Nuevas tensiones en la región del Golfo acechan los precios del petróleo después de que rebeldes yemeníes hutíes perpetraran dos ataques con drones contra instalaciones de Aramco, la empresa propiedad de Arabia Saudita y que produce la mayor cantidad de hidrocarburo en el mundo.
El ataque repercutió sin demora en los mercados internacionales de petróleo donde el precio llegó a subir un 14%, según reportó la agencia internacional AFP. Una vez pasada la reacción inmediata, la cotización del barril se estabilizó, pero los inversionistas vigilan de cerca el desarrollo de los acontecimientos.
No es para menos, el incidente evidenció la vulnerabilidad de las instalaciones petroleras y la capacidad para para contener ataques terroristas que tiene Arabia Saudita, un reino famoso por ser el primer exportador mundial de petróleo y por comprar armas de alta tecnología a Estados Unidos (EE.UU.), Reino Unido y Francia.
Para comprender las aristas del conflicto EF conversó con Yashmina Shawki, analista internacional e historiadora; Guillermo Barquero, analista internacional y politólogo; Sergio Moya, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Costa Rica (UCR) y Constantino Urcuyo, catedrático de la UCR.
También se consultó a Erick Solano, director de comercio internacional, de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) para ahondar en las repercusiones que podrían darse para Costa Rica.
¿Qué sucedió?
Dos plantas de la empresa Aramco ubicadas en Abquaid y Khuaris fueron blanco de ataques terroristas con drones que cesaron la producción de 5,7 millones de barriles de petróleo crudo por día, de acuerdo a la información publicada en el sitio web del gigante de hidrocarburos.
Rebeldes yemeníes se adjudicaron la autoría de los incidentes. Sin embargo, las acusaciones entre las naciones de la región no cesan.
Por un lado Arabia Saudita señala como culpable a Irán. “El ataque fue lanzado desde el norte e incuestionablemente fue responsabilidad de Irán”, aseguró Turki Al Maliki, portavoz del ministerio de Defensa. Mientras que los iraníes negaron su participación mediante una nota enviada a EE.UU, a través de la embajada suiza ubicada en Teherán.
Ahora bien, este no ha sido el único incidente perpetrado por los rebeldes hutíes. El 17 de agosto anunciaron el ataque “más masivo jamás lanzado en Arabia Saudita” contra el campo de Shayba que provocó un incendio en una instalación gasífera de Aramco, de acuerdo a AFP.
El grupo también se adjudicó otro incidente con drones en la región de Riad contra dos estaciones de extracción de un oleoducto que une el este y el oeste del reino. La acción produjo la interrupción temporal del flujo de petróleo y elevó las tensiones.
¿Por qué hay conflicto?
Los hutíes son un grupo tribal religioso apoyado por los iraníes –de tradición chiita–, los cuales lucharon contra el presidente yemení Alí Abdalá Salé durante las revueltas árabes.
Precisamente la mancuerna de poder que se da desde hace años entre ambas naciones molesta a Arabia Saudita, de acuerdo al analista Sergio Moya.
Aquí se debe presente que el reino saudí es de mayoría sunita, por lo que se evidencian las diferencias religiosas que existen entre los actores.
En el 2015 la potencia petrolera junto a los Emiratos Árabes, Sudán y Kuwait, iniciaron una intervención militar en Yemen que esperaban finalizar en cuestión de días, no obstante, la guerra lleva años.
Por eso el grupo tribal aprovechó la coyuntura para perfeccionar sus técnicas bélicas y hoy está en una posición de poder vulnerar centros neurálgicos.
“Arabia Saudita tiene un poderío militar y compra tecnología de punta a Estados Unidos ¿Cómo el movimiento rebelde hace una operación de esta naturaleza a 1.000 kilómetros de distancia, sin que haya tecnología que lo evitara en el sitio más estratégico para Arabia Saudita? Es un misterio”, indicó Guillermo Barquero, analista internacional y politólogo.
¿Qué papel juega Irán?
En la zona se desata una especie de guerra fría entre Irán y Arabia Saudita, que tiene dos aristas: una religiosa y otra geopolítica por el poder y la influencia sobre la región. A criterio de Moya, la puja la gana Irán, debido a que esta república árabe tiene más habilidades para operar en microescenarios como Yemen, Siria, Iraq y la lucha contra el Estado Islámico (también conocido como Daesh).
Mientras que el balance para Arabia Saudita tras una década de intervenir varios países, como Líbano o Siria, le ha dejado un balance negativo. “Arabia Saudita no acumula ninguna victoria significativa”, comentó Moya.
Con respecto a lo religioso Arabia Saudita es un país sunita del Islam más puro y que custodia el lugar más sagrado para los musulmanes, La Meca. Por el respaldo religioso y el poderío económico que ostenta, desde hace décadas intenta posicionarse como potencia en oriente próximo, aseguró Yashmina Shawki, analista internacional e historiadora.
Mientas que Irán, de mayoría chiita, está enfrentado por los sunitas en cuanto al liderazgo religioso, político y económico en la región.
A la escalada de tensiones también se suma que el régimen iraní está incómodo con la salida abrupta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, del acuerdo nuclear y con las sanciones económicas que por esa decisión pesan sobre Teherán.
El papel de las potencias
EE.UU. prepara un documento para comprobar que el ataque provino de Irán y así convencer a la comunidad internacional en la Asamblea General de las Naciones Unidas que se llevará a cabo la próxima semana, indicó la agencia de noticias AFP.
Sin embargo, en sus redes sociales el presidente Trump fue más cauto y no señaló culpables.
Mientras que representantes de otras potencias hacen un llamado a la distensión y a la calma, tal es el caso de Jean-Yves Le Drian, ministro francés de Asuntos Exteriores; Hua Chunying, vocero de la diplomacia china y Angela Merkel, canciller alemana.
Por su parte, Rusia hizo un llamado a la comunidad internacional y solicitó no sacar conclusiones apresuradas.
Implicaciones para Costa Rica
El principal proveedor de producto refinado para Costa Rica es EE. UU. En el 2018 el país adquirió 20.319.351 barriles principalmente provenientes de la costa del golfo de México. Sin embargo, la duda que surge tras los ataques es ¿podría darse un incremento en el precio de los combustibles?
Para poder responder de forma contundente habrá que esperar, al menos ese es el criterio de Erick Solano, director de comercio internacional de Recope. El pico experimentado por los precios del barril de crudo inmediatamente después de los ataques se desinfló con el pasar de los días y habrá que esperar una reacción más analítica para ver cómo se mueve el mercado internacional, comentó Solano.
Al otro lado del mundo, Amin Nasser, CEO de Aramco, manifestó que los servicios se reestablecerían completamente a finales de setiembre, de acuerdo a informaciones publicadas en la página web. De ser así, no volvería incertidumbre entre los mercados internacionales.
En esta coyuntura se deben tomar en cuenta los estudios extraordinarios que Recope realiza ante la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), el segundo viernes de cada mes, para analizar si se mantienen los precios de los combustibles, si hace una rebaja o un incremento.
El próximo estudio se presentará el viernes 11 de octubre y lo que suceda durante las siguientes semanas en el mercado internacional se podría reflejar en esa petición de Recope. Misma que sería efectiva en la última semana de octubre o a inicios de noviembre.