Desde el comercio hasta la situación en Hong Kong, pasando por el coronavirus, los motivos de enfrentamiento entre China y Estados Unidos abundan desde la llegada al poder de Donald Trump.
Desde 1979, cuando ambas potencias reanudaron relaciones diplomáticas, no había tantos motivos de discordia.
Coronavirus
Trump acusa a Pekín de haber intentado esconder el origen del nuevo coronavirus que apareció en Wuhan en diciembre de 2019 y de ser responsable de la pandemia, que ha dejado hasta ahora unos 360.000 muertos en el mundo.
El régimen chino, que logró contener el virus, asegura que el presidente estadounidense busca un chivo expiatorio para los más de 100.000 muertos por la enfermedad en Estados Unidos.
Washington da a entender que el virus pudo escaparse de un laboratorio en Wuhan, mientras que Pekín sugiere que podría haber llegado a China a través de soldados estadounidenses.
En China, las cifras oficiales son de 4.634 muertos.
Comercio
La administración Trump reprocha a China su enorme excedente bilateral y la acusa de competencia desleal. Washington lanzó una guerra comercial en 2018 con aranceles punitivos pero a principios de 2020 firmó una tregua con Pekín.
Según este acuerdo preliminar, los estadounidenses renuncian a nuevas sanciones comerciales y los chinos se comprometen a comprar más productos estadounidenses.
Pero la crisis económica provocada por el coronavirus podría complicar ese objetivo.
Huawei
Los estadounidenses acusan al gigante chino de los teléfonos móviles de espionaje y prohíben a sus empresas que les vendan equipamiento tecnológico.
Washington también presionó a los aliados para convencerlos de que excluyan a Huawei de sus contratos de internet móvil 5G.
Hong Kong
Tras las manifestaciones masivas de 2019 en Hong Kong, Pekín está a punto de imponer una ley de seguridad nacional en su territorio, que en principio es semiautónomo.
Como respuesta, Estados Unidos amenaza con derogar los privilegios comerciales de la excolonia británica.
El movimiento prodemocracia en Hong Kong teme que la ley suponga el mayor retroceso para sus libertades desde que en 1997 fue devuelta a soberanía china.
Uigures
Washington sospecha que el gobierno del presidente Xi Jinping internó a más de un millón de musulmanes de la etnia uigur en los campos de reeducación política de Xinjiang (noroeste de China).
Pekín desmiente esas cifras y habla de "centros de formación profesional" destinados a luchar contra el islamismo, el terrorismo y el separatismo.
El congreso estadounidenses aumentó la presión el miércoles y votó sanciones contras los dirigentes chinos responsables de la política que se aplica en Xinjiang.
Taiwán
Pekín considera a Taiwán como una de sus provincias y aspira a la reunificación, incluso por la fuerza, pese a que la isla tiene gobierno propio desde 1949.
El poder comunista rechaza cualquier relación de Taiwán con países extranjeros, pero Washington continúa vendiéndole armas para su defensa.
Mar de China meridional
El régimen chino reivindica la casi totalidad del mar de China meridional, que también reivindican otros países de la zona.
El ejército chino construyó instalaciones en varias islas para apoyar su reclamo de soberanía.
La marina estadounidense lleva a cabo regularmente operaciones llamadas “libertad de navegación” frente a los archipiélagos, denunciadas por Pekín.