Costa Rica obtuvo el mejor resultado en una medición que comparó la cantidad y la calidad de las viviendas en Centroamérica.
El país tiene un déficit total de vivienda del 22%, la cifra más baja de la región y muy halagüeña si se compara con el 91% de El Salvador y el 90% que registró Guatemala.
Los resultados se desprenden del estudio “Estado de la vivienda en Centroamérica”, que fue elaborado por Hábitat para la Humanidad y el Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (Clacds), del Incae.
Para este trabajo, los investigadores tomaron como base las encuestas de hogares de cada país y el Censo de Población del 2010 de Panamá.
Los datos se recopilaron para el periodo 2010-2015, y los resultados del estudio fueron presentados en noviembre del 2016.
Nicaragua no fue incluida porque los investigadores consideraron que sus datos no estaban completos y las autoridades de ese país no brindaron información adicional para el trabajo.
Costa Rica es el país con menos problemas en vivienda de la región.
Sin embargo, debe mejorar en aspectos como condiciones de servicios sanitarios y tenencia legal de la tierra. Además, estos problemas de calidad se perciben más en las zonas urbanas y afecta a las familias de bajos ingresos.
El estudio mide el déficit total de vivienda desde dos perspectivas: cuantitativa (cantidad de unidades) y cualitativa (calidad de las unidades).
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Déficit cuantitativoEn Costa Rica, hacen falta 31.759 casas para que cada familia cuente con una vivienda.
Empero, es el país que requiere menos casas para que cada familia tenga un techo digno para vivir. El panorama es muy diferente a las 733.460 unidades que necesita Guatemala.
El déficit cuantitativo muestra una brecha importante entre la cantidad de viviendas que se necesitan en Costa Rica, con respecto a las que se requieren en los otros países de Centroamérica.
Calidad de las viviendas
El déficit cualitativo, por su parte, está enfocado en medir la calidad de las viviendas en cada país.
Porfirio Guevara, investigador del Clacds, explicó que se analizaron y compararon cinco de los componentes en cada país para establecer este déficit.
“La medición incluyó derechos de propiedad (tenencia segura de tierra), calidad de materiales (piso, techo y paredes), acceso a agua potable y servicio sanitario”, agregó Guevara.
Costa Rica tiene un déficit cualitativo del 20% en viviendas, es decir, 281.480 casas tienen dificultades en uno o varios de los elementos que se midieron.
En el país, la mayoría de problemas que restan calidad a las viviendas se encuentran en la tenencia legal de la propiedad, rubro que pesa un 11,7% en el déficit cualitativo total.
El segundo reto está en las condiciones de los servicios sanitarios, que representa el 2,2% del déficit cualitativo.
Aun así, la medición muestra que Costa Rica es el país de la región que tiene menos problemas en la calidad de sus casas.
Rosendo Pujol, ministro de Vivienda y Asentamientos Humanos, consideró que el estudio presenta un panorama regional bastante complejo, con datos que no se pueden comparar efectivamente porque fueron recopilados en momentos diferentes.
“Lo cierto es que el déficit cualitativo de vivienda en el país, según los datos de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho 2016), es más bajo de lo que muestra el estudio”, aseveró Pujol.
El ministro dijo que ese faltante alcanzó las 151.000 viviendas del país para el 2016.
Empero, Franklin Solano, investigador de la Fundación Promotora de Vivienda (Fuprovi), explicó que en el país más bien podría existir un déficit cualitativo más alto del que muestra el estudio.
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El informe nacional “Situación de vivienda y desarrollo humano 2015”, desarrollado por Fuprovi, indica que el déficit cualitativo real está en 735.431 casas.
Esta cifra incluye cuatro categorías de viviendas: malas, regulares, malas regulares y buenas con hacinamiento.
Cabe destacar que la definición de déficit cualitativo que usaron los investigadores para la medición en Centroamérica es diferente de la que empleó Furpovi.
