Washington. El principal negociador comercial de Estados Unidos informó que el gobierno de Donald Trump decidirá a finales de abril qué países se librarán de los fuertes aranceles al acero y aluminio importados.
El representante comercial norteamericano, Robert Lighthizer, dijo el miércoles a la Comisión de Recursos y Arbitrios de la Cámara de Representantes que algunos países no tendrán que pagar los impuestos que entran en vigor el viernes, mientras tratan de negociar exenciones.
El presidente Trump anunció aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio importados, aduciendo que depender de metales procedentes del extranjero pone en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos. Eximió a Canadá y México de las tarifas, siempre y cuando lleguen a un acuerdo para renovar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA, por sus siglas en inglés) .
Lighthizer dijo que el gobierno también está negociando exenciones arancelarias con la Unión Europea, Corea del Sur, Argentina y Australia y que espera iniciar conversaciones con Brasil.
La UE ha amenazado con responder con sus propios impuestos a una serie de exportaciones estadounidenses, como pantalones vaqueros, motocicletas y el bourbon.
La comisaria de Comercio de la UE, Cecili Malmstrom, se reunió con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross. Los dos emitieron una declaración conjunta el miércoles diciendo que los ambas partes acordaron trabajar en la resolución de la disputa comercial “tan pronto como sea posible”.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos está revisando por separado una solicitud de varias empresas estadounidenses para que se exima a sus proveedores de los aranceles si, por ejemplo, el acero o el aluminio que necesitan no se produce en el país.
El plazo para los aranceles a los metales llega justo cuando el gobierno de Trump se prepara para imponer a China grandes impuestos y restricciones a la inversión luego de que empresas estadounidenses de agricultura fueron forzadas a entregar su tecnología. Dice que el robo de propiedad intelectual es una de las razones del masivo déficit comercial en bienes de Estados Unidos con China: $375.000 millones el año pasado.
A los miembros del Congreso les preocupa que las acciones enérgicas estadounidenses hagan que Beijing lance un contragolpe y que los agricultores estadounidenses sean especialmente vulnerables a los aranceles de represalia contra la soja nacional.
Lighthizer prometió contraatacar si China afecta a los agricultores estadounidenses.
“No podemos tener un déficit comercial de $375.000 millones y no hacer nada para defendernos”, alegó Lighthizer.