Desde el 2015 Costa Rica inició la carrera por ser miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la que ya forman parte otras 37 naciones. Para lograr la membresía, cada país debe tener el visto bueno de 22 comités temáticos (y en algunos casos 23) considerados fundamentales, aunque las áreas de trabajo de la organización son muchas.
En la lista destacan aspectos como la lucha contra el soborno, la competencia, estándares de mercados financieros, entre otros. En casi un lustro, Costa Rica ya obtuvo 18 de las 22 aprobaciones que necesita para ser un país OCDE, mientras que en el corto plazo se vislumbran las cuatro faltantes.
Competencia, mercados financieros, cohecho y análisis económico y de desarrollo, son los cuatro comités que quedan pendientes para el país, que espera terminar con el proceso de aprobaciones el próximo 19 de marzo según la ministra de Comercio Exterior, Dyalá Jiménez.
Lo que falta
El 17 de diciembre Costa Rica recibió la opinión formal positiva del Comité de Pesca de la OCDE, la número 18.
En el Ministerio de Comercio Exterior (Comex), la noticia lanzó la señal positiva que indica que Costa Rica se encamina a convertirse en el cuarto país de América Latina en formar parte de la organización de estados, después de México, Chile y la reciente aprobación de Colombia.
La opinión positiva en el comité es de suma importancia para el país, según Jiménez, más allá de que fuera un peldaño necesario para la entrada a la OCDE. “Es un sector de mucho peso en el comercio internacional” detalló la ministra.
Para conseguir esa aprobación, el país tuvo que trabajar la administración del sector pesquero. Tanto Comex como el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) y el Ministerio de Industria y Comercio (MEIC) se suman al Ministerio de Ciencia y Tecnología (Micit) y al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) como parte de la junta directiva del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca).
La idea detrás de la presencia de más carteras es que dentro de la institución se decida con voto de mayoría del Gobierno, según Jiménez, para fortalecer la gobernanza. Esta decisión no significó que se eliminaran puestos del sector privado.
Sin embargo aún el país debe obtener cuatro opiniones formales más. Todas llegarán en el primer semestre del 2020, según Comex.
El camino hacia la OCDE
A falta de 4 opiniones positivas de comisiones, el país espera terminar el proceso de entrada a la organización en 2020
FUENTE: COMEX. || J.C. / EL FINANCIERO.
Las primeras dos respuestas de la OCDE sobre los comités faltantes llegarían apenas iniciar el año. El comité de mercados financieros podría enviar el visto bueno en enero, mientras que el de competencia lo haría en febrero, según detalló la Ministra de Comex. Tras esas dos aprobaciones, seguirían cohecho, que busca combatir soborno internacional, respuesta que el país recibiría en marzo.
El último comité es el de análisis económico y de desarrollo, que es además el ente encargado de hacer evaluaciones cada dos años de los países miembros. Sin la aprobación definitiva de este órgano, el país no podría ingresar a la organización. El resultado de la evaluación se conocería el 19 de marzo y con este se cerrarían cinco años de proceso.
Estas cuatro opiniones se sumarían a las 18 que Costa Rica ya recibió. El proceso de estas se ha llevado desde el 2015, fecha en la que el país tomó la decisión de iniciar el trámite de entrada a la OCDE.
Paso a paso
Aunque cada comité sigue un esquema similar, tratan un tema particular. Cada uno de estos órganos es encabezado por la secretaría y es el ente encargado de ir a cada país interesado en ingresar al órgano para recabar información. En esos procesos se reúnen con el sector privado, la academia y organizaciones no gubernamentales, entre otros actores de interés. Esto se suma a la información que brinda el Gobierno sobre los distintos temas consultados.
“En algunos casos han venido cuatro o cinco veces” explicó Marianne Bennett, coordinadora del proceso de inscripción de Costa Rica en la OCDE.
Después de la recopilación de los datos, la secretaría realiza un balance para determinar cómo ven al país en cada uno de los temas. Esto se define usando a los otros países miembros de la OCDE como referentes, además de los estándares que tiene la organización en cada uno de los temas.
Los estándares de calificación varían entre un comité y otro. Mientras en algunos se basan más en principios, en otros se toman más en cuenta instrumentos para medir a los países.
Una vez que la evaluación está concluida, se discute con los miembros de cada comité y dan una valoración sobre el tema. En el proceso, la comisión puede pedirle al país hacer ajustes. Si la valoración es positiva, significa que se le dio el visto bueno al país en ese tema.
“Si uno lo compara con un examen, significa que vieron que somos un estudiante que hizo la tarea, que estudió, que se preparó y que llegó con avances concretos, planes y recursos detrás de esos planes”, detalló Bennett.
Una vez que Costa Rica obtenga las 22 opiniones formales podrá acceder al documento donde el comité de la OCDE indica que el país es apto para entrar en la organización. En este también se detallan las recomendaciones que el país deberá seguir en su avance ya dentro de la organización.
Para Costa Rica el fin de este proceso se podría dar en la última semana de mayo del 2020, durante la sesión ministerial de la OCDE.
Ventajas
Siendo un proceso tan largo y tedioso, en las que en varias ocasiones el país ha tenido que recurrir a la Asamblea Legislativa para cambiar o aprobar leyes nuevas en pos de calzar con los estándares de la organización, surge la pregunta de por qué el país quiere formar unirse a los otros 36 estados en este grupo.
Una de las ventajas más importantes de estar en la organización es que pone al país en una cultura de disciplina distinta, así lo resume Bennett.
Por ser un país de nuevo ingreso, Costa Rica tendría seguimiento de distintas áreas. El objetivo es que la OCDE pueda medir la implementación de los cambios que el país ejecutó para conseguir el visto bueno de los comités.
La comparación con los mejores países del mundo es vista como otra de las ventajas. “Va a ser duro porque estamos acostumbrados a ser muy buenos en Centroamérica y en América Latina, pero ahora vamos a salir comparados con Finlandia, Noruega, Suecia y ese es uno de los beneficios, inspirarnos a ser mejores”, explicó Bennett.
Más allá de estos argumentos la presencia en la OCDE también se expresa a nivel de competencia.
Para muchos países –principalmente otros miembros de la organización– e inversionistas, que un país sea miembro de la OCDE es un sello de calidad, según Comex.
La pertenencia a la organización se traduce en que el país sea visto como más confiable, con más seguridad jurídica, con mercados abiertos y que busca un buen ambiente de negocios.
Estas visiones terminan repercutiendo positivamente en que los mercados financieros internacionales, mejora la calificación del país y con ella, la tasa de interés con la que se accede a deuda.
“Costa Rica al superar este proceso, da una señal de seguridad y certidumbre a los mercados. Si se quisiera comparar con algo, podría decirse que es como una certificación ISO para una empresa” detalló la funcionaria de Comex.