Más casas y menos arreglosLos esfuerzos del Gobierno y del sector financiero costarricense van encaminados hacia la construcción de casas nuevas y, por ende, se descuidó la idea de reparar las viviendas que ya existen.
Esta situación permite entender por qué hay más de 231.000 casas con algún tipo de problema físico. Eso sí, esa estrategia también favoreció para que haya menos hogares que necesitan un techo, con respecto a los otros cuatro países de Centroamérica.
El Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah) colocó, entre el 2014 y el 2016, un total de ¢15.014 millones en bonos de reparación, ampliación y mejora de viviendas, conocidos como bonos RAM.
Pujol detalló que cada bono de este tipo puede llegar hasta los ¢6,5 millones, pero las familias beneficiarias deben justificarlo con base en las mejoras que le hará a la vivienda durante el año.
El Mivah otorgó 981 bonos RAM durante 2016, un leve crecimiento si se compara con los 800 registrados en 2015 y 2014.
En el sector financiero también existen préstamos dirigidos a remodelar o reparar casas y la oferta es amplia entre bancos, mutuales y cooperativas.
Sin embargo, las personas prefieren pedir un préstamo para comprar casa nueva, en lugar de endeudarse para hacer reparaciones o arreglos.
Tatiana Mora, analista de Procesos de Productos de Crédito al Detalle del Banco de Costa Rica (BCR), confirmó que en esa entidad se presta más dinero para compra de casa nueva que para remodelaciones y mejoras.
José Pablo Enamorado, ejecutivo de Crédito de Grupo Mutual, coincidió con esa conclusión.
“La gente busca más préstamos para financiar una casa nueva. Los que se destinan a mejoras o arreglos se piden menos”, añadió Enamorado.
Este fenómeno se puede explicar porque muchas de las casas que necesitan reparaciones no reúnen los requisitos que exigen los bancos y entidades financieras para prestar dinero.
Además, el 30% de las familias costarricenses viven en casas que no son propias, es decir, usan viviendas prestadas o alquiladas.
En estos casos, las personas prefieren endeudarse para mejorar esa casa, que para comprar una nueva.
“Los arreglos y remodelaciones siempre son muy caros, normalmente se cotiza un precio inicial, pero luego incrementa”, agregó Franklin Solano.
Problema urbano
El estudio también reveló que los problemas en la calidad de las viviendas en Costa Rica aquejan a los hogares de menores ingresos y que residen principalmente en la zona urbana.
A diferencia del resto de Centroamérica, Costa Rica y El Salvador concentran la mayor parte del déficit en la zona urbana.
En el caso de Costa Rica, el 56% está en la zona urbana y el 44% en las regiones rurales.
El 21% de los hogares que reciben menos de ¢249.600 mensuales tienen viviendas con algún tipo de problema físico.
El fenómeno se repite en los primeros cuatro quintiles de la población costarricense, según el ingreso mensual.
Es así como el 85% de los hogares en Costa Rica –que reciben menos de ¢1 millón al mes– tienen problemas físicos, de acceso a servicios públicos o de tenencia de tierra en sus viviendas.
Problemas en techos, paredes y piso están presentes en las viviendas de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Características | Calidad de materiales | Servicios básicos | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
País | Tenencia | Techo | Paredes | Piso | Agua potable | Servicio sanitario | Déficit cualitativo |
Costa Rica | 11,7% | 0,5% | 5,4% | 1,3% | 0,4% | 2,2% | 20% |
El Salvador | 24,0% | 25,0% | 24,0% | 20,0% | 27,0% | 8,0% | 75% |
Guatemala | 12,6% | 2,8% | 22,4% | 29,0% | 9,5% | 44,4% | 61% |
Honduras | 6,4% | 10,7% | 31,2% | 23,0% | 16,8% | 25,1% | 53% |
Panamá | 5,4% | 2,9% | 6,2% | 8,0% | 4,8% | 31,1% | 35% |