La apertura de los aeropuertos de Costa Rica al ingreso de ciertos visitantes internacionales, programada para el 1.º de agosto, es una decisión complicada y apremiante para el Ejecutivo.
El devastado sector turístico —con sus miles de puestos de trabajo— clama por la posibilidad de atender visitantes internacionales después de cuatro meses de cierre. Aunque lentamente el Gobierno ha reactivado algunas de las actividades del sector, el deprimido mercado interno no es suficiente para alimentar a la industria que representa cerca del 6% de la producción nacional.
Mientras sube el nivel de urgencia entre empresarios y empleados del sector, los números de contagio no le dan tregua al Ejecutivo, ni siquiera después de dos semanas de medidas de distanciamiento social más estrictas en la Gran Área Metropolitana (GAM).
EF expone en estos reportajes las fuerzas que pesan sobre la decisión de reactivar la recepción de turistas internacionales: