A pesar de que algunos países de la región ya exploran mecanismos para relajar las exigencias de ingreso a turistas que estuvieron contagiados con COVID-19 o que ya fueron vacunados contra la enfermedad, las autoridades costarricenses todavía no contemplan un tratamiento diferenciado para los viajeros inmunizados.
El Ministerio de Salud indicó, ante la consulta de EF, que las condiciones de viaje siguen siendo las mismas “hasta el momento”; mientras que el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) únicamente aclaró que deja el tema en manos de las autoridades sanitarias y que “por ahora” no existen nuevos criterios.
Costa Rica solicita a todo turista extranjero que ingrese por vía aérea certificar la adquisición de un seguro médico con cobertura de hasta $50.000 para gastos médicos, incluidos aquellos relacionados con una eventual infección de COVID-19, y una cobertura de hasta $2.000 en caso de cuarentena obligatoria.
También solicita una declaración jurada a cada pasajero, antes de abordar su vuelo.
La última gran “flexiblización” de controles migratorios aéreos por parte de Costa Rica ocurrió a finales de octubre pasado, cuando se eliminó la solicitud de una prueba PCR negativa de COVID-19 para ingresar al país.
En contraposición, países de la región como Ecuador, Guatemala, El Salvador y Belice decidieron no solicitar pólizas por COVID-19 y mantener la solicitud de la prueba y ahora la desaplican para turistas vacunados contra la COVID-19 o que, en su defecto, estuvieron enfermos y fueron dados de alta de la enfermedad.
Ecuador anunció desde mediados de marzo que ya no solicitará la prueba (su mayor requisito) a las personas con un programa completo de vacunación completo en sus países de origen, como una forma de reactivar la visitación turística de grandes mercados con procesos de vacunación avanzados como Estados Unidos.
Guatemala, por su parte, no solo permite el ingreso vía aérea sin la presentación de pruebas PCR o de antígeno negativas a personas que completaron su vacunación con al menos dos semanas de anterioridad a su viaje, sino que además lo permite para aquellas personas que padecieron la enfermedad en los últimos tres meses y que puedan certificar su recuperación con un mínimo de 10 días posteriores a su diagnóstico.
Belice también permite el ingreso de personas vacunadas con al menos dos semanas de antelación; mientras que El Salvador —recién este mes de abril— también se unió al grupo de países que permiten el ingreso únicamente con un certificado de vacunación completa según las características de cada vacuna.
Ninguno de los cuatro países mencionados solicitan seguro médico con cobertura para infección por COVID-19 o cobertura para estadía. De ellos, solo Ecuador pide suministrar una declaración jurada, al igual que Costa Rica.
Vacunas como las desarrolladas por Pfizer y BioNTech o por AstraZeneca y la Universidad de Oxford aseguran tener una efectividad de casi un 100% para evitar hospitalización o muerte por el nuevo coronavirus.
A diferencia de Costa Rica, El Salvador y Guatemala sí mantienen sus fronteras aéreas cerradas con varios países. El Salvador no permite el ingreso de personas que estuvieron en Reino Unido o Sudáfrica en los últimos 30 días previos al viaje; mientras que Guatemala lo impide para personas que transitaron por Reino Unido, Sudáfrica o Irlanda del Norte en los últimos 14 días.
Costa Rica no solicita prueba
Costa Rica es uno de los tres países de Latinoamérica que solicita seguro para atención de COVID-19 en Latinoamérica (junto con Chile y Argentina). Sin embargo, es también uno de los únicos dos que no piden una prueba negativa de SARS-CoV-2, con o sin excepciones por edad, contagio previo de COVID-19 o vacunación (junto con México).
A diferencia de la mayoría de países de la región, Costa Rica no requiere el resultado negativo de una prueba PCR o de antígenos, desde el 26 de octubre pasado, cuando se eliminó el requisito.
En aquel momento, el ministro de Turismo, Gustavo Segura, explicó que la decisión se basó en pronunciamientos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que determinaron “innecesario” exigir ese comprobante.
El ministro de Salud, Daniel Salas, explicó a finales de 2020 que el período de incubación del virus puede ser de hasta 14 días, por lo que “la seguridad que presenta un resultado positivo o negativo en la prueba no es tan alta” para personas asintomáticas.
Es decir, explicó el jerarca, “una persona podría estar comenzando su infección y dar negativa e infectar en el aeropuerto”.
Todos los requisitos solicitados por Costa Rica se mantienen bajo estudio de las autoridades de salud y demás competentes, según el área de trabajo. Por eso varían conforme se dispone de diferente información sobre cada área de trabajo.
El viceministro de Salud, Pedro González, indicó en enero pasado que se analizaría la posibilidad de reactivar la solicitud de una prueba negativa para turistas, ante el surgimiento de nuevas cepas del SARS-CoV-2 a nivel internacional. No obstante, finalmente se decidió no actuar en esa dirección.
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Además de las excepciones hechas por Guatemala, Ecuador, Belice y El Salvador para turistas vacunados o recuperados, Argentina también realiza distinciones.
El país sudamericano permite que los pasajeros que estuvieron enfermos en los tres meses anteriores al viaje, siempre y cuando presenten un alta médica después de 10 días de su diagnóstico.
No obstante, dicho país actualmente mantiene fuertes restricciones aéreas.
Argentina suspendió todos los vuelos desde Reino Unido, Brasil, Chile y México; e informó de que mantendrá suspendido el ingreso de extranjeros de cualquier otra procedencia, que no sean parientes directos de ciudadanos o residentes argentinos, al menos hasta el 30 de abril.
Además, Argentina requiere de seguro para cubrir prestaciones por internación y aislamiento ante una eventual infección de COVID-19, y solicita una declaración jurada, muy similar a las disposiciones de Costa Rica.