Costa Rica sufrió una caída de siete posiciones en el índice de competitividad global que publica todos los años el Foro Económico Mundial. El país pasó de la posición 55 (en 2018) a la 62. Aun así, es la quinta nación mejor puntuada en Latinoamérica.
Tan solo un año atrás, el reporte del 2018 situó a la economía nacional como la cuarta más competitiva de la región, con 62,14 puntos. En el nuevo documento, Costa Rica se ubica detrás de Chile (33), México (48), Uruguay (54) y Colombia (57).
Serbia (-7), Filipinas, Georgia, Líbano (-8), India e Irán (-10) son los únicos países que cedieron más terreno que Costa Rica.
El índice establece 12 pilares de medición a partir de los cuales se determina una calificación final. Dentro de estos, cada país puede alcanzar distintos resultados. Para América Latina, el documento detalla tres variables: países del top tres, países neutros y los últimos tres lugares. El Internet y el acceso para las pymes son los lunares más oscuros de la competitividad nacional.
Números rojos
El país está en el top tres de salud, habilidades y productos, mientras que en las categorías de estabilidad a nivel macro, tamaño y dinamismo empresarial se ubica en las últimas posiciones de la región, en algunas incluso por debajo de países como Venezuela o Nicaragua.
En cuanto a adopción de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC), hay tres puntos críticos en los que el país debe mejorar con urgencia, según el informe. Estos se limitan a un tema en común: el acceso a Internet.
Por ejemplo, en el acceso a suscripciones de Internet de fibra óptica el país cierra en la posición 80 de 141.
En Costa Rica, el Internet considerado de banda ancha llega en modalidad fija a apenas un 17% de la población y, a través de redes móviles, a un 95%, según datos de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
Sumado a esto, las velocidades de navegación web en el país son, en promedio, lentas, con apenas 23,91 mbps, según el ranking elaborado por Ookla. En contraste, el promedio mundial de descarga en banda ancha fija es casi el triple, con 66,52 mbps.
Los países líderes de competitividad destacan en esta categoría. Singapur, por ejemplo, registra una velocidad promedio de 193,9 mbps: ocho veces mayor que en Costa Rica. En Hong Kong, el promedio de descarga es de 161,17 mbps, un servicio 7,1 veces más veloz que el nacional.
Sin embargo, aunque el acceso a Internet es –a nivel macro– el punto más negativo del país, no es, de manera individual, el pilar con la peor calificación. En esos lugares están el acceso para pequeñas y medianas empresas (pymes) –en el puesto 98– y la capitalización del mercado (108). Esta, en resumen, mide cuánto dinero hay disponible para financiar créditos, capital, deuda, seguros y otros productos financieros.
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El Sistema Banca para el Desarrollo (SBD) apuntó a cerrar el 2019 con colocaciones de créditos por ¢200.000 millones. Sin embargo, los números se quedan cortos para las necesidades del país.
Dentro de sus objetivos para los próximos cinco años, la institución planteó “convertirse en una palanca de inclusión financiera”, ya que el monto colocado en el 2018 representó apenas un 2% del Sistema Financiero Nacional y fueron solamente ¢18.000 millones menos al pretendido en el 2019.
De todo el dinero que el SBD dio en el 2018, un 70% de los recursos fue destinado a microempresas.
Resultados globales
No solo Costa Rica tuvo cambios importantes en el índice. Estados Unidos abandonó la cima para pasar al segundo puesto. El primer lugar ahora es ocupado por Singapur, lo que lo ubica como el país más competitivo en el mundo.
A pesar de las protestas vividas en los últimos meses y de su inminente cambio político, Hong Kong logró alcanzar la tercera posición de la lista, después de subir cuatro casillas y desplazar a Alemania, ahora en la séptima posición.
El Foro Económico Mundial define la competitividad como “las instituciones, políticas y otros factores que impulsan la productividad” de los países. Esto determina el crecimiento económico de las naciones a largo plazo. Además, señala que el aumento de la productividad es una condición necesaria para que un país alcance el progreso social.
Los datos relacionados con Costa Rica se construyeron con base en estadísticas nacionales y de organismos internacionales, y en la Encuesta de Opinión Ejecutiva del Foro Económico Mundial, aplicada a más de 14,000 empresarios en todo el mundo, según detalló el Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (Clacds), ente que contribuye desde 1996 en la elaboración del índice.