La Junta Directiva de la Caja Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) informó este 12 de agosto que aprobó tres importantes ajustes para dar sostenibilidad al régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) al menos hasta 2050, en lugar de 2037 como apuntaban las proyecciones actuales.
Los ajustes reducen los beneficios del régimen, pues se restringirá la posibilidad de acceder a jubilaciones anticipadas y se modificará la fórmula de cálculo de la pensión.
El régimen del IVM es el más grande del país. Acumula 1,5 millones de cotizantes y más de 300.000 beneficiarios.
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EF analizó los cambios propuestos por mayor administradora de pensiones del país y le explica paso a paso las implicaciones de los cambios, que entrarían en vigencia dos años de su publicación oficial.
¿Qué cambios establece la reforma?
Los ajustes anunciados por la CCSS para su régimen de pensiones del IVM son tres:
- La eliminación del retiro anticipado por vejez para los hombres y la reducción del mismo para las mujeres. Ellas podrán optar por la jubilación adelantada, pero ahora solo a partir de los 63 años, con al menos 405 cuotas aportadas
- Para el cálculo de la pensión ahora se tomarán en cuenta los mejores 300 salarios reportados por el cotizante (en 25 años de carrera laboral)
- La cuantía adicional (que eleva el porcentaje salarial de la pensión a los trabajadores por la postergación de su retiro) comenzará a acumularse después de 300 cuotas (25 años de cotizaciones).
¿Qué implicaciones tienen estos cambios?
En términos generales, estas medidas limitan la posibilidad de retiro anticipado para hombres y mujeres. Además, amplía la cantidad de salarios de referencia para el cálculo de la pensión y disminuyen la posibilidad de elevar el porcentaje salarial de la eventual pensión de cada contribuyente.
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¿Cómo cambia el retiro anticipado?
El cambio en el sistema de retiro adelantado es sustancial, pues actualmente tanto hombres como mujeres tienen la posibilidad de adelantar su jubilación y en plazos mucho más atractivos de los que ahora permitiría la reforma solo para las mujeres (63 años con 405 cuotas).
Los cotizantes actuales deben tener al menos 300 cotizaciones y 65 años para acceder a su pensión; sin embargo, pueden adelantarse:
- A partir de los 59 años y 11 meses, en el caso de las mujeres, cuando cumplieron al menos 450 cotizaciones.
- A partir de los 61 años y 11 meses, en el caso de los hombres, cuando cumplieron con al menos 462 cotizaciones.
Cuando las personas no cumplen con el mínimo de 300 cuotas pueden optar por una pensión proporcional a sus aportes, aunque únicamente si realizaron al menos 180 de ellos (por 15 años).
¿Cómo cambia la fórmula de cálculo de la pensión?
El cálculo aumenta sustancialmente la cantidad de salarios que se utilizan como referencia para determinar la pensión.
El monto actualmente es alrededor de un 50% del promedio de los últimos 240 salarios traídos a valor presente, 60 por debajo de los que ahora se plantean. Esto implica que ya no se tomarían en cuenta solo los últimos 20 años salariales, sino hasta 25.
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Según redactó la CCSS en comunicado de prensa, el aumento de 25 a 30 años para los salarios de referencia busca ayudar a “un porcentaje alto de cotizantes” que en sus últimos años de vida laboral sufren disminuciones en sus ingresos; sin embargo, el cambio afectaría a quienes más bien registran sus mayores ingresos durante los últimos años de su desempeño profesional.
¿Cómo funciona actualmente el cálculo de las cuantías adicionales?
En la actualidad, los trabajadores pueden acceder a una cuantía adicional. Esto quiere decir que pueden sumar un punto porcentual a ser contemplado de su promedio salarial para la pensión, por cada año que trabajen de más a partir de sus 240 cuotas (20 años).
Ahora ese punto porcentual lo podrán sumar hasta después de sus 300 cuotas (25 años).
¿Cuándo entrarían a regir estos cambios?
La CCSS comunicó que los nuevos ajustes entrarán en vigencia dos años después de su publicación en el diario oficial La Gaceta.
Según Ubaldo Carrillo, gerente de pensiones de la Caja, la institución prevé empezar a aplicar las reformas en enero de 2024.
¿Qué efectos tendrían estos cambios para los cotizantes?
Daniel Valverde, socio especialista en derecho laboral de la firma Ecija, consideró que una consecuencia directa de la reforma es que obligará a muchas personas a trabajar más tiempo del que tendrían que hacerlo actualmente, con la existencia de los retiros anticipados.
También señaló que, al tomar en cuenta los mejores 300 salarios reportados en toda la carrera laboral del trabajador, es previsible que se reduzca el monto de la pensión de los trabajadores, pues se incluirán sus sueldos iniciales “usualmente mucho más bajos”.
Estos efectos, consideró el abogado, podrían derivar en que las personas cada vez empiecen a trabajar en edades más jóvenes para evitar que sus salarios más bajos se incluyan en el cálculo o que posterguen su jubilación para acumular mejores registros salariales que los de sus primeros años de vida laboral.
“La consecuencia práctica de esta reforma es que vamos a tener que trabajar más para conseguir el mismo nivel de pensión que teníamos con anterioridad”, resumió Valverde.
Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la CCSS, dijo al periódico La Nación que el ajuste aprobado por la Junta Directiva reduciría el monto de las pensiones entre un 5% y un 7%.
¿Qué efectos tendrían sobre el IVM?
Según la administración de la CCSS, los cambios aumentarían al menos en 13 años la sostenibilidad del régimen de pensiones del IVM. La institución actualmente estima una suficiencia de sus reservas hasta 2037, pero con los cambios dice que esta se ampliaría al menos hasta 2050, indicó la misma entidad.
Las reformas que se tomaron se analizaban desde noviembre de 2019, cuando la CCSS instruyó conformar un equipo para este fin. Según indicó el presidente de la CCSS, Román Macaya, en comunicado de prensa, las decisiones persiguen “el objetivo de poder seguir garantizando el derecho de recibir un ingreso económico en las etapas más vulnerables de la vida”.
Para los años siguientes, la Junta Directiva a la CCSS acordó integrar “un equipo de trabajo que cuente con representantes técnicos” que desarrolle estrategias para hacer frente a los principales retos del sistema de pensiones costarricense: el envejecimiento de la población y la diversificación de sus fuentes de financiamiento.