Con el nacimiento de su hija, Gabriela Vindas tomó la decisión de apartarse del mercado laboral por dos años.
Es bachiller en publicidad y cuenta con amplia experiencia gracias a puestos desempeñados en firmas multinacionales.
Como Vindas, otras 395.899 mujeres, para el segundo trimestre del presente año, se encontraban fuera de la fuerza de trabajo por razones ligadas a atender un hogar, un niño u otras personas.
De acuerdo con los últimos datos revelados por la Encuesta Continua de Empleo (ECE), del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), las consideradas “obligaciones familiares” se sitúan como la causa número uno para alejar al sexo femenino de la producción nacional.
En el caso del sexo masculino, tal factor solo separó a 10.812 hombres de la fuerza laboral del país para el periodo en estudio.
Las razones que impulsan a cada mujer a alejarse del mercado laboral por un tema de cuido, son variadas. Sin embargo, se puede profundizar en dos.
La ausencia de mecanismos consolidados en la sociedad que sustituyan las labores tradicionalmente asignadas a la mujer (cuido de niños y adultos mayores) y hasta una legislación laboral deficiente en pro de la mujer, explican en primer término esa fuga de mujeres del mercado.
“Hay un elemento cultural bastante duro. Aunque poco a poco esta situación ha ido cambiando, dado que el porcentaje de mujeres en edades de trabajar que se suman al mercado laboral ha ido aumentado, aunque desde luego, sigue siendo inferior al porcentaje de hombres”, sostuvo Greivin Salazar, del Observatorio de la Coyuntura Económica y Social, de Escuela de Economía, de la Universidad Nacional (UNA).
Los planteamientos sugeridos para revertir la tendencia también son diversos. Uno ampliamente discutido, es la flexibilización de las jornadas laborales, de manera que las mujeres puedan tener posibilidad de distribuir el tiempo según sus responsabilidades dentro y fuera del hogar.
¿Qué ganaría Costa Rica con ello? Podría pensarse que la incorporación de más mujeres al mercado impactaría las cifras de desempleo significativamente.
Para el segundo trimestre del 2016, la tasa de desempleo a nivel nacional se ubicó en un 9,4%, porcentaje prácticamente invariable si se compara con el mismo periodo de un año antes (9,5%).
En el caso de las mujeres, el nivel de desempleo ronda el 11%, frente a un 8% en los hombres.
Al mismo tiempo, y ante una composición de la fuerza de trabajo de Costa Rica que muestra una proporción cada vez mayor de trabajadores con más años, el alivio podría venir también de la mano de las mujeres trabajadoras.
Con ello, el país podría sortear el reto de mantener una economía creciente.
“Lograr que las mujeres se inserten en el mercado laboral con condiciones como las de los hombres es determinante. Si eso pasa, habrá más mujeres produciendo y eso aliviará la falta de personas jóvenes”, había dicho a EF el demógrafo Gilbert Brenes.
Mientras todos estos componentes se alinean, el país sigue restando más mujeres a la actividad de sus sectores productivos.
Otras clasificaciones
Para el segundo trimestre del 2016, el país reportaba 1.066.030 mujeres fuera de la fuerza de trabajo.
Se trata de un número que casi duplica a la cantidad de hombres en esa condición y que, además, ha venido en sostenido ascenso.
De acuerdo con el INEC, la población fuera de la fuerza laboral engloba a aquellas personas que no estaban ocupadas al momento de hacer la encuesta, o que están disponibles para trabajar pero que no realizaron ninguna gestión previa para conseguir un puesto en las cuatro semanas anteriores a cuando la entidad aplicó la encuesta.
En esta última situación se ubicaron más de 190.000 mujeres, donde nuevamente las obligaciones familiares (53%) y personales (14%) fueron las razones que les mantuvo en esa condición.
Otra clasificación que también contempla el Instituto es la de aquellas personas disponibles para trabajar pero desalentadas.
María Luz Sanarrusia, coordinadora de la Encuesta Continua de Empleo, lo explica como aquellos trabajadores que pierden el ánimo antes de comenzar a buscar espacio en el mercado laboral.
“Son personas que saben que hay menos posibilidades de conseguir trabajo, entonces se cansan de buscar. También son personas que no tienen dinero para buscar empleo, por ejemplo”, continuó Sanarrusia.
Poco más de 21.500 mujeres se ubicaban dentro de esa categoría según los resultados.
A la víspera
Si de compensar números se tratara, el país sigue en deuda con el trabajo femenino.
Es decir, salen más mujeres del mercado pero al mismo tiempo, menos se incorporan a la fuerza de trabajo.
Costa Rica sobresale como el cuarto país de América Latina con la menor tasa de participación laboral femenina (un 55%), según datos incluidos en el último informe del Estado de la Nación.
A nivel mundial, los referentes son países como Noruega, Suecia y Finlandia, cuyas tasas de participación femenina rondan el 75%, más de veinte puntos porcentuales por encima de Costa Rica.
Propuestas como ampliar la Red Nacional de Cuido, flexibilizar las jornadas laborales y hasta impulsar el teletrabajo, surgen como soluciones que aguardan por una aplicación más que expedita.