Pese a que poco a poco aumenta la disponibilidad de vacunas contra la COVID-19 en Costa Rica, el proceso de inmunización avanza lentamente y no permite una recuperación sustantiva de la economía por el momento.
Los datos suministrados por la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), con corte a este martes 20 de abril, indican que las autoridades sanitarias han aplicado 698.327 dosis de la vacuna, y que solo 247.734 personas cuentan con su esquema completo de inmunización (las dos dosis requeridas de Pfizer o AstraZeneca).
Esto quiere decir que solo un 12,6% de la población meta del programa de vacunación ha sido alcanzada por el programa de inmunización, al cumplirse casi el primer cuatrimestre desde que arrancó, el 24 de diciembre pasado.
El ritmo de vacunación sí ha aumentado en los últimos meses; sin embargo, choca contra la realidad de que las vacunas recibidas todavía son insuficientes. Costa Rica recibió hasta este 20 de abril 1.140.855 dosis, lo cual apenas representa un 16% de las compradas por el país.
Este es el mayor amarre que tiene la vacunación en Costa Rica, según repiten las autoridades de la de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
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Uno de los principales retos que afronta Costa Rica es que adquirió un 30% de las vacunas a través de la firma británico-sueca AstraZeneca y del mecanismo Covax, de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De ellas, apenas ha llegado un 1,4% de los lotes requeridos.
El restante 70% de vacunas camina a un mejor ritmo. Son los envíos de la farmacéutica estadounidense Pfizer, de los cuales el país ya ha recibido un 27,4%.
El último lote de vacunas que ingresó este 20 de abril por la noche. Lo envió Pfizer y significó el ingreso de 118.170 dosis de la vacuna. No obstante, el siguiente ingreso de Covax se espera hasta finales de este mes o inicios de mayo; mientras que el primero de AstraZeneca llegaría más tarde.
De a poco
El ritmo de vacunación sí aumentó en los últimos dos meses. Esto se debió principalmente a que Pfizer aumentó la magnitud de sus envíos sustancialmente, a partir de la segunda semana de febrero.
También incidió la decisión que tomaron las autoridades de la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE) de disminuir la cantidad de segundas dosis “de reserva”, que ahora se guardan para aquellas personas que las requieren en los próximos siete días y ya no 21.
Solo en la última semana de aplicación de vacunas registrada por la CCSS –del 13 de abril al 20 de este mismo mes–, la entidad registró la aplicación de 111.528 dosis de la vacuna contra la COVID-19. Esa cantidad es más que todas las dosis que se aplicaron en toda la primera mitad del programa de vacunación hasta el momento (las primeras 10 de sus 18 semanas).
Según Leandra Abarca, coordinadora del Programa Ampliado de Inmunizaciones de la CCSS, un cálculo a mano alzada permite entender que, utilizando el máximo número de vacunas que ha ingresado por semana al país (120.000 dosis), cada una de la 105 áreas de salud apenas podría recibir unas 1.142 dosis semanales (aunque en realidad las cifras varían entre ellas).
Además, señaló que ese promedio se tiene que restar el porcentaje que se guarda cada semana para segundas dosis, lo cual implica que finalmente hablamos de unas 1.000 dosis por semana o 200 dosis diarias. “Las personas se preguntan por qué no vacunamos a más personas por día, pero el dato es muy sencillo, las dosis son pocas para cada área”, aseguró.
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No es suficiente
Una de las principales amarras para la vacunación en Costa Rica radica en el lento ingreso de vacunas de oferentes distintos a Pfizer.
Costa Rica suscribió acuerdos de compra por 4.000.425 unidades de Pfizer, pero también accedió a 1.092.000 dosis de AstraZeneca y 2.037.600 dosis a través de Covax; sin embargo, de todas ellas apenas han ingresado 43.200 unidades del mecanismo de la OMS.
Las dosis del mecanismo Covax y de la firma británico-sueca representan un 30% de las adquisiciones totales hechas por Costa Rica, pero el país apenas ha recibido un 1,4% de ellas en su conjunto. Costa Rica aún no recibe una sola vacuna por parte de AstraZeneca y apenas un 2% de las dosis pactadas con la OMS.
Covax es un mecanismo que compra las dosis directamente a distintas casas farmacéuticas y las pone a disposición a precios comunes para todos los países a los que suple el medicamento. El mecanismo empezó su distribución en marzo y para inicios de abril ya había entregado más de 38 millones de dosis a 98 países.
Por el momento Covax solo ha enviado vacunas de AstraZeneca a Costa Rica, las cuales recién se empezaron a aplicar este 19 de abril, después de que se despejaron las dudas internacionales sobre su muy infrecuente relación con casos de coagulación sanguínea.
Ante el bajo ingreso de vacunas de AstraZeneca y Covax al país, el presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Alexánder Solís, afirmó este 20 de abril en conferencia de prensa que las autoridades nacionales esperan llegadas más significativas en las próximas semanas.
Detalló que se espera una segunda entrega de Covax, por aproximadamente 88.000 unidades, entre finales de abril e inicios de mayo; y que las primeras 200.000 unidades de AstraZeneca llegarían entre el 10 y el 24 de mayo.
Se se cumplen esas previsiones, Costa Rica alcanzaría en mayo la recepción de hasta un 18% de las unidades adquiridas a través de AstraZeneca, y apenas un 6,4% de las apartadas con Covax.
La amenaza de una tercera ola
Entre tanto, Costa Rica mira de reojo cómo una tercera ola pandémica amenaza con frenar todavía más la economía del país, que mantiene cifras desalentadoras, principalmente en aquellos sectores más afectados por la reducción de la movilidad y el consumo por la COVID-19.
El Banco Central (BCCR) destacó en su más reciente actualización del Índice Mensual de Actividad Económica que, hasta febrero de 2021, la producción costarricense se redujo en un 4,7% en comparación con el mismo mes del año pasado (en el que aún no se registraban mayores embates de la pandemia).
La tercera ola de contagio que ya enfrenta el país, y que avanza a una velocidad mayor que las dos anteriores según las autoridades de Salud, amenaza con estancar la lenta y leve recuperación de 2021, que el BCCR estimó en un 2,6% a inicios de año.
Alexander Solís de la CNE, explicó que una situación crítica por el aumento en los contagios y los niveles de hospitalización podría implicar nuevas medidas de restricción con implicaciones para la economía, aunque se intentarán evitar por todos los medios. “No descartamos que haya que establecer algunas condiciones equilibradas, de controles de aforo o revisar horarios, de mantenerse la tendencia”, comentó.
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Hasta este 20 de abril, la CCSS informó de que 269 personas se encontraban en unidades de cuidados intensivos por COVID-19. Es decir, un 74% de las camas totales que el país puede habilitar para ese fin estaban ocupadas.
La medida más efectiva para frenar y aplanar los contagios es la vacunación de la mayor parte de la población y alcanzar “inmunidad de rebaño”. Sin embargo, el país sigue lejos de ella.
Pese a todo esto, la directora Abarca, de la CCSS, asegura que la institución mantiene su meta de vacunar a la población y alcanzar inmunidad de rebaño este 2021. “Siempre el ritmo va a depender de las vacunas que lleguen al país, pero las proyecciones siguen indicando que en el último bimestre, finalizando diciembre, tendríamos cobertura de rebaño”.
Este proceso será vital para una recuperación económica que depende de que los países recuperen, o al menos se acerque a recuperar, una vida normal. Según el FMI, el crecimiento proyectado para países emergentes en 2021 podría disminuir hasta en 1.2 puntos porcentuales del 5,8% inicialmente proyectado, si se mantiene la lentitud de los programas de vacunación y continúan ocurriendo nuevas y continuas “olas” de contagio.