La Ley de Educación y Formación Técnica Dual (9.728) se aprobó en el 2019, pero actualmente camina lento y no logró avances significativos en Costa Rica hasta diciembre de 2022, de acuerdo con el IX Informe del Estado de la Educación (2023).
Hasta finales de 2022, solamente se contabilizaron dos programas aprobados por el Consejo Superior de Educación (CSE) y cuatro programas activos en el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
En ese mismo año se registraron 40 nuevas empresas que invirtieron en desarrollar instalaciones en el país y en contratar mano de obra nacional en sectores de servicios, manufactura y ciencias de la vida, de acuerdo con datos de la Agencia Costarricense de Promoción de Inversiones (conocida como Cinde).
“En un momento de alta demanda de personal técnico en el país, se pierde la oportunidad de ofrecer esta modalidad a un mayor porcentaje de población en la educación diversificada”, dijo Dagoberto Murillo, investigador del Estado de la Educación.
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El Ministerio de Educación Pública (MEP) adoptó el esquema planteado en la ley al inicio del ciclo lectivo 2022 con 20 estudiantes del Colegio Técnico Profesional (CTP) de Atenas y ocho del CTP de Barva. Esta modalidad pertenece a la metodología de Educación y Formación Técnica Profesional (EFTP).
Ralentización técnica
El INA aseguró a EF por medio de su departamento de comunicación que, “si bien es cierto (que) actualmente hay cuatro programas activos, el INA cuenta con 11 programas diseñados y cuatro más en camino”. Ellos consideran esto como “un avance y logro significativo en el último año”, a pesar de los hallazgos del Estado de la Educación.
El instituto manifestó que aunque la ley entró a regir en 2019, se estableció que la institución contaría con un año para la respectiva reglamentación, así como el ajuste para los procedimientos internos.
Por su parte, el MEP argumentó que la implementación de la ley se hizo después del año 2019 porque “se requirió diseñar y ejecutar una serie de elementos necesarios para el diseño de programas educativos en modalidad dual”. Según dijeron a este medio, contar con un reglamento y con los programas educativos adecuados fueron motivos que atrasaron la puesta en marcha de la educación dual.
Los pocos ‘avances significativos’ se suman al estancamiento de la ampliación de los colegios técnicos: únicamente se han creado dos centros educativos durante los últimos nueve años.
Esas dos instituciones educativas se establecieron en La Carpio y en Hatillo. Entre las especialidades que imparten se encuentran Ciberseguridad y Mantenimiento Industrial, respectivamente.
“Se avanza a pasos firmes garantizado, en cierta forma, la mejora continua de los procesos, normativas y ajustes a los programas”, respondió Miguel Guevara, director de Educación Técnica y Capacidades Emprendedoras del MEP.
No obstante, de acuerdo con el Estado de la Educación, el MEP tenía como meta que el incremento de matrícula en dichos colegios pasara de un 29% a un 40% entre el 2018 y 2022. Actualmente se acerca apenas al 30%.
“La ampliación de la oferta de la Educación Técnica y la Formación Profesional (ETFP) brinda a los jóvenes una alternativa para ingresar al mercado laboral o, si lo desean, continuar estudios universitarios. Sin embargo, no se avanza con la celeridad requerida y cada año que pasa se pierde una ventana de oportunidad”, criticó Murillo.
La oferta académica dual está regulada por el Marco Nacional de Cualificaciones de la Educación y Formación Técnica Profesional de Costa Rica (MNC-EFTP-CR). El MEP, junto con el INA y el sector privado, creó dicho marco que contiene 256 programas en más de 82 entidades; pero la puesta en marcha prácticamente no se ha dado o avanza demasiado lento.
El INA asegura que en el último año han logrado pasar de tres convenios a concretar 61 con el sector productivo, y contabilizaron 60 personas egresadas y 145 matriculadas.
José Salas, asesor de talento humano de la Cámara de Industrias (CICR), consideró que el Marco Nacional de Cualificaciones funciona bien. “Lo que pasa es que es una agrupación con pocos recursos para poder hacer su trabajo. Se requiere de disposición política para que pueda lograr sus proyectos, realizar su gestión de forma óptima”, dijo.
La CICR posee un convenio de cooperación con el INA y cuenta con proyectos en Pozuelo, Intel, Abopac, Samtec y Panduit.
Pozuelo implementó en el 2022 su primer programa de formación dual en operación de procesos productivos. La empresa integra dentro de sus programa a colaboradores, además de estudiantes del INA.
En el ámbito privado se implementaron iniciativas de modalidad dual junto al MEP antes del 2019; no obstante, no se desarrollaron bajo la ley vigente y no forman parte del recuento con corte al 2022.
Entrada de empresas
La Inversión Extranjera Directa (IED) dejó en el 2022 un total de 61 reinversiones y 40 nuevos ingresos de empresas en el país. Sectores ligados al de manufactura avanzada y ciencias de la vida requieren de especialistas técnicos que en este momento se desarrollan en un sistema ‘estancado’.
A pesar de lo anterior, las autoridades planean reforzar la formación técnica con la creación de un hub regional de capacidades de enseñanza para generar el talento necesario requerido por estas industrias.
Para Manuel Tovar, ministro de Comercio Exterior, el país no se está quedando corto en formación de talento humano, más bien la demanda es cada vez mayor.
“Aspiramos a impulsar, junto al Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), diferentes niveles; la creación de capacidades, la capacitación de técnicos requeridos para esta industria. También con el Ministerio de Educación (MEP) a nivel profesional”, explicó Tovar a EF el mes pasado.
En agosto anterior, un total de cuatro empresas multinacionales anunciaron expansiones o reinversiones, como lo hizo Intel, que invertirá en sus instalaciones en suelo nacional $1.200 millones en los próximos dos años. En ese mismo mes la firma Intricon, dedicada al desarrollo y fabricación de dispositivos médicos, llegó por primera vez al país.
El Departamento de Estado de Estados Unidos (EE.UU.) catalogó a Costa Rica como un aliado en el desarrollo del ecosistema de microprocesadores en el hemisferio. Este anuncio se da en marco del la ‘Chips and Science Act’, que brindará $500 millones para incentivar el de desarrollo de la industria de semiconductores en países amigos y aliados de EE.UU.
Iniciativas privadas antes de la ley
Distintas empresas y casas de enseñanza iniciaron con la formación dual antes de la promulgación de la Ley 9.728. La Universidad Invenio se enfoca en la metodología dual atendiendo las necesidades de la industria desde el 2013.
Los resultados de Invenio tienen un nivel de empleabilidad 9/10: de cada cada 10 estudiantes, nueve son contrados por la compañía que los formó. Según datos de la institución, antes de que los estudiantes de gradúen ya están contratados en la empresa en la que hicieron la práctica.
Florida Ice and Farm Company S.A. (Fifco) es una de las empresas que se adelantó a la promulgación de una ley y desde el 2014 cuenta con un programa en su división de hospitalidad en Reserva Conchal, Guanacaste. Cerca de 300 personas en la provincia han sido formadas con habilidades técnicas a través de la compañía.
“En los últimos dos años hemos implementado otros programas para graduar estudiantes en administración de puntos de venta, específicamente 10 estudiantes del cantón de Desamparados desarrollaron su proceso de aprendizaje en las tiendas Musi y Musmanni (División Retail de Fifco), fortaleciendo el trabajo conjunto con el INA en materia de formación dual”, dijo Maria Pía Robles, directora de Relaciones Corporativas Fifco.
En la Planta de Refrescos de la compañía recientemente se graduó la primera generación de técnicos en procesos productivos. Ese programa inició en el 2019.
“La ampliación de la oferta de la Educación Técnica y la Formación Profesional brinda a los jóvenes una alternativa para ingresar al mercado laboral o, si lo desean, continuar estudios universitarios. Sin embargo, no se avanza con la celeridad requerida y cada año que pasa se pierde una ventana de oportunidad”.
— Dagoberto Murillo, investigador del Estado de la Educación.