El primer año de la pandemia de COVID-19 frenó la graduación y la especialización de profesionales en Costa Rica. En total, la emisión de nuevos títulos académicos cayó en un 13% durante el 2020, con un impacto mayor (de casi un 15%) en certificaciones de grado: bachilleratos y licenciaturas.
El impacto fue menor en materia de posgrados (doctorados y maestrías); sin embargo, estos apenas representan un 8% de las certificaciones totales que las 53 universidades del país entregaron en 2020.
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Si bien la caída en la cantidad de títulos otorgados es una tendencia generalizada, impactó de manera disímil a universidades públicas y privadas.
Las ‘u’ públicas –que otorgan dos quintas partes de los títulos que se emiten en el país– experimentaron una merma del 7,6% en sus títulos entregados en comparación con 2019; mientras que las privadas –que entregan las tres quintas partes restantes– sufrieron una caída en su emisión de certificaciones del 15,7%.
También fue una merma disímil entre áreas de conocimiento. La más afectada fue la de ciencias de la salud, por la naturaleza presencial de sus aprendizajes y el impacto de las restricciones por la pandemia del nuevo coronavirus.
Sin embargo, también se redujo la emisión de títulos de manera considerable en ciencias sociales, derecho y ciencias económicas.
Una merma multifactorial
Los datos disponibles sobre la merma en la entrega de títulos académicos durante 2020 evidencian que esta se podría explicar por una amplia variedad de factores.
Por un lado, la caída más pronunciada en universidades privadas podría suponer dificultades económicas de los estudiantes próximos a graduarse; ya sea por problemas para enfrentar el pago de sus matrículas o por mayores necesidades en sus hogares.
Las universidades del país otorgaron un total de 41.873 títulos de grado, pregrado y posgrado en 2020; es decir, 6.000 menos que en 2019. De esa contracción, la mayor parte correspondió a universidades privadas, que experimentaron un decrecimiento de 4.809 unidades en la emisión de títulos.
Estos datos se desprenden del repositorio más actualizado del Consejo Nacional de Rectores (Conare), sobre títulos académicos otorgados entre 2014 y 2020, los más actualizados y publicados por su División de Planificación de Conare en octubre pasado.
Esta base utiliza como referencia información suministrada por las oficinas de registro de las universidades estatales y por el Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (Conseup).
Las carreras relacionadas con las ciencias de la salud fueron las que experimentaron una mayor reducción en la entrega de títulos de este 2020, ante mayores restricciones para los aprendizajes en sitio. La caída en títulos de grado (bachilleratos y licenciaturas) fue de un 28,7%, en comparación con el promedio emitido durante los últimos seis años antes de la pandemia.
La carrera de Medicina podría catalogarse como una de las más afectadas por el coronavirus, según comentó en entrevista con EF el vicerrector de Docencia de la Universidad de Costa Rica (UCR), José Ángel Vargas.
“Ahí tenemos un importante rezago de estudiantes que debieron esperar. Hay otras áreas de salud, ciencias e ingenierías que se vieron afectadas; pero no tan sensiblemente como Medicina”, detalló.
Además de los factores económicos y de las restricciones que pudieron limitar los aprendizajes estudiantiles, también se podrían contabilizar contingencias por problemas más directamente relacionados con la pandemia. Por ejemplo, el contagio y la enfermedad de estudiantes o familiares suyos, entre otras posibilidades.
Todas las áreas
Pese a la mayor afectación en ciencias de la salud, la caída en la cantidad de títulos de grado otorgados durante 2020 fue casi generalizada en todas las áreas de conocimiento.
En la comparación con el promedio de certificaciones emitidas en los seis años anteriores a la pandemia, la reducción en títulos entregados también fue sustancial en las carreras de áreas como derecho (19,9%), ciencias sociales (18,5%) y ciencias económicas (13,1%).
En menor medida disminuyeron las entregas de títulos en educación (9,7%), computación (6,5%), ingeniería (5,7%) y recursos naturales (2,2%); mientras que solo las carreras de artes y letras, y ciencias básicas mantuvieron comportamientos similares a los mostrados en los últimos años.
No obstante, estas últimas dos emiten apenas cerca de un 4% de las certificaciones de grado totales del país.
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Adaptación y ventajas públicas
La caída general en títulos de grado, pregrado y posgrado entragados por universidades públicas fue menor que en las universidades privadas.
De hecho, la reducción fue de 7,6% en comparación con 2019 para las ‘u’ públicas.
Esto representó 1.316 certificaciones menos otorgadas por las casas de enseñanza estatales que en el último año de la prepandemia.
No obstante, la disminución podría ser incluso menor, pues hubo un problema estadístico con los datos del Instituto Tecnológico de Costa Rica entre 2014 y 2019. En ese período, la universidad estatal adjuntó en sus datos como “títulos emitidos” el registro de estudiantes que concluyeron sus planes de estudio, pero no se habían graduado oficialmente. Este error abultó las cifras anteriores de esa entidad y, por ende, también la caída de 2020 para sí misma y para las ‘u’ públicas.
Esto hace previsible que la reducción general de diplomas entregados por ‘u’ públicas sea todavía más baja de la contabilizada.
Es una situación que podría responder a diversos factores, según el vicerrector Vargas, de la UCR. Entre ellos mencionó la rápida adaptación a clases virtuales, el apoyo a través de becas a estudiantes para que continuaran sus estudios y para que accedieran a condiciones básicas de conectividad, y la condición gratuita o de bajo costo relativo de los servicios de enseñanza superior estatal.
Similar opinión externó el director de la División de Planificación Interuniversitaria del Conare, Olman Madrigal. “Hablamos de inversiones millonarias que hacen las universidades en este tema y que ha venido creciendo con el tiempo. Los programas sociales se vieron reflejados, además de las acciones adicionales que no se tenían previstas pero se aplicaron para que no se nos fuera ningún estudiante por un tema económico”, subrayó.
El último Informe del Estado de la Educación –que se publicó en septiembre pasado– destacó ese tipo de acciones. Sin embargo, indicó desconocer el nivel de apoyo, en términos económicos y sociales, que realmente pudieron brindar los centros privados; es decir, la mayoría de universidades del país.
En total, Costa Rica cuenta con un total de 53 universidades activas, de las cuales cinco son públicas y el resto del sector privado.
EF intentó contactar a la presidenta de la Unión de Rectores de las Universidades Privadas (Unire) y rectora de la Universidad Latina, Rosa Monge, para esta publicación. Sin embargo, afirmó a través de un enlace de prensa que no podría contestar porque atendía cuestiones laborales fuera del país.
Algo en lo que trabajaron correctamente universidades públicas y privadas, y que destacó el Estado de la Educación este 2021, fue en sus esfuerzos para virtualizar sus procesos de enseñanza. Esto permitió evitar suspensiones de peso, “con excepción de ciertos laboratorios, prácticas, trabajos de campo, trabajos comunitarios, y voluntariado”.