Herramienta de prevención y origen de conflictos en ocasiones violentos, el tapabocas dejó de ser obligatorio para pasajeros y empleados de aviones estadounidenses y de la mayoría de los transportes públicos en ese país, en una decisión que suscita tanto aplausos como molestia.
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"Por fin", exclama un pasajero a bordo de un avión de Delta justo después de que el piloto anuncie en pleno vuelo el levantamiento "con efecto inmediato" de la obligación de llevar mascarilla, según se observa en un video difundido en Twitter. El resto celebra con una salva de aplausos.
Washington había decidido la semana pasada prolongar la obligación de llevar tapabocas en los transportes públicos al menos hasta el 3 de mayo. Pero una jueza federal estimó el lunes que las autoridades sanitarias se extralimitaban en sus funciones y anuló la medida, lo que impulsó a la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) a levantar la obligación.
La misma noche, las grandes aerolíneas —que obligaban a llevar tapabocas en su mayoría desde la primavera de 2020— modificaron sus reglas, y les siguió la compañía ferroviaria Amtrak. En tanto Uber y su competidora Lyft hicieron lo propio el martes por la mañana.
La autoridad del transporte en Nueva York se mantenía firme y seguirá exigiendo el uso de mascarilla en el metro y los autobuses de la ciudad, dijo un portavoz. Pero en Washington, el sistema de metro y buses levantó la medida.
Ante el retroceso de la COVID-19, el avance de la vacunación y el cansancio acumulado por parte de la población, las autoridades estadounidenses han ido aligerando las consignas en los últimos meses. Pero seguía siendo necesario cubrirse el rostro en los transportes públicos.
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“Irresponsabilidad”
El cambio podría ser sin embargo, efímero. El departamento de Justicia anunció el martes por la noche que apelaría la decisión de la jueza si las autoridades sanitarias consideran que la obligación de llevar la mascarilla debe seguir vigente.
La administración "sigue pensando que la obligación de llevar tapabocas en los transportes es un buen uso de la autoridad que el Congreso dio a los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, NDLR) para proteger la salud pública", indicó en un comunicado.
La vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, había calificado de "decepcionante" la decisión de la jueza.
Y otros tampoco están satisfechos con el cambio repentino.
Tatiana Prowell, profesora de oncología en el centro de salud Johns Hopkins, dijo en Twitter haber recibido numerosos mensajes de personas inmunodeprimidas con cáncer preocupada por viajar en vuelos sin mascarillas.
"Además de llevar tapabocas N95, les aconsejo viajar en los días/horas menos concurridas si es posible", escribió, al describir la "irresponsabilidad" de las aerolíneas de haber autorizado el retiro de la mascarilla en los vuelos.
Según un sondeo de YouGov realizado entre 7.802 adultos el 18 de abril, justo antes de la decisión de la jueza, 63% de los entrevistados respaldaban la obligación de llevar tapabocas en el transporte público.
La asociación de personal de vuelo-CWA no tomó posición al respecto, porque sus miembros están divididos, según resaltó la presidenta del sindicato, Sara Nelson, en el canal CNBC el martes.
La obligación de llevar mascarilla ha sido un tema muy sensible durante toda la pandemia, y ha sido especialmente contencioso en los aviones, donde el personal de las aerolíneas ha debido enfrentar las reticencias de numerosos pasajeros, algunos incluso violentos. La agencia encargada de la seguridad en el transporte aéreo de Estados Unidos, la FAA, registró 744 incidentes relacionados con el uso de tapabocas desde inicios de año.
"Hay absolutamente un suspiro de alivio por parte de nuestros equipos, pero también hay personas que están realmente preocupadas", resumió Nelson.
Todas las organizaciones de transporte resaltaron que cada uno es libre de seguir llevando mascarilla, particularmente en casos de riesgo personal o cuando haya un alto nivel de contagio del la COVID-19 en la región.
“Sabemos que cada persona está más o menos cómoda” con las nuevas consignas, señaló Lyft en un mensaje. Tanto conductores como pasajeros pueden “anular todo trayecto que no deseen hacer”.