Obtener una visa de Estados Unidos se convirtió desde hace cuatro años en un dolor de cabeza para los cubanos por el cierre del consulado, pero un anuncio programado este jueves 3 de marzo en la representación diplomática en La Habana ha despertado una nueva esperanza.
La embajada estadounidense convocó a la prensa, sin precisar aún el motivo, aunque un portavoz del Departamento de Estado dijo el martes a la AFP que evalúa aumentar el personal "para facilitar la participación diplomática y de la sociedad civil y la prestación de servicios consulares".
La legación redujo su personal al mínimo en septiembre de 2017, cuando el gobierno del republicano Donald Trump argumentó que hubo misteriosos incidentes de salud, descritos como ataques sónicos, que afectaron a sus diplomáticos en 2016 y 2017.
Este fenómeno, denominado "síndrome de La Habana", se reportó después en otras embajadas del mundo.
Para los cubanos, el verdadero golpe fue el cierre del consulado, convirtiendo la obtención de una visa estadounidense en una carrera de obstáculos y obligándolos a viajar a un tercer país, como Colombia y Guyana, para solicitar el documento.
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En las calles de La Habana, la gente espera que el prometido anuncio sea una buena noticia.
La interrupción de servicios consulares "afectó a mucha gente económicamente" porque "la visa se sacaba allá en Guyana", narra Nélida Bartolón, una trabajadora económica de 48 años.
"Es mejor que se saque aquí, los cubanos no tienen que gastar tanto dinero para ir a sacar la visa, ir a sacar el turno y todo eso", sopesa esta cubana, estimando que el 98% de sus connacionales están interesados en el anuncio.
No obstante, otros como Felipe Mesa, un jubilado de 75 años extrabajador de la industria eléctrica, son incrédulos. "Vamos a ver si es verdad", suelta.
La isla enfrenta su peor crisis económica en casi 30 años por los efectos de la pandemia y las sanciones de Estados Unidos. Una gran cantidad de cubanos busca emigrar, especialmente a través de Centroamérica, para llegar a la frontera estadounidense.
Para el politólogo cubano, Rafael Hernández, la “deliberada” interrupción del acuerdo migratorio con Cuba, que prevé 20.000 visas anuales a cubanos, ha provocado en cuatro años “una especie de Mariel silencioso”, dijo refiriéndose al puerto por el que en 1980 salieron hacia Estados Unidos unas 125.000 personas.
Los cubanos indocumentados en territorio estadounidense se incrementaron de 21.000 en 2019 a 40.000 en 2020, precisó el politólogo.
Con la llegada de Trump a la Casa Blanca en enero de 2017, la relación diplomática entre Cuba y Estados Unidos se enfrió, tras el boom alcanzado con su antecesor Barack Obama, quien en 2015 restableció los vínculos, rotos desde 1961.
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El gobierno cubano esperaba que con la llegada de Joe Biden en 2021 las cosas mejoraran. No fue así.
La apertura del consulado "no tiene nada que ver con darle continuidad a la política de Obama", simplemente es "darle marcha atrás a barbaridades cometidas" por Trump que afectaron a los cubanos que viven en Estados Unidos, matiza Hernández.
De su lado, Michael Shifter, presidente del think tank Diálogo Interamericano, coincide en que "sería un error interpretarlo como el inicio de una apertura significativa hacia la isla".
Es una decisión respaldada por republicanos y demócratas que "no tiene costo político para la administración de Biden", indica.
Washington mantiene las críticas a La Habana por los encarcelamientos a manifestantes de las protestas que estallaron en la isla el 11 de julio al grito de "Tenemos hambre" y "Libertad", dejando un muerto, decenas de heridos y 1.377 detenidos, según la ONG de derechos humanos Cubalex.
"No es ningún gesto de mejoramiento de relaciones", según Shifter, que estima "difícil imaginar más cambios del gobierno (estadounidense) hacia Cuba" ante la posibilidad de que los demócratas pierdan el control de ambas cámaras en las elecciones intermedias de noviembre.
Hernández lamenta que Washington se comporte como si no hubiera pasado nada y no vuelva a mencionar los ataques sónicos. "No están rectificando algo, ni reconociendo que cometieron ningún tipo de acción que vulneraba no solo al acuerdo migratorio, sino los interesas de los cubanos", señala.
La posible ampliación del personal estadounidense en Cuba tendría en cuenta la "seguridad" de los funcionarios, precisó a la AFP un portavoz del Departamento de Estado.
Los servicios de inteligencia estadounidenses señalaron en enero que de los cientos de casos reportados como "ataques sónicos" una veintena no tenía explicación médica o ambiental convencional.
Investigadores de la Academia de Ciencias de Cuba negaron que existiera “ninguna evidencia de atentados”.