La incertidumbre política en Nicaragua, no solo afecta el día a día de la ciudadanía del país centroamericano. Las protestas contra el gobierno de los Ortega, que ya cosechan más de 130 fallecidos, han golpeado también y de manera fuerte la economía del país y de los vecinos centroamericanos.
La economía nicaragüense ya da signos de estar afectada por la crisis que vive el país. Las protestas han derivado en saqueos a supermercados y tiendas, además del cierre de carreteras dentro de la capital, pero también rutas de paso internacionales.
El cierre de caminos, afecta directamente el tránsito de mercancías entre los países de la región. Miles de camiones, que transportan principalmente comida, se encuentran varados entre las fronteras nicaragüenses.
Las proyecciones económicas, marcan un daño en la economía y en materia fiscal para Nicaragua en el 2018 y potencialmente el 2019.
Bloqueos cierran paso a bienes de Centroamérica
Tras más de dos meses de protestas, prácticamente sin pausas, la oposición nicaragüense ha logrado acuerparse de distintas maneras. Una, es el uso bloqueos en las calles.
El uso de estos cierres, ha sido visible principalmente en las últimas semanas, según la experiencia vivida por transportistas costarricenses que se encuentran detenidos en Nicaragua.
Aproximadamente, más de 100 choferes ticos que transportan distintos productos a Nicaragua y al resto de Centroamérica, se encuentran detenidos en alguno de los retenes en calles nicaragüenses, según datos de la Cámara Nacional de Transportes de Carga (Canatrac).
En total, más de 4.000 transportistas centroamericanos están detenidos entre las fronteras con Costa Rica y Honduras, según datos que entes homólogos en Centroamérica le han dado a Canatrac.
Inicialmente, los primeros choferes que se enfrentaron a los bloqueos, resolvieron su paso con rutas alternas. Desde hace poco más de una semana, el paso es prácticamente nulo, según Francisco Quirós, director de Canatrac.
La situación en Nicaragua ha incrementado los costos logísticos en un 70%, según datos de la Cámara de Comercio de Costa Rica. Esto, debido a la utilización de medios de transporte alternativos para no pasar por tierras nicaragüenses.
La situación para quienes están varados en el país del norte es precaria. Destacan la falta de agua potable y la escasez de comida y medicinas para algunos de los choferes que padecen enfermedades como la diabetes.
Sin embargo, no se visualiza a corto plazo un cambio en el panorama. La oposición nicaragüense les ha manifestado que los cierres serán mayores en los próximos días.
Ante esto, las indicaciones a los choferes que están en carretera es que colaboren con las solicitudes de los manifestantes, para evitar enfrentamientos.
Los manifestantes, se valen de los camiones para oponerse al gobierno de Ortega, que responde con represión. A los más de 130 muertos en manifestaciones, se le suman más de 1.300 heridos según datos del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
La variedad de productos que se transporta en los camiones varados dentro de Nicaragua, es grande. En el caso de Costa Rica, la principal afectación se da en productos alimenticios, como leche y cereales. Las cifras pueden ser millonarias para la industria nicaragüense, según Quirós.
El 47% de las exportaciones de la industria alimentaria costarricense, salen a Centroamérica. En promedio, se exportan al año $750 millones en alimentos a la región, desde Costa Rica, según la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia).
En total, el 90% de las exportaciones costarricenses a Centroamérica, de todo tipo de bienes, pasan por Nicaragua, según datos de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco). Monetariamente, corresponde a $1.614 millones, según datos del 2017.
El cierre de fronteras en Nicaragua afecta profundamente el comercio centroamericano, porque todo lo que se exporta en la Zona Libre de Colón, en Panamá, hacia Centroamérica tiene que pasar por Nicaragua, con la excepción de lo que se queda en Costa Rica.
Oscuro panorama económico
La interrupción de la actividad económica nicaragüense, como consecuencia de las protestas, también ha significado un encontronazo entre el sector privado y el gobierno, relación que antes era mucho más positiva.
Este quiebre en las relaciones, empeora la evaluación de desempeño del gobierno de Nicaragua. Además, las finanzas públicas y el crecimiento del Producto Interno Bruto del país, también salen golpeadas, según S&P Global (antes McGaw Hill), en una revisión que realizaron del panorama de la nación.
Además, la calificación del país, podría bajar en los próximos meses si persiste o empeora el actual panorama político nicaragüense. Esto podría significar aún más problemas para la economía de la nación, según la firma.
Tras ocho semanas de protestas, incentivadas por una controvertida reforma al Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS), han derivado en tensiones políticas sumamente grandes. A pesar de que con el inicio de las protestas, que trajeron consigo el inicio de las muertes de manifestantes, a reforma fue cancelada por Ortega. Sin embargo, las manifestaciones no se han detenido, pidiendo la salida del presidente nicaragüense.
A raíz de la afectación comercial del país, se prevé a corto plazo que se debilite el consumo interno y la inversión. Además se proyecta una reducción del turismo y de la inversión extranjera directa. Otro punto importante, es que puede aumentar el desempleo, según el análisis de S&P Global.
Incluso en el panorama más positivo, con las protestas parando en los próximos meses, la expectativa del crecimiento del PIB nicaragüense es de 1,8% para el 2018. En el 2017, creció 4,9%. Con más meses de protestas, ese crecimiento, prácticamente estancado, podría repetirse por los próximos años, según las proyecciones de la firma.
Otro punto negativo, es el déficit fiscal. Se visualiza a la alza como consecuencia de la crisis política, alcanzando el 2% del PIB del país, al cierre del 2018, mientras que la carga neta de la deuda pública general 37% del PIB, para el mismo año. Todas, proyecciones variables y sujetas a la duración de la crisis, según S&P Global.
Todas las proyecciones auguran un panorama oscuro para la economía del país. Pero a la vez, todas coinciden en que el futuro puede ser aún peor, si la crisis política sigue, tal y como se visualiza actualmente.