El Gobierno deberá priorizar una agenda de “coincidencias” con el bloque de oposición que tomó la dirección de la Asamblea Legislativa, a partir de este 1.° de mayo.
Así tendrá que hacerlo, al tiempo que empuja una agenda marcada por proyectos urgentes. Entre ellos están los planes relacionados con la propuesta de estabilidad macroeconómica hecha al Fondo Monetario Internacional (FMI) para acceder a un Servicio Ampliado por $1.778 millones en tres años.
El Congreso definió sus principales puestos de poder este sábado, en medio de una sesión expedita y con un acto protocolario más discreto que en años previos, en razón de las medidas sanitarias anti COVID-19.
La sesión deparó la elección de la liberacionista Silvia Hernández Sánchez como nueva presidenta del Congreso, con el respaldo que ya se esperaba de 42 legisladores de las principales bancadas de oposición.
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Junto con Hernández, la dirección parlamentaria de la primera secretaría quedó en manos de Rodolfo Peña, en representación de la mayor parte del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC); mientras que la segunda secretaría se la dejó Xiomara Rodríguez, del Partido Restauración Nacional (PRN).
El bloque fabricista Nueva República no aparece en el Directorio; sin embargo, también entró en la ecuación que votó para fijarlo, junto con la fracción del Partido Integración Nacional (PIN), la del Partido Republicano Social Cristiano (PRSC) y otros diputados independientes.
Para el politólogo Gustavo Araya, la nueva presidenta de la Asamblea Legislativa es la “diputada idónea” para el puesto por sus antecedentes de equilibrio entre la colaboración y la crítica al Ejecutivo, como cuando le correspondió presidir la comisión de investigación por el caso UPAD.
“Lo primero que tiene que hacer el Ejecutivo es, especialmente, anunciar con transparencia cuál es la agenda que quiere impulsar”, aseguró Araya.
La bancada oficialista del Partido Acción Ciudadana (PAC) quedó fuera del Directorio legislativo en esta ocasión, a pesar de que había logrado intervenir con sus votos en todas las elecciones de directorio de este cuatrienio (2018-2022) hasta ahora. Así lo había hecho respaldando diputados propios o de otras fracciones a cambio de impulsar agendas de gobierno o de obtener presidencias de comisiones clave.
Esta nueva exclusión era previsible, ante la cercanía de un proceso electoral que habitualmente llama a los cuadros opositores a distanciarse del gobierno en curso.
“En un año electoral ninguna fracción de oposición quiere matricularse con la bancada oficialista. Es natural ver un Directorio de oposición completo. El PAC eso lo ha entendido porque ni siquiera postuló candidatura”, explicó Ronald Alfaro, politólogo e investigador del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP).
Con ese panorama de frente, Alfaro comentó que el Ejecutivo tendrá que jugar el “ajedrez electoral” para salir adelante con su agenda pero mantener cierta imagen pensando en las elecciones. No obstante, el académico considera que tiene un factor a favor.
“Varios de los diputados quieren aspirar a la Presidencia, por lo que van a querer que la cuesta que les toque asumir en el 2022 no sea tan empinada”, apuntó.
A pesar de quedar excluidos del Directorio del Congreso, varios de los diputados del PAC felicitaron a la nueva presidenta Hernández a través de sus redes sociales. Además, la diputada Laura Guido, nueva jefa de fracción oficialista, recordó que para cualquier efecto es imposible legislar sin buscar acuerdos con todas las bancadas, incluida oficialista.
La nueva presidenta, Hernández, aseguró algo parecido en entrevista con EF. Dijo que no ve en la “oposición” una excusa para poner trabas y enfatizó en que además quedan dos períodos de tres meses en los que el Gobierno tendrá en sus manos la agenda del Congreso. “Restan seis meses de sesiones extraordinarias y creer que no deba o no pueda existir comunicación con la fracción oficialista y el Poder Ejecutivo es imposible. La visión que debe privar de ambas partes es la de construir acuerdos”, afirmó.
Entre otros proyectos de interés del Ejecutivo, están pendientes de aprobación varios créditos internacionales, la agenda de acuerdo con el FMI –que incluye proyectos complejos en materia de impuestos–, el plan de reforma al empleo público y el convenio de adhesión a la OCDE.
Pese a que el nuevo directorio es de oposición, el Gobierno dice ver “coincidencias” para impulsar una agenda de reactivación económica y estabilidad de las finanzas públicas. Según la ministra de la Presidencia, Geannina Dinarte, el Ejecutivo no ve un obstáculo en el cambio de dirección.
Buscar “coincidencias”
El Gobierno reaccionó a la elección del Directorio legislativo de oposición con la promesa de “intensificar el diálogo”. Según publicó en un comunicado suministrado a la prensa, así tiene que ser “en aras de viabilizar la aprobación de leyes urgentes para la estabilidad y la reactivación económica del país”.
La visión del Gobierno ahora será buscar acuerdos y consensos, principalmente partiendo de “coincidencias”, según la ministra de la Presidencia, Geannina Dinarte, a EF.
“Si bien no hay una representación de la fracción oficialista en el Directorio, eso no resta mérito al trabajo que esperamos se pueda generar a partir de este momento (...) ya sabemos que hay grandes coincidencias, no solo por la convicción plena que tiene el Poder Ejecutivo y las fracciones de lograr concretar proyectos para la reactivación económica, sino que también porque hay un desafío importante en materia de estabilización de las finanzas del país”.
En el último año, el rol de la nueva presidenta del Congreso, Silvia Hernández, avivó tensiones con el Gobierno.
La legisladora incluso presidió la comisión investigadora de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD), que llevó al presidente Carlos Alvarado a comparecer al salón del Plenario legislativo; y, como presidenta de la Comisión de Asuntos Hacendarios, sostuvo fuertes discusiones con la fracción oficialista durante la discusión del presupuesto nacional para 2021 y fue factor importante en el entierro de dos créditos con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) –uno porque no se tramitó a tiempo y otro por supuestos problemas para determinar el uso de los recursos.
Sobre todos estos desencuentros, la ministra Dinarte aseguró que no existen problemas ahora. También recordó que el Gobierno logró “resultados positivos” en conjunto con la Comisión de Hacendarios (liderada por Hernández), en donde solo la semana pasada se dictaminaron afirmativamente tres créditos con entidades multilaterales, incluido el convenio con el FMI para un Servicio Ampliado por $1.778 millones, en tres años.
La jefa de fracción Guido además aseguró en su primer discurso del cuatrienio que la bancada oficialista además acepta y respeta la conformación de un directorio de oposición. Según dijo, no considera que será un obstáculo para impulsar metas que considera comunes, ni para dialogar en busca de soluciones para la delicada situación macroeconómica del país.
“Hemos manifestado y además hay interés de la actual presidenta, nuestro interés de sumar y de construir agenda en conjunto. Ahora, esto es un proceso complejo que pasa por sentarnos y discutir (...) nosotros aceptamos y celebramos el interés de conversar, hemos adelantado proactivamente una agenda en la línea de los objetivo trazados y nos comprometimos en la ruta de atender un espacio de diálogo”, concluyó.