ahora un 54.6%).
Una tendencia "positiva", apunta Hugo Ventura, Jefe de la Unidad de Energía y Recursos Naturales de la CEPAL.
"El gran reto ahora es mantener el moméntum: que la instalación (renovable) no se ralentice ni se reduzca. Vienen desafíos sobre cómo se desarrollan las energías renovables si los precios del petróleo bajan. Ya hubo una primera amenaza en el 2015. En el 2016 parece que el mercado petrolero busca un nuevo equilibrio y ésa es una nueva amenaza" señala.
El principal impulso de la región hacia las energías limpias se observa especialmente en la generación de energía eólica, que pasó de representar un 1,3% de la producción de la región en el 2010 a un 5,2%.
La matriz de Costa Rica
En el último quinquenio, Costa Rica también ha dado una mayor importancia a la generación de energías renovables, con un crecimiento especial hacia el sector eólico.
De hecho, para el 2010 la energía eólica representaba casi un 3,8% de la generación energética. Hoy el porcentaje alcanza un 10,1%.
En su mayoría, Costa Rica apuesta hacia la generación de energía hidroeléctrica: casi tres cuartas partes de la energía se generan a partir de este tipo de centrales. El sector solar es el más relegado: en el 2015 solo representó un 0,014% de la generación eléctrica.
Los retos de la región
¿Cuáles son los principales retos que enfrenta la generación energética en la región? El cambio climático, sin duda, es uno de los más importantes.
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El V Informe del Estado de la Región cita una investigación de Cepal que anuncia un creciente escenario de aridez para Centroamérica. En uno de sus escenarios, pesimista pero no improbable, Centroamérica pasaría de tener alta aridez en siete departamentos (provincias) a 38 departamentos para el 2050 y 68 para finales de siglo.
La disminución en la disponibilidad de agua, podría afectar a una región que depende en casi un 40% de las fuentes hidroeléctricas para generar su electricidad (SIEPAC).
Al mismo tiempo, se vislumbran otros ejes a futuro. Hugo Ventura, Jefe de la Unidad de Energía y Recursos Naturales de la CEPAL apunta otros retos.
"En el tema hidroeléctrico cada vez es más difícil desarrollar proyectos hidroeléctricos: hay una oposición muy fuerte de ambientalistas y ciudadanos y el tercer tema es la necesidad de que los países vean el negocio integrado eléctrico: hay que invertir en reserva, distribución y prestación de servicios auxiliares" cerró.