Exportadores tanto de Costa Rica como del resto de Centroamérica consideran que las medidas tomadas en las fronteras nacionales para frenar el contagio de COVID-19 ocasionarían un eventual desabasto de alimentos, materias primas y productos de limpieza.
Las disconformidades por parte de las asociaciones se deben al decreto que fue firmado el viernes 15 de mayo, en el cual se estableció que los transportistas extranjeros no pueden ingresar al país.
El procedimiento, tanto para importaciones como exportaciones, es que el encargado del furgón llegue a la zona aduanera primaria en donde deberá desenganchar la carga, y un nuevo conductor la tomará para continuar con su trayecto.
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En el caso de camiones en tránsito, es decir, que pasan por Costa Rica con rumbo a Panamá o a Nicaragua, el chofer se mantendrá, pero tendrá que viajar con una caravana custodiada por autoridades policiales.
A estas medidas se le suma la obligación de realizar pruebas para la detección de coronavirus a los transportistas, quienes deben esperar de 24 a 48 horas para obtener el resultado.
Este conjunto de protocolos atrasó el paso por las fronteras y generó la molestia de los países centroamericanos.
Actualmente se encuentran 1.659 contenedores detenidos en Peñas Blancas y Paso Canoas que afectan las exportaciones e importaciones de materias primas y bienes de consumo, según la Federación de Cámaras y Asociaciones de Exportadores de Centroamérica y El Caribe (Fecaexca).
Acuerdo con Panamá
Los gobiernos de Panamá y Costa Rica llegaron a un acuerdo, la tarde del miércoles 20 de mayo, para permitir el ingreso choferes procedentes del vecino país al territorio nacional. Con esta medida se reabrió el ingreso del transporte de carga por el puesto fronterizo de Paso Canoas.
Las restricciones impuestas por Costa Rica provocaron la molestia de los transportistas quienes mantuvieron un bloqueo en la frontera sur como protesta, desde el lunes 18 de mayo.
Dyalá Jiménez, ministra de Comercio Exterior, dijo que Costa Rica presentó a los países centroamericanos una propuesta que garantiza el resguardo sanitario y permite proveer un mayor flujo comercial en la región.
“Panamá y Costa Rica van a poner en marcha un plan piloto binacional”, apuntó la jerarca.
El plan permitirá el ingreso de conductores no residentes y no nacionales a territorio costarricense para que puedan descargar y cargas las mercancías.
Jiménez explicó que los transportistas seguirán una ruta específica en la que tendrán paradas definidas previamente entre el sector privado, el Ministerio de Salud y la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
En esos puntos, los choferes podrán descansar y recibir todos los protocolos de salud necesarios que se definan para mitigar el contagio del coronavirus.
“Este acuerdo busca descongestionar la fila que está en la frontera sur de nuestro país y, además, probar un mecanismo que garantice mayor control sanitario porque los transportistas ingresarán con una ruta definida y un control sanitario muy estricto. Tendrán un plazo límite de estancia en el territorio nacional que será suficiente para dejar la carga, descansar y levantar la carga”, zanjó la ministra.
Con el aval del Ministerio de Salud, Costa Rica permitirá que los transportistas procedentes de Panamá entren al país y se dirijan a un grupo de almacenes fiscales que mostraron interés de participar en el plan piloto.
En estos almacenes se harán las cargas y descargas de mercancías. El Gobierno mantendrá el concepto de “ruta segura” en el que se utilizarán escoltas (convoyes) o dispositivos de trazabilidad en los camiones. Esta tecnología todavía está en desarrollo.
“Propusimos a los gobiernos de la región una nueva estrategia de manejo de transportistas, mediante un mecanismo que nos permitirá resguardar sus movimientos y traslados”, indicó Daniel Salas, ministro de Salud.
¿Desabastecimiento?
Los miembros de la Fecaexca consideran que las acciones tomadas por Costa Rica atentan contra el mercado Centroamericano y podría ocasionar importantes pérdidas económicas.
La federación le solicitó al país retirar las medidas instaladas porque “contienen disposiciones que cambian las formas de ingresar las exportaciones, las cuales consideramos poco viables para realizar las operaciones del desengache, enganche y relevo”.
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"Estas disposiciones están provocando que los países vecinos como Honduras, Nicaragua y Panamá, procedan a implementar medidas de reciprocidad que afectarán el esquema de integración regional y limitarán el comercio intraregional”, añadió la Fecaexca.
Para esta organización el territorio nacional podría experimentar la escasez progresiva de productos como papel higiénico, jabón, productos de limpieza, cartón, plástico, cereales, carne bovina, hortalizas, vegetales y tubérculos.
La Cámara de Exportadores de Costa Rica señala que es necesario velar por la salud de los transportistas, pero que es necesario dejar estas medidas sin efecto, y en su lugar, ampliar el horario de las fronteras para amortiguar las largas filas, así como la implementación de laboratorios móviles que puedan efectuar pruebas rápidas de COVID-19.
El Consejo de Ministros de Integración Económica Centroamericana (Comieco) también mostró su preocupación y de igual forma le solicitó al país suspender la aplicación de estas medidas.
La respuesta del gobierno ante esta solicitud fue:
1. Elaborar un protocolo regional de medidas de bioseguridad en el marco de la pandemia del COVID-19, para proteger la salud de los ciudadanos centroamericanos y al mismo tiempo permitir el comercio regional.
2. Conformar un grupo de trabajo regional para operativizar la nueva realidad de los flujos de comercio en Centroamérica.
3. Garantizar la apertura de todas las fronteras terrestres de la región.
“Las dos últimas medidas recomendadas por Costa Rica no fueron sometidas a aprobación de Comieco, y en su lugar se cuestionó el marco de legalidad de las medidas adoptadas por nuestro país. Esta situación complicó la posibilidad de llegar a acuerdos regionales que permitan atender con urgencia el estado de nuestras fronteras", afirmó el gobierno costarricense mediante un comunicado de prensa.
Al 18 de mayo, 61 transportistas foráneos dieron positivos por COVID-19 en las pruebas realizadas por el personal de salud en frontera.
Protocoles de exportación e importación |
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1. Desenganche. El conductor ubica la unidad de transporte en la zona primaria, ya sea esta carga de importación o exportación con el fin de separar su cabezal de su carga o contenedor. |
2. Enganche. Un transportista engancha ese contenedor o carga a su cabezal y traslada la mercancía, ya sea hacia el territorio nacional o hacia la región centroamericana. |
3. Relevo. Se deberá garantizar la desinfección profunda del cabezal previo a que el nuevo conductor lo ocupe. |
Fuente: Gobierno de Costa Rica. |
La preocupación por el gobierno es que el comercio internacional no se convierta en otro foco de propagación de la enfermedad, pero “la economía costarricense está muy integrada a Centroamérica y al mundo y no es sostenible una realidad en la que tengamos fronteras cerradas, porque en el mediano o largo plazo pueda generar escasez”, consideró Mario Montero, vicepresidente ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia).
Esta cámara considera que el país no puede renunciar a las pruebas de coronavirus en las fronteras, pero sí debería de hacerse bajo la modalidad de pruebas rápidas.
Así como aplicar protocolos sanitarios que le permitan a un chofer con resultado positivo por COVID-19 recibir el tratamiento que necesite, pero que la mercancía no se vea afectada y pueda seguir su trayecto con otro camión.
“De todo el transporte centroamericano, más del 85% son de carga unitaria, es decir, el chofer es el dueño de su camión, y por lo tanto, hacer un cambio logístico de esta naturaleza, no sucede de la noche a la mañana”, Cacia.
Roces
La frontera con Costa Rica y Nicaragua se mantiene cerrada y del lado panameño existe un cierre técnico para este martes.
Los roces entre los países vecinos se debe a la firma de los decretos con los cambios en el flujo de mercancías.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ordenó el cierre del puesto fronterizo de Peñas Blancas el 18 de mayo como medida de presión por el desacuerdo en el impedimiento del ingreso de transportistas a Costa Rica.
Ortega acusa al país de tomar decisiones unilaterales que afectan a la economía de toda la región.
Hasta el momento no han habido señales de un pronto desabastecimiento de comida en el país y según la Fecaexca no será en un corto plazo, no obstante, sí urgen de flexibilidad de medidas para evitar que las tensiones crezcan y existan atrasos en los traslados.
Las medias prioritarias para los exportadores es que los conductores que lleven consigo alimentos perecederos tengan prioridad y que las fronteras estén abiertas las 24 horas del día.
Nota de los redactores: esta noticia fue actualizada posterior a su publicación para agregar los detalles del acuerdo binancional firmado entre Costa Rica y Panamá la tarde el miércoles 20 de mayo